2024
incidencia política y
social a nivel internacional
2024 fue un año terrible para la infancia y quisimos dar visibilidad a esta situación con nuestro informe “No a la guerra contra la infancia: Vías para la paz", revelaba que 473 millones de niños y niñas vivían en zonas de guerra en 2023, y que se documentaron 31.721 violaciones graves contra niños y niñas, la cifra más alta registrada hasta la fecha.
Estas violaciones incluyen asesinatos, mutilaciones, secuestros, violencia sexual, reclutamiento forzoso, ataques a escuelas y hospitales, y la negación del acceso humanitario.
En 2024, centramos nuestros esfuerzos en:
- Alertar sobre la impunidad frente a las violaciones de los derechos de la infancia afectada por conflictos.
- Impulsar el respeto del Derecho Internacional Humanitario (DIH) y la necesidad de que se rindan cuentas.
- bogar por garantizar el acceso a la ayuda humanitaria de las niñas y niños afectados por crisis humanitarias.
- Priorizar las necesidades particulares de protección, asistencia y educación para las niñas, los niños y sus familias afectadas por crisis derivadas de los conflictos y la violencia armada, el cambio climático y los desastres.
Descarga aquí el informe 'No a la guerra contra la infancia'
Hemos apelado a la responsabilidad de los estados de acuerdo con las normas, tratados y principios internacionales de asegurar la protección de civiles, incluidos los niños y niñas, en contextos de conflicto.
Esto significa que estados como España, aunque no participen directamente en un conflicto armado, deben adoptar medidas activas para promover la protección de la población civil y de las infraestructuras esenciales como hospitales o escuelas.
Esto puede hacerse a través de la diplomacia y el apoyo a mecanismos de investigación imparciales para documentar y reunir pruebas de cualquier posible violación del Derecho Internacional Humanitario y especialmente de los crímenes que afectan a niños y niñas.
NUESTROS INFORMES DE INCIDENCIA POLÍTICA INTERNACIONAL
Guerra en Gaza.
A un año del inicio del conflicto, este informe documenta daños a infraestructuras educativas y sanitarias, desplazamientos forzosos y un grave deterioro de la salud mental infantil. En España, reclamamos un alto el fuego inmediato y duradero y acceso humanitario sin restricciones en foros, conferencias y en todos los espacios políticos en los que participamos.
Además con el informe Trapped and Scared -centrado en la salud mental de los niños y niñas palestinos- pedimos una respuesta internacional para atender esta crisis invisible desde las distintas plataformas políticas.
I Want a Peaceful Sky.
Recoge testimonios de niños y niñas afectados por la guerra en Ucrania, centrándose en el impacto psicológico de los bombardeos y la vida bajo amenaza constante. Al igual que en el anterior informe, quisimos llamar la atención sobre la necesidad de un apoyo psicosocial y de entornos seguros para su recuperación en los espacios políticos españoles.
NUESTRA RESPUESTA HUMANITARIA: LA SALUD MENTAL Y LA EDUCACIÓN SON TAMBIÉN UNA PRIORIDAD
En España trabajamos para asegurar que la infancia afectada por conflictos y violencia armada no quede atrás en la respuesta humanitaria. Defendemos que sus necesidades específicas y diferenciadas sean escuchadas y atendidas con la urgencia y a la escala necesaria, particularmente en las peores crisis para ser niño o niña, incluyendo el apoyo a las necesidades de salud mental y la educación.
PROTECCION DE LAS ESCUELAS FRENTE A LOS ATAQUES
En Save the Children trabajamos para que ningún niño o niña vea interrumpido su derecho a la educación por causa de la guerra. Por eso, apoyamos la Declaración de Escuelas Seguras, un compromiso internacional que busca proteger a estudiantes, docentes y centros educativos frente a los ataques y el uso militar de las escuelas durante los conflictos armados.
Defendemos que las escuelas deben ser espacios seguros, incluso en medio de la violencia, y que la educación -una herramienta poderosa para proteger a la infancia- ofrezca estabilidad emocional y facilitadora de la reconstrucción de las comunidades.
También denunciamos que uno de cada tres niños y niñas en países en conflicto no asiste a la escuela, lo que representa más de 100 millones de menores excluidos del sistema educativo en 34 países. Y alertamos que en lugares como el Territorio Palestino Ocupado, el 96% de las escuelas han sido dañadas o destruidas por ataques aéreos, dejando sin acceso a la educación a más de 625.000 niños y niñas.
Desde España, impulsamos este compromiso a través de la incidencia política y el desarrollo de programas que permitan a niñas y niños continuar con su educación, incluso en las peores crisis. Instamos a la comunidad nacional e internacional a continuar financiando la educación en contextos de emergencia, impulsar la acción diplomática exterior para garantizar que las escuelas no sean blanco de ataques ni utilizadas con fines militares, y a priorizar la reconstrucción de infraestructuras educativas.