Mujer migrante a Colombia

Atendemos en colombia a cientos de
mujeres venezolanas embarazadas

  

La espiral de agitación política y económica en Venezuela ha provocado un enorme aumento en el número de personas que abandonan el país. Colombia, país vecino, es el que ha recibido la mayor parte de los desplazados: más de 1,2 millones solo en 2018, entre ellos, 125 mil niños y niñas.

Nos preocupan especialmente las adolescentes y mujeres venezolanas a punto de dar a luz que han migrado solas a Colombia buscando atención médica. Por este motivo, el pasado mes de abril inauguramos una clínica de la Unidad Sanitaria para Emergencias de Save the Children en Maicao, cerca de la frontera con Colombia. Desde entonces hemos atendido a casi 800 embarazadas que habían migrado desde Venezuela, quienes han recibido atención sanitaria antes y después del parto. 

Hay que remarcar la importancia del papel de esta clínica en la frontera. Estas mujeres migran en el segundo o tercer trimestre de embarazo, justo antes de dar a luz, para poder tener a sus hijos en Colombia y recibir allí la atención médica. La mayoría de ellas llegan en condiciones extremas, tras días de viaje, y nuestra clínica es un primer punto por el que pasan y en el que reciben ayuda.

Estas mujeres y adolescentes migran ante la falta de alimentos que hay en Venezuela y por el colapso que sufre el sistema de salud del país. Por culpa de las condiciones en su país de origen y debido a las complicaciones en el viaje, seis de cada diez mujeres que hemos atendido han tenido embarazos de alto riesgo y más de la mitad sufría anemia. También hay varios casos de mujeres y adolescentes en peligro porque padecen enfermedades de transmisión sexual como la sífilis y el VPH.

En muchas ocasiones estas mujeres no son del todo conscientes de los riesgos que conlleva su viaje a Colombia y, al llegar, no tienen un lugar donde quedarse tanto antes como después de dar a luz.

Los problemas económicos son una de las razones de tantos embarazos y, en consecuencia, de tantas mujeres que migran embarazadas. La inflación se ha disparado en más de un millón por ciento en Venezuela y esto hace que los anticonceptivos sean un recurso prácticamente inasequible en los últimos años.

Nuestra clínica de la Unidad Sanitaria para Emergencias en Maicao, Colombia, además de dar atención pre y posparto intenta formar y ayudar a varios niveles las mujeres y adolescentes que acuden a las consultas. Tenemos cursos de planificación familiar, atención psicológica, atención para las víctimas de violencia de género y diagnóstico y tratamiento para las enfermedades de transmisión sexual.

La historia de Ana

Ana, de 26 años, decidió migrar a Colombia sola, cuando ya estaba embarazada de 7 meses. No podía permitirse llevar a sus dos hijas mayores consigo y tuvo que dejarlas en Venezuela con su abuela. Ana migró debido a la falta de atención medica en su país de origen. 

La joven explica sus preocupaciones por dar a luz sin los medios necesarios y las dificultades que ha pasado al llegar a Colombia. En nuestra clínica de Maicao recibió tratamientos pre y posparto. Tenía un embarazo de alto riesgo debido a la anemia y los cálculos renales pero fue supervisada muy de cerca por nuestros médicos y trabajadores sociales y pudo dar a luz a su bebé de forma segura.

La historia de Keren

Keren tiene 39 años y es madre de cinco hijos. Debido a la crisis que vive Venezuela, se ha estado moviendo entre este país y Colombia durante dos años. En ocasiones, Keren se vio obligada a vivir en las calles, intentando recaudar el dinero suficiente para comprar comida para sus cinco hijos, que vivían con su abuela y su padre en Venezuela.

Hace unos meses Keren se mudó permanentemente a Colombia para poder acceder a la atención prenatal en nuestra clínica en sufre afecta.

La buena noticia es que Keren y su cuñada lograron recientemente alquilar una pequeña casa para sus familias y su marido ha llegado a Colombia hace unos días con dos de sus hijos para estar con ella.

Las madres adolescentes, las más vulnerables

María Paula Martínez, directora general de Save the Children en Colombia, denuncia que casi una quinta parte de las mujeres embarazadas que llegan son niñas menores de 18 años que han tenido que dejar casi todo lo que tenían, incluida su documentación.

Esto significa que su acceso a la atención médica y la educación es extremadamente limitado, lo que aumenta los riesgos para ellas y para sus bebés. Nuestra compañera le ha pedido al Gobierno colombiano que asigne más recursos para las jóvenes que migran desde Venezuela.

Es fundamental que se garantice su acceso a servicios de salud de calidad y el cumplimiento de sus derechos, con un enfoque especial de salud sexual y reproductiva.