brigadas verdes
los niños y niñas que siembran el cambio en capotillo
A orillas del río Isabela en Capotillo, uno de los barrios más vulnerables de Santo Domingo, un grupo de niños, niñas y adolescentes de entre 10 y 14 años se reúne con un objetivo: ser defensores de su entorno para transformarlo. Se llaman brigadas verdes y unen el activismo medioambiental con la movilización comunitaria.
¿cómo lo hacen?
Periódicamente salen a pasear por su barrio con una libreta en mano que es su diario de observación medioambiental. En él apuntan donde se encuentran los puntos más críticos de basura, registran hábitos de la población respecto a los deshechos, anotan qué días pasa el camión de la recogida y analizan cómo afectan los vertidos para mejorar así la gestión de residuos. A su vez, organizan limpiezas comunitarias, como la del río Isabela, o recorren las calles para sensibilizar a todos los residentes sobre el impacto de la contaminación en la salud.
«Las brigadas verdes son semillas de cambio en la comunidad», con este mantra este grupo de niños y niñas demuestra que nadie es demasiado joven para defender el planeta del cambio climático. No hay planeta B, pero sí una generación dispuesta a luchar por él desde su barrio con acciones locales que, al final, contribuyan a grandes transformaciones.
educación, protección y medioambiente
Trabajar la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente no sería posible sin contar con un entorno seguro para la infancia. En este sentido, esta acción forma parte el proyecto “Educación y protección a través del deporte: Jugando por la inclusión” que Save the Children y la Fundación FC Barcelona llevan a cabo en Capotillo desde hace tres años.
Un proyecto que acompaña a más de 1.600 niños y niñas en situación de pobreza o exclusión social y sus familias. Lo cierto es que la pobreza afecta a más del 70% de la población en Capotillo y la violencia sigue anclada en la comunidad: la mitad de los niños y niñas asegura haber sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida. Teniendo en cuenta que la infancia representa más de un tercio de los habitantes en Capotillo, el impacto de la violencia y la pobreza es aún más preocupante.
Ante este contexto, “Jugando por la inclusión” tiene como objetivo crear entornos seguros para que los niños y niñas puedan desarrollarse plenamente en la comunidad a través del deporte y la actividad física. Integrando protección, educación y el medio ambiente, este proyecto se centra en sensibilizar, prevenir e identificar las violencias contra la infancia en los diferentes espacios de la vida de los niños: casa, escuela y comunidad; en la parte educativa, se focaliza en reforzar las competencias en lectura y matemáticas de las niñas y niñas para que nadie quede atrás y, el tercer eje, se enfoca en mejorar el entorno mediante acciones medioambientales que están lideradas por los propios chicos. Las brigadas verdes nos recuerdan que la participación activa de los niños y niñas en los aspectos que les afectan, es fundamental para contar con barrios más seguros, justos y sostenibles.
