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Heridas Invisibles

El impacto de seis de años de guerra sobre la salud mental de los niños y niñas sirios

Arrestaron a mi padre hace cinco años. Cuando pienso en él me duele la cabeza. Siento como si el mundo se estrechara"

Mohammed, 17 años, Ghouta Oriental, Siria

Desde hace seis años millones de niños y niñas en Siria viven en el miedo diario a los bombardeos y los ataques aéreos que destruyen sus hogares y que les matan a ellos y a sus familia: miedo a no poder ir a la escuela, a no saber de dónde saldrá la próxima comida y a ser separados de sus personas queridas. Vivir durante años así afecta a su salud mental de forma severa y provoca daños psicológicos que podrían ser irreversibles si no reciben ayuda inmediata.

Al menos tres millones de niños sirios menores de seis años solo conoce la guerra y millones más han crecido en el terror, bajo la sombra del conflicto. Son la próxima generación, la que tendrá  que reconstruir un país en ruinas: su futuro y el futuro de la propia Siria están en la cuerda floja. El desafío no podría ser mayor. Historias como la de Rima hacen que veamos las consecuencias que está teniendo en la infancia esta situación.

 

Los estudios sobre salud mental realizados entre niños refugiados sirios han mostrado niveles sobrecogedores de trauma y angustia. Sin embargo, se sabe mucho menos del impacto sobre la infancia que permanece en Siria. Para empezar a entender mejor este problema y poder abordarlo, en  Save the Children hemos hablado con más de 450 niños, jóvenes y adultos sirios sobre cómo ha afectado el conflicto a su vida. Con los datos hemos elaborado el informe Heridas Invisibles: el estudio más completo sobre la salud mental en la infancia que se ha llevado a cabo en el país y que revela relatos desgarradores.

Muchos niños sirios están en riesgo de vivir en un estado de estrés tóxico, la forma más peligrosa de reacción al estrés que puede darse cuando los niños experimentan el peligro de una forma tan dura, frecuente y prolongada sin suficiente apoyo por parte de personas adultas.

La exposición prolongada al conflicto puede afectar al desarrollo del cerebro y otros órganos y aumentar el riesgo de padecer en la edad adulta enfermedades cardíacas, abuso de sustancias, depresión y otros trastornos de salud mental

Alexandra Chen, Especialista en protección y salud mental infantil

Una auténtica pesadilla

Para los niños y niñas que continúan en Siria el miedo nunca desaparece. Los ruidos asociados a las bombas y a las balas (gente gritando y chillando o aviones sobrevolando en círculo sobre sus cabezas, incluso sin bombardear) desencadenan niveles extremos de miedo entre los más pequeños.

Los niños menores de 12 años, que han pasado la mayor parte de sus vidas en medio de la guerra, son especialmente conscientes de los ataques aéreos y los bombardeos y el peligro inminente que entrañan. Además de asustarles, los menores cuentan cómo el impacto de los ataques libera otras emociones como rabia y tristeza. La mitad de los niños tienen sentimientos constantes de pena o tristeza y el 78% experimenta estos sentimientos en algún momento del día. A raíz de las entrevistas se calcula que dos de cada tres niños han perdido a un ser querido, sus casas han sido bombardeadas o han sufrido alguna lesión.

Una educación hecha añicos

Los niños de 12 años y más son perfectamente conscientes de que sus posibilidades de una vida mejor están íntimamente ligadas a poder terminar sus estudios. Hoy día, la tasa de matriculación en Siria está entre las más bajas del mundo, con casi uno de cada tres niños en edad escolar sin escolarizar. Además, 1,35 millones de niños y niñas  corren el peligro de abandonar la escuela. En las provincias de Alepo y Quneitra, hasta el 90% de los niños han abandonado la escuela. Se están revirtiendo décadas de progreso educativo.

¿Qué pasa si me hago vieja y sigo así y pierdo todo mi futuro? Quiero estudiar y crecer y también enseñar a mis hijos. Quiero ser profesora.

Zainab, 11 años, al-Hasakah

FAMILIAS DESGARRADAS

Lo que más enfada a los adolescentes es el hecho de que la violencia se ha llevado a sus seres queridos. Además de los familiares y amigos que han muerto, insisten en el miedo que tienen a los arrestos y las detenciones, ya que desde el inicio del conflicto han desaparecido decenas de miles de personas. Otros temen la separación familiar cuando tienen que huir de los combates a toda prisa y dejar atrás sus hogares.

Esta pérdida y alteración en sus familias puede llevar a altas tasas de depresión y ansiedad en los niños. La enorme cantidad de víctimas en Siria ha dejado un número desconocido de niños y niñas huérfanos. El 77% de las personas adultas dice conocer a niños que han perdido a su padre, madre o ambos.

signos de angustia

La tensión psicológica constante en la infancia se manifiesta de diferente formas: aumento de casos de niños y niñas que mojan la cama, micción involuntaria en público, dificultades al hablar o pérdida total del habla, aumento de la agresividad, abuso de sustancias, autolesiones e incluso intentos de suicidio entre menores de tan solo 12 años.

El 80% de las personas adultas señalan que el hecho de estar rodeados de violencia conduce a niños y niñas a ser cada vez más agresivos, pelearse y gritar a sus amigos o acosar a otros niños. Varios menores afirmaron querer vengarse de la violencia infligida sobre ellos y sus familias.

Me enfado cuando muere alguien de mi familia o mis amigos. Me duele el pecho y no puedo respirar, así que me quedo solo, porque no quiero gritar ni golpear a nadie.

Saif, 17 años, Alepo.

BUSCANDO APOYO

Con el fin de la violencia, el apoyo adecuado y las intervenciones tempranas, los niños y niñas pueden recuperarse de experiencias traumáticas. Sin embargo, uno de cada cuatro niños entrevistados dijo que rara vez o nunca tienen un lugar al que acudir o alguien con quien hablar cuando están asustados, tristes o enfadados.

Antes de la guerra solo existían 30 centros dedicados a la salud mental en todo el país. Actualmente, muchos médicos y profesionales sanitarios han sido asesinados o han huido de Siria. Esta escasez de clínicas y de profesionales formados, (se calcula que solo hay 70 psiquiatras trabajando en todo el país) implica que muchos niños que necesitan apoyo no reciben ningún tipo de ayuda y que la demanda de plazas está colapsando los centros. El informe también revela el estigma que existe sobre los problemas psicosociales que hace que los niños que sufren este tipo de problemas sientan vergüenza a la hora de buscar ayuda.

Aunque el panorama parezca sombrío, no es demasiado tarde. Junto a muchas atrocidades y un sufrimiento espantoso, la investigación también ha encontrado rayos de esperanza. A pesar de todo por lo que están pasando, los niños y niñas sirios son increíblemente resistentes y valientes. Si se les facilita ahora el apoyo adecuado, se recuperararán.

 

Qué estamos pidiendo

Hace seis años que la guerra de Siria comenzó y la situación humanitaria sigue siendo muy grave. Este conflicto está rodeado por las cifras de la vergüenza:

 

Por eso en Save the Children estamos pidiendo a todas las partes que dejen de usar armas explosivas contra la población civil y dejen de atacar infraestructuras civiles, como colegios y hospitales, ya que esto es la causa principal de la angustia y el miedo de los niños y niñas. Deben acabar de inmediato las tácticas de asedio y el acceso humanitario sin restricciones a todas las áreas, para que organizaciones como Save the Children y nuestros socios puedan llegar a los más vulnerables.

Es importante que todos los donantes internacionales lleguen a un nuevo compromiso global para invertir en programas de salud mental y en el bienestar de los niños en emergencias, incluyendo fondos suficientes para cubrir los servicios de salud mental y la programación psicosocial dentro de Siria.

 

Puedes descargarte en PDF el informe "Heridas Invisibles" en Castellano

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