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A 14 kilómetros

Esta entrada ha sido escrita por Almudena Escorial, responsable de relaciones institucionales de Save the Children.

Este martes, 18 de junio, a eso de las 7:20 mis dos hijos dormían plácidamente en sus camas.

A 14 Km unos 200 niños se despertaban con el ruido de furgones, coches, un helicóptero que sobrevolaba sobre sus casas y un grupo de policías que las rodeaba.

A las 7:30, su madre, que soy yo, se acercó para susurrarles que tenían que levantarse para ir al colegio, mientras con la mano me empujaban para que dejara de darles besos y así poder dormir un poquito más.

A 14 Km, unos 200 niños veían como un grupo de policías con casco, armados y con escudo paseaba por delante de sus casas.

A las 7:40, hacían una carrera al baño para hacer pis.

A 14 Km unos 200 niños no pudieron hacerlo porque no les dejaban llegar al descampado donde normalmente lo hacen.

A las 7:45, desayunaban tranquilamente, peleándose por quien usaba la taza azul y la pajita verde del zumo de naranja que su padre les había preparado.

A 14 Km muchos de esos 200 niños se quedaron sin desayunar, porque no pudieron coger la ruta escolar, y sin acceso al único punto de agua que tienen cerca hasta el mediodía.

A las 8.30 salían de casa, mal peinados y con su bolsita de merienda para el recreo.

A 14 Km algunos de esos 200 niños eran sacados de sus casas a la fuerza u obligados a sacar todas sus cosas.

A las 9:00 daban un beso a su padre y entraban riéndose en el cole, pensando en el juego de piratas que habían dejado a la mitad el día anterior.

A 14 Km, muchos de estos 200 niños no consiguieron coger el autobús para ir al colegio. Los que lo hicieron, solo podían pensar en si a la vuelta del colegio todavía tendrían casa.

Y dirán ustedes que me he equivocado, que le faltan algunos ceros a esos 14 KM. Y yo les diré que no, que a 14 Km. Que solo a 14 Km de Madrid se encuentra el Gallinero, un asentamiento chabolista, en donde viven unas 90 familias con unos 200 niños. Niños como mis hijos y como los suyos. A los que les gusta jugar, ir al colegio, sentirse valorados y que les traten bien.

Niños que otros han olvidado que lo son y que tienen derechos, como los nuestros. A los que no se les puede someter a dicha violencia y a los que las Administraciones, todas, deben proteger por encima de cualquier otro interés.

Y esto es algo que no lo decimos solo las ONGS, lo dicen las leyes nacionales e Internacionales que España debe aplicar.

Save the Children se ha dirigido al Ayuntamiento de Madrid y a la Defensora del Pueblo para mostrar su preocupación por cómo se han realizado estos derribos, sin tener en cuenta la presencia de niños, sus derechos ni las consecuencias que para ellos podían tener.

Esa noche, A 14 Km, 14 de esos 200 niños, el más pequeño de un mes y medio, no pudieron volver a sus casas, las habían derribado.

PD: Gracias a todos los voluntarios y voluntarias del Gallinero que siempre están ahí cuando los necesitan, aunque no les dejen.