El mes pasado te contamos cómo una pequeña ayuda puede revertir situaciones complicadas que la infancia vive a diario. Queremos seguir compartiendo contigo otros cinco ejemplos más de cómo podemos intervenir, a través de nuestros programas, para mejorar la vida de muchos niños y niñas en todo el mundo.

1.    AYUDAS PARA HACER FRENTE A LA COVID-19

La pandemia de coronavirus nos ha afectado de diferentes maneras. Nuestra ayuda ha llegado a más de nueve millones de personas desde el comienzo de esta crisis mundial. 

Es el caso de Solema y su hijo Sayeed, que viven en el campo de refugiados más grande del mundo en Bangladés y desde el inicio del brote de COVID-19 han tenido que encerrarse en su tienda debido a las restricciones del gobierno. Ya no tienen tantos ingresos para comprar alimentos y otros artículos y ahora dependen más de la ayuda humanitaria.

2.    EMPODERAR A LAS NIÑAS

Por primera vez en la historia, una generación entera ha visto interrumpida su educación. A pesar de esta situación inédita, 12 niñas activistas pudieron hablar directamente con los líderes mundiales y exigir acciones para salvar su educación y su futuro.

Aisha es una de ellas, y participó en un debate online con activistas infantiles de cinco países y líderes mundiales, para discutir el impacto del cierre de escuelas en los niños y niñas, y exigir acciones concretas como parte de nuestra campaña “Salvad nuestra educación”.

3.    AYUDA A 2.000 FAMILIAS EN BOLIVIA

Debido al coronavirus, miles de personas han perdido sus trabajos y su única fuente de ingresos en Bolivia. Hemos entregado casi cuarenta toneladas de alimentos a familias que luchan por llegar a fin de mes. El objetivo principal de esta ayuda humanitaria es contribuir al Plan Nacional del Ministerio de Salud contra la pandemia que está afectando a los niños, niñas y adolescentes del país.

4.    AYUDA URGENTE DURANTE LAS INUNDACIONES EN SUDÁN

Las lluvias incesantes han provocado que los niveles de agua del Nilo se eleven peligrosamente a más de 17 metros, el más alto registrado en más de un siglo. Se estima que 250.000 niños y niñas se hayan visto afectados. Gracias a nuestra intervención decenas de familias tienen ahora un refugio temporal y la asistencia alimentaria que tanto necesitan.

5.    MÁS DE 3.000 NIÑOS Y NIÑAS ESCOLARIZADOS EN BANGLADÉS

En todo el mundo, millones de niños y niñas no han vuelto a la escuela. En Bangladés, hemos brindado lecciones en el patio para hasta cinco niños y niñas, lo que les permitió continuar su educación esencial mientras se distanciaban socialmente. En total, hasta ahora hemos llegado a más de 3000 niños y niñas. Como Tomal, que sueña con ser periodista y puede seguir con su educación gracias al compromiso de nuestros trabajadores en el campo de refugiados de Cox’s Bazar. 

Agradecemos muchísimo el apoyo de todas las personas que quieren defender los derechos de los niños y las niñas, que ha hecho posible seguir trabajando para salvar vidas y dar una oportunidad a la infancia más vulnerable en todo el mundo.