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Educar para no violar

Artículo escrito por Carmela del Moral, Analísta Jurídico de Derechos de la Infancia en Save the Children

En los últimos meses la violencia sexual se ha convertido en foco de noticias, debates y movilizaciones sociales. Día sí día no nos levantamos con noticias de agresiones sexuales que, en muchas ocasionas, implican a menores tanto en el papel de víctimas como en el de agresores. Casos mediáticos como el de La Manada, así como el resurgir del movimiento feminista han hecho que la sociedad empiece a cuestionar patrones y conductas sexuales hasta hace poco normalizados. Los límites del consentimiento se han puesto en el centro del debate, y la cultura de la violación (esa construcción cultural transmitida a través de novelas, películas y canciones que normaliza, justifica e incluso llega a convertir en elemento romántico la violencia sexual contra las mujeres), se cuestiona y de-construye desde distintos medios.

Pero, ¿cómo afecta este debate a la protección de niños, niñas y adolescentes? ¿Qué medidas se pueden tomar más allá de discusiones culturales, artículos de opinión y endurecimiento de las penas? La apuesta desde Save the Children es clara: la educación afectivo-sexual; convertirla en una asignatura obligatoria, que se imparta desde los primeros ciclos educativos y vaya construyéndose y adaptándose a los distintos estadios evolutivos. 

La educación afectivo-sexual como asignatura obligatoria

Si no educamos a nuestros hijos y a nuestras hijas desde bien pequeños en cuestiones como la autonomía del propio cuerpo, el consentimiento, la igualdad de género, los afectos y el apego seguro, estamos abocándolos a convertirse en potenciales víctimas, y en potenciales agresores. Si no les enseñamos que las relaciones sexuales deben basarse en la confianza, el respeto y la libertad; si no vamos más allá del no es no, y no enseñamos que solo un sí entusiasta y libre es consentimiento; si no educamos en que el sexo debe ser compartido y disfrutado en igualdad y con seguridad (una seguridad más allá de la médica), no acabaremos jamás con la lacra de la violencia sexual.

Y no solamente porque los niños, niñas y adolescentes tendrán menos herramientas para identificar una posible situación de abuso y evitarla o denunciarla, sino porque estaremos dejando que basen su sexualidad en referentes confusos, dañinos y violentos. Ya no solo porque los mensajes que les llegan a través de la cultura popular estén caracterizados por relaciones machistas y una normalización de la violencia sexual, sino porque hoy en día, desde muy corta edad, nuestros niños y niñas tienen un acceso inmediato e ilimitado a un mundo desconocido y preocupante, inexistente hasta hace pocos años: el de la pornografía en internet.

De esta manera, sin una educación básica, y accediendo a edades tempranas a estos contenidos, niños y niñas normalizan, asimilan y toman como referente conductas y prácticas sexuales extremas caracterizadas por la violencia, la dominación y la extrema desigualdad en sexo entre hombres y mujeres, convirtiendo a los primeros en agentes con poder y a las segundas en meros objetos sujetos a los deseos e impulsos masculinos.

hablar de relaciones sexuales y afectivas

Puede que a algunas familias les asuste que se hable a sus hijos e hijas de relaciones sexuales y afectivas a edades tempranas, a perder el control sobre algo que, en nuestra cultura, pertenece a lo privado y casi al tabú. Pero es que la alternativa es terrorífica: es crear generaciones que normalicen las fantasías de violación, el sexo violento y la cosificación de las mujeres. 

Llevará tiempo y esfuerzo, habrá que salvar barreras y obstáculos, pero sólo educando desde el principio de la vida en una la sexualidad libre, igualitaria, respetuosa y basada en el consentimiento podremos evitar que haya nuevas manadas y nuevas víctimas

Respuestas fáciles a preguntas difíciles

Todavía nos cuesta mucho hablar de sexualidad, sobre todo con los niños, niñas y adolescentes. Por eso en Save the Children hemos creado las guías y el curso “Respuestas fáciles a preguntas difíciles”. Nuestro objetivo es crear una herramienta que facilite a las familias la educación sexual.

Utilizando y adaptando las claves que te enseñamos podrás poner en práctica una mejor comunicación que te permita hablar de sexualidad con tus hijos e hijas, saber cuáles son las dudas más frecuentes en cada etapa y cómo utilizar esas preguntas para educar.

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