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Las denuncias de los abusos sexuales a menores

El juzgado de instrucción número 6 de Fuenlabrada ha decidido entregar a una niña de cinco años a su padre que había sido denunciado por abusar sexualmente de ella. La niña habría relatado el caso, personalmente, a una psicóloga experta en abusos sexuales, y ésta habría señalado en su informe que los hechos se produjeron.

Cuando la declaración de un niño no es suficiente

La escalofriante cifra de que sólo un 30% de los casos relacionados conabusos sexuales a un menor acaban en sentencia, y éstas noticias que vemos de vez en cuando en los medios de comunicación, hacen que los niños y niñas que son víctimas de abusos sexuales, sean todavía más vulnerables. 

Se denuncian muy pocos casos porque es muy difícil demostrarlos, los abusos sexuales se producen con amenazas para que se mantengan en secreto entre la menor y el abusador. La consecuencia es que 7 de cada 10 denuncias son sobreseídas, no llegan a prosperar y principalmente es por falta de pruebas, pero esto no significa que no estén ocurriendo.

Esto se debe, en muchas ocasiones, a que no se le da validez a la declaración del propio menor de edad. Algo que, tal y como denunciamos, está íntimamente relacionado con el hecho de que los niños tengan que contar los abusos, una vez denunciados, hasta 4 veces de media, en procesos demasiado largos y ante juzgados no especializados.

El abuso sexual es una de las formas de violencia más graves. No sólo por la gravedad de los hechos, sino por su prevalencia: entre un 10% y un 20% de la población ha sido víctima de abusos sexuales en la infancia), la cercanía de los agresores (6 de cada 10 son conocidos por sus víctimas), la progresión de los síntomas, la dificultad para detectar los casos y la gravedad de los efectos a nivel emocional, sexual o social.

Los niños y niñas víctimas deben ser protegidos

Por eso en Save the Children pedimos que urgentemente se apruebe una Ley para la Erradicación de la Violencia contra la Infancia. Una de las medidas que propone la Ley es que los niños y niñas que pasan por un proceso legal por abusos sexuales en el marco de un divorcio contencioso, como en este caso, deban ser declarados en riesgo y recibir apoyo y seguimiento, independientemente del proceso judicial.

La decisión del juzgado debe proteger al menor y ante una duda de posibles abusos siempre hay que ser garantizar que la niña esté a salvo de cualquier agresión física o psicológica, por encima de cualquier otro derecho.

Entre otras medidas de la nueva regulación que exigimos, se encuentran: una formación a profesionales de la justicia sobre las características de los abusos sexuales a niños y niñas; y la obligación, por parte de jueces y magistrados, de reflejar en la motivación de sus sentencias una valoración del interés superior del menor o la obligatoriedad de la prueba preconstituida para proteger el testimonio del menor. 

Como ya señalamos en el informe “Ojos que no quieren ver”, el proceso judicial se ve afectado por una serie de fallos cuando se produce un caso de abusos sexuales a un niño, niña o adolescente. Estos fallos contribuyen a que estos casos se sigan produciendo y, a la postre, a que los niños y niñas no estén suficientemente protegidos. 

Firma nuestra petición y pídele al gobierno que apruebe la Ley para la Erradicación de la Violencia contra la Infancia.

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