filipinas Hinan

Aprender a soñar, soñar para aprender

lA historia de princes Hinan

Quiero ser maestra para poder enseñar a los niños y niñas a leer y contar

Princess Hinan

Sólo esta afirmación demuestra que, al igual que otras princesas, Princess Hanin es una joven dulce con un corazón de oro. Junto con sus dos hermanos, es criada con orgullo por su diligente padre, que trabaja como en el extranjero, y su madre, que tiene una pequeña tienda.
Aunque le gusta jugar con sus hermanos y amigos, ayuda responsablemente a su madre en las tareas domésticas cuando no tiene clases o tareas escolares que realizar como estudiante de sexto curso.

Princess se describe a sí misma como una persona amable, servicial pero tímida, cuyas asignaturas favoritas son inglés, matemáticas y filipino. Antes de que la pandemia golpeara y cambiara la vida de todo el mundo, su recuerdo favorito de sus clases presenciales era estudiar en su aula y relacionarse con sus compañeras y compañeros, así como jugar con ellas y ellos.

Se vió afectada negativamente cuando su escuela tuvo que cerrar en el momento en que la situación de la COVID-19 empeoró; sus interacciones con sus amistades y compañeras y compañeros de clase se vieron pausadas durante mucho tiempo, y sus oportunidades de aprendizaje se vieron interrumpidas al no poder seguir discutiendo con sus profesores. Debido a ello, le costaba ponerse al día y ser constante con sus estudios. Se esforzaba por aprender a leer y contar correctamente en casa, ya que su madre es la única que la ayuda a responder a sus deberes de clase.

No sólo eso, sino que la pandemia también alteró la vida de sus hermanos, ya que sus posibilidades de jugar fuera de casa eran muy limitadas, especialmente cuando su hermano menor se suele poner a menudo enfermo.

El desafortunado efecto dominó de esta pandemia no se detiene ahí; esta situación ha agravado la vida de sus padres, ya que su padre se esfuerza por proporcionarles ayuda económica y su madre se tambalea para seguir sacando provecho de su pequeña tienda.

A pesar de su dulzura e inocencia, Princess sigue siendo consciente de la situación de su comunidad, especialmente con varios casos de tiroteo reportados y extensas inundaciones que ocurren alrededor de su área. Esto no sólo la deja intranquila sobre su propia vida, sino también sobre la de sus hermanos.

Cuando se le preguntó sobre sus derechos como niña, Princess respondió: "Sólo sé que mis derechos como niña son poder jugar, ser alimentada por mis padres y tener educación".

Gracias a la ayuda de Save the Children y a los programas y actividades que se llevan a cabo, Princess está encantada de conocer y comprender mejor sus derechos. Después de asistir a las sesiones de aprendizaje con su Profesor de Jóvenes, cree que se ha hecho más consciente de sus derechos y de su libertad como niña. La experiencia de aprendizaje fue educativa y divertida para ella, ya que su principal recuerdo de las actividades fue divertirse y jugar con sus amigos.

Mientras Princess se aferra a su sueño de convertirse en maestra para ayudar a los niños pequeños como ella a leer y contar, espera volver a experimentar las clases presenciales porque la modularidad hace que estudiar sea un esfuerzo para ella. 


En Filipinas trabajamos en 2021-2022 con el apoyo de la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo para proporcionar acceso a oportunidades educativas y atender las necesidades de protección para niñas, niños y adolescentes afectados por el conflicto armado en 6 municipalidades de Mindanao, incluida prevenir y responder a casos de violencia basada en género, así como el fortalecimiento de capacidades en temáticas de educación y protección infantil de los profesores, los madres/padres y servicios de protección parte de estas comunidades.