Encuesta de Condiciones de Vida: Save the Children alerta de que la tasa de pobreza infantil severa se eleva en Euskadi hasta el 13,2% tras la crisis de la Covid-19

  • La pandemia deja 41.515 niños, niñas y adolescentes en situación de pobreza infantil severa en Euskadi, 5.783 más que el año anterior.
  • Mientras las tasas de pobreza de la población adulta se reducen, crece un punto la pobreza infantil severa y aunque la pobreza relativa se mantiene, sigue siendo muy superior a la de las personas adultas (25,3% frente a 19,3%).

Bilbao, 16 de julio de 2021. Save the Children señala que es especialmente preocupante el incremento de la pobreza severa entre los menores de 18 años en Euskadi, que ha aumentado 1,4 puntos llegando al 13,2%, aunque la tasa de pobreza infantil se mantenga en el 25,3%. Este aumento contrasta con el porcentaje entre las personas adultas (18-64), cuya tasa de pobreza severa se ha reducido en 1 punto respecto al año anterior y se mantiene más de 4 puntos porcentuales por debajo (9%). En este sentido, las cifras del INE revelan un patrón de agravamiento de la pobreza infantil, cada vez más concentrada en niveles de renta bajos. En total, en Euskadi hay 41.515 niños y niñas sufriendo pobreza severa.

La Encuesta de Condiciones de Vida refleja que los efectos de la crisis económica provocada por la pandemia no afectan en igual medida a niños que a niñas. Ellas presentan tasas más altas de pobreza que ellos. La diferencia más significativa se aprecia en la tasa de pobreza severa. En 2020 un 20,3% de las niñas se encontraba en esta situación, frente al 6,6% de los niños. Esta diferencia por sexos es preocupante y también se refleja en la pobreza moderada, donde el 32% son niñas y el 19% son niños.

El estudio también evidencia que la pobreza se sigue concentrando en las familias con hijos e hijas a cargo, un 10,2% de las familias con hijos sufre pobreza severa con respecto al 6,5% de las familias sin menores a cargo. Además, cabe destacar la especial vulnerabilidad de las familias monoparentales, particularmente las monomarentales, especialmente afectadas por la crisis económica y social provocada por la COVID19. 

“Los datos que hoy conocemos evidencian la necesidad de tomar medidas urgentes para reducir la desigualdad entre aquellas familias que más lo necesitan. La pobreza infantil impacta directamente en el talento y potencial de nuestra sociedad, cuyos efectos permanecen en el tiempo y, en 4 de cada 5 casos, se transmiten de generación en generación. Debemos prestar atención a las políticas que rompen el círculo de transmisión de la pobreza y ampliar su alcance”, afirma Charo Arranz, directora de Save the Children en Euskadi.

Los efectos de la crisis económica también afectan de manera muy desigual a los menores en función del país de origen de sus progenitores, concentrándose tanto las tasas de pobreza severa como relativa en aquellas familias de origen extranjero con hijos e hijas a cargo. En Euskadi, los niños, niñas y adolescentes con progenitores de origen extranjero tienen 5 veces más probabilidades de vivir en situación de pobreza severa frente a los de nacionalidad española (41,9% viven en esta situación frente al 7,6%).

La organización también explica que más de 26.543 niños y niñas menores de 18 años en Euskadi sufren carencia material severa tras la crisis económica y social de la Covid-19. Así lo revela el análisis que ha hecho Save the Children a raíz de la última Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE), que ofrece los primeros datos oficiales sobre cómo ha afectado la pandemia a los hogares españoles. 

Save the Children informa que en Euskadi la carencia severa es además más elevada entre los niños y niñas que entre las personas adultas entre 18 y 64 años (7,2% frente a un 5,7%), lo que evidencia que la crisis está golpeando especialmente a la infancia más vulnerable. La organización recuerda que los menores que sufren carencia material severa forman parte de familias que no pueden permitirse una comida de carne, pescado o equivalentes al menos cada dos días, mantener la vivienda a temperatura adecuada o atender al pago del alquiler o la hipoteca, lo que condiciona gravemente su bienestar.

Del mismo modo, Save the Children recalca que los hogares con niños y niñas continúan teniendo mayores tasas de carencia material severa (6% frente a 4,1% los que no tienen hijos) y que, de todos ellos, los hogares monoparentales son los que tienen tasas superiores (11,3%), especialmente aquellos encabezados por una mujer (12,4%).

*Los datos presentados para Euskadi toman en cuenta la mediana de ingresos anuales en la CAE para ese año.

Propuestas 

Entre las medidas que propone la organización resulta esencial agilizar, simplificar y hacer accesibles los trámites para el acceso a todas las ayudas y medidas de protección social impulsadas el último año (Fondos de Exclusión, Ayudas de Emergencia Social, complementación autonómica a los ERTE, adelanto pago RGI…), teniendo en cuenta las dificultades de acceso de los colectivos más vulnerables afectados por la brecha digital. Además, es necesario facilitar y acercar a estos colectivos la información sobre el acceso a estas ayudas para ampliar su alcance.  

Asimismo, es urgente una reforma de la RGI que mejore la protección de las familias con hijos e hijas, aumente las cuantías, con especial atención a las monomarentales, y favorezca el acceso a los miles de familias que actualmente, estando en riesgo de pobreza, no acceden a esta prestación. Igualmente, apunta a que su complementariedad con el IMV, así como la gestión de este en Euskadi, tengan en cuenta la vulnerabilidad de estas familias y facilite su acceso.

Save the Children considera que para que la RGI sea realmente eficaz en la reducción de las tasas de pobreza infantil debe incorporar algunos aspectos como la reducción del requisito de empadronamiento para familias con hijos e hijas a cargo a 1 año, equiparándolo al IMV para evitar desajustes entre prestaciones, así como para jóvenes extutelados considerándolo como un colectivo vulnerable específico. Entre las propuestas de la organización también se encuentra un complemento por hijo e hija a cargo de 120€ que contribuiría a reducir el impacto de la pobreza en las familias más vulnerables.

Situación estatal
 
742.000 niños y niñas menores de 18 años sufren en el Estado español carencia material severa tras la crisis económica y social de la Covid-19. La organización advierte de que se trata de un aumento de más de tres puntos porcentuales respecto al periodo anterior, la cota más elevada desde 2015, lo que demuestra la creciente desigualdad por la pandemia. 

pobreza severa 2020

  
La carencia severa es además más elevada entre los niños y niñas que entre las personas adultas entre 18 y 64 años (9% frente a un 7,5%), y los hogares con niños y niñas continúan teniendo mayores tasas de carencia material severa que los que no tienen hijos (8,2% frente a 5,7%). Al igual que en Euskadi, son las familias monomarentales las que más afectadas se ven por la crisis económica provocada por la pandemia.

En este sentido, las cifras del INE revelan un patrón de agravamiento de la pobreza infantil, cada vez más concentrada en niveles de renta bajos. En total, en España hay más de 1,1 millones niños y niñas sufriendo pobreza severa. 

Para combatir la pobreza infantil, Save the Children propone mejorar el Ingreso Mínimo Vital (IMV), que debería extender su acción hacia jóvenes extutelados y reforzar la cantidad de la prestación en las unidades de convivencia con hijos e hijas menores de edad a cargo. La organización indica que, aunque en este último año se han producido pasos importantes en la lucha contra la pobreza infantil y el IMV se ha erigido como un instrumento para aliviar las situaciones de pobreza severa, su despliegue está siendo demasiado lento para paliar las necesidades de un número importante de hogares, especialmente tras los estragos de la pandemia. Según los últimos datos oficiales, de mayo 2021, el IMV tan solo ha llegado a 260.206 de los 850.000 hogares previstos, apenas un 30% del objetivo. 

Por otro lado, Save the Children define como una oportunidad la introducción a nivel estatal de deducciones fiscales reembolsables por hijo o hija a cargo, una medida que beneficiaría a las familias independientemente de su obligación de tributar y que alcanzaría también a las rentas más bajas, algo que ahora no está sucediendo. La organización pide que esta medida y las anteriores se integren en la futura Ley de Diversidad Familiar y Apoyo a las Familias anunciada por el Gobierno.  

Asimismo, Save the Children cree que España debe aprovechar el impulso de la Garantía Infantil Europea, que insta a asegurar el acceso gratuito o, cuanto menos, efectivo a servicios básicos para el desarrollo de la infancia como la sanidad, la educación 0-3, la educación infantil, la vivienda o la nutrición. La organización considera que las acciones que habiliten este instrumento deben concretarse en un Plan de Acción Nacional y deben contar con la experiencia de las entidades de infancia que conocen las necesidades de los niños y las niñas.  
Por último, y para que el compromiso de inversión en infancia resulte sostenible en el tiempo, Save the Children pide que los niños y las niñas estén presentes en las cuentas públicas.  

Save the Children ha hecho llegar sus propuestas al Gobierno y a los líderes políticos mientras continúa atendiendo a la infancia y las familias con menos recursos a través de su programa de lucha contra la pobreza infantil. Desde el inicio de la emergencia por coronavirus en España, la organización puso en marcha la intervención #ATuLado para apoyar a los hogares más vulnerables a través de transferencias de efectivo, refuerzo escolar y atención psicológica. 

SOBRE SAVE THE CHILDREN  
Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países, y en Euskadi está presente desde hace más de 15 años, proporcionando apoyo educativo, y actividades de ocio y tiempo libre a más de 500 niños y niñas en riesgo de pobreza o exclusión social en Bilbao, Barakaldo y Vitoria-Gasteiz. 
En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.