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1 millón de niños mueren al año por neumonía

Jackson lucha por respirar

NEUMONÍA: LA MAYOR AMENAZA

Lo más lógico sería pensar que alguna enfermedad extraña, para la que no existe cura o que requiere un tratamiento complicado fuese la causante del mayor número de muertes infantiles al año. Pero no es así; la neumonía es la causante del mayor número de muertes entre niños menores de 5 años, casi 1 millón al año. Ni siquiera la diarrea, la malaria y el sarampión juntos la superan.

A diferencia de otras enfermedades infecciosas como el dengue, la malaria o la fiebre amarilla, la huella de la neumonía es global. En todo el mundo y en todos los rangos de edad se producen casos, pero son los niños y niñas de un determinado grupo de países los más vulnerables ante ella. Los países más empobrecidos, con mayores desigualdades sociales y con más problemas de acceso a la salud son los que presentan más casos de muertes infantiles por neumonía.

La neumonía ataca a los más vulnerables

Jackson tiene 3 años y nació en uno de esos lugares de riesgo. Turkana, la región donde vive, es la más pobre de Kenia. Cuando enfermó y  empezó a presentar los primeros síntomas, su madre decidió buscar atención médica. Ya sabe lo que es perder a otros dos hijos, entre ellos a una niña que presentaba síntomas de neumonía.

Jackson estaba vomitando y tenía mucha fiebre, así que decidí llevarle al hospital.

Conseguir medicinas fue lo primero en lo que pensé."

Fue con Jackson y otro de sus hijos pequeños hasta el puesto de salud más cercano. Allí no pudieron hacer nada por él porque únicamente tenían medios para atender casos de desnutrición. Maximilla cogió de nuevo a sus hijos y recorrió entonces los 55 kilómetros hasta el hospital de la región.

Cuando Jackson llegó al hospital sus síntomas habían empeorado e ingresó con un diagnóstico de neumonía grave. Jedidah, una de las personas de nuestro equipo médico, estuvo junto a Jackson desde el primer momento.

Jackson lloraba incansablemente, no quería comer, tenía mucha fiebre y no paraba de temblar. Su respiración era muy pesada, podía ver cómo su pecho subía y bajaba con dificultad.", explica Jedidah

Lo primero que hizo Jedidah fue tratar de colocarle a Jackson la máscara de oxígeno. Maximilla estaba muy asustada viéndolo, y el personal médico le explicó lo importante que era hacerlo para que Jackson pudiese respirar mejor. Las enfermeras también le administraron paracetamol para que bajase la fiebre. Pasados 20 minutos su respiración aún seguía siendo rápida pero su estado había mejorado.

Los días siguientes Jedidah y Maximilla han estado pendientes de Jackson en todo momento. Además del oxígeno y del paracetamol, le administraron un tratamiento con antibióticos para combatir la infección pulmonar. Dos días después Jackson era capaz de mantenerse sentado en la cama, y aunque seguía estando cansado, había mejorado notablemente.

A pesar de los avances que se han producido en las últimas décadas en la reducción de muertes por neumonía, frente a otras enfermedades como la diarrea, la malaria, el sarampión o el SIDA, la reducción es demasiado lenta o, en aquellos países más pobres, casi inapreciable.

Podemos prevenir y tratar la neumonía

El 17% de las muertes por neumonía ocurren en el primer mes de vida. Muchas podrían prevenirse con la detección precoz de los síntomas y el tratamiento de antibióticos adecuado. En Save the Children formamos al personal médico y los agentes comunitarios de los lugares más vulnerables frente a esta enfermedad para que puedan detectar cuanto antes los primeros síntomas.

Lucas es agente de salud voluntario en su comunidad desde hace más de diez años. La formación que ha recibido le permite identificar y hacer seguimiento de los casos de neumonía o desnutrición que se dan y referirlos a los centros de salud más cercanos. El material con el que cuentan los voluntarios como él es un kit que incluye un collar de cuentas y un cronómetro para medir la frecuencia respiratoria de los niños, un termómetro, una cinta para medir el perímetro del brazo y detectar desnutrición e informes donde detallar los síntomas y poder referir el caso a un centro de salud.

Lucas se encuentra con frecuencia ante casos como los de Robert, este bebé de nueve meses. Utiliza el collar de cuentas para contabilizar las respiraciones por minuto. Gracias a ello Lucas pudo identificar los primeros síntomas de la neumonía y derivó el caso al centro de salud. Su madre lo llevó allí justo antes de que empezase a mostrar fiebre, tos y respiración rápida. El doctor Moses pudo diagnosticarle rápidamente neumonía y facilitarle antibióticos, paracetamol y antihistamínicos.

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  • La dosis de antibiótico que se administra para tratar la neumonía causada por infección bacteriana cuesta 26 céntimos. Pero muchos centros médicos de regiones como Turkana carecen de medicamentos y las familias ni siquiera pueden afrontar un gasto así. Podemos vencer a la neumonía si contamos con los recursos adecuados. Con muy poco podemos hacer mucho: podemos salvar miles de vidas.
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