
Nuestro trabajo en el mundo
Durante este 2024 hemos trabajado incansablemente para proteger los derechos de la infancia y mejorar las condiciones de vida de los niños y niñas más vulnerables en todo el mundo. Nuestra labor se ha centrado en desarrollar programas de salud, educación, protección infantil y seguridad alimentaria.
Nuestro trabajo, en los 113 países en los que estamos, lo realizamos junto a las comunidades, gobiernos y otras organizaciones locales para implementar programas que generen cambios duraderos:
- Educación: desarrollamos proyectos para garantizar el acceso a una enseñanza de calidad, especialmente en zonas afectadas por la pobreza, conflictos o los fenómenos climáticos extremos.
- Salud: Trabajamos para reducir la mortalidad infantil mediante campañas de vacunación, atención médica y programas de nutrición.
- Protección infantil: Luchamos contra la violencia, la explotación, el trabajo infantil y los matrimonios forzados, ofreciendo apoyo psicosocial y refugio seguro para los niños y niñas afectados.
- Resiliencia económica y desarrollo comunitario: En estos programas, las familias y las comunidades se empoderan para conseguir un entorno seguro y estable para la infancia.
NUESTRO TRABAJO EN CIFRAS
113,6 millones de niños y niñas que han pasado por nuestros programas internacionales
356 millones de personas participantes de nuestros programas internacionales
113 países en los que estamos presentes
En el último año, hemos acompañado a 356 millones de personas en todo el mundo, incluyendo a más de 113 millones de niños y niñas.
Nuestro compromiso va más allá de transformar sus vidas: también trabajamos junto a sus familias y comunidades para que puedan sobrevivir, aprender y vivir protegidos. Porque cuando una familia y su entorno están seguros y fortalecidos, cada niño y cada niña tiene una mejor oportunidad de crecer en un ambiente sano y digno.
Historias que inspiran: La vida de Mona
Cuando el conflicto comenzó en Jartum (Sudán) en abril de 2023, Mona, de 14 años, regresaba a casa después del colegio. Hasta ese día, había vivido una vida tranquila y normal junto a su madre, sus siete hermanos y dos hermanas en su ciudad.
La guerra de Sudán ha dejado miles de muertos, aproximadamente 14 millones de niños y niñas necesitan asistencia humanitaria -que representan 1 de cada 2 niños del país-, y 6,5 millones de niños y niñas, como Mona, han tenido que huir de sus hogares.
El día que comenzó la guerra, Mona escuchó fuertes disparos que desataron el caos en su vecindario. Ella y sus hermanos estaban aterrados, especialmente cuando los disparos comenzaron a oírse cerca de su hogar.
Temiendo por sus vidas, la familia huyó de Jartum apresuradamente después de haber estado atrapada en la casa durante tres días. Lo dejaron todo atrás, y apenas lograron empacar un poco de comida y agua. Ahora están en la ciudad de Kosti, en el estado del Nilo Blanco, a 325 kilómetros de distancia de su ciudad de origen.
Actualmente, Mona asiste a una escuela de nuestra organización, que también funciona como un refugio temporal.

Está feliz de haber regresado a las clases y espera que el conflicto termine pronto para poder volver a su casa y retomar su vida, porque, dice, “me devolvería la alegría y la paz”. Y sueña con convertirse en doctora para salvar vidas y ayudar a su familia.