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Filipinas: Zyrus, el héroe local con el barco destrozado y el espíritu de luchador

Zyrus tenía tantas ganas de unirse a nuestro trabajo de respuesta a la emergencia que olvidó apuntarse en el registro municipal. El resultado fue que a Zyrus le inscribieron en la lista de desaparecidos. Desde entonces ha estado ayudándonos en la distribución de lonas para las tiendas de campaña y de los kits de higiene y artículos del hogar entre miles de familias afectadas.

Quería unirme al equipo de distribución porque había visto lo agradecida que estaba la gente cuando recibía algo y quería formar parte de esa ayuda. Adoro mi trabajo”.

Zyrus sobrevivió a la tormenta. Estaba trabajando para la patrulla marítima; tanto él como el resto del equipo se refugiaron en una isla cercana. Pudo ver cómo volcaban los barcos y chocaban unos con otros. Las aguas del mar crecían tan rápidamente y todos los árboles se caían. Él se quedó encogido debajo de un árbol.

El tifón partió en dos el barco de Zyrus. Alrededor de las 4 pm, el agua había bajado aproximadamente a la mitad y decidieron meterse en el agua y tratar de nadar hasta tierra firme. En aquel momento estaban juntosocho adultos y un adolescente. Cuando llegaron a mitad de camino, el nivel del mar volvió a subir y las olas comenzaron a rodearles.

Zyrus respira profundamente antes de seguir contándome su historia.

Una ola muy fuerte me separó del chico más joven y me di cuenta de que no era lo suficientemente fuerte como para resistir la fuerza del agua. Empezó a gritar y a pedir ayuda. Nos acercamos a él y conseguí cogerle. Pero mientras todo esto sucedía empecé a escurrirme hacia abajo y a sentir una presión hacia el fondo – las olas eran enormes. No paraba de tragar agua del mar…pero, tenía que salvarle. Le dije, “te tienes que agarrar a mi, tengo que nadar y no te puedo agarrar yo”. Llevó un rato llegar hasta la orilla y allí fue cuando perdí el conocimiento”.

Al sentir las olas golpeándoles y arrastrándoles por la arena, pensó en la suerte que tenía de estar sobre arena y no sobre las rocas, en cuyo caso, ahora estaría muerto. El chico le arrastró hasta un lugar seguro y diez minutos después recuperó la consciencia.

Anduvimos más de dos horas hasta el lugar donde él vivía. Después de dejarle en casa, seguí caminando solo hasta que se hizo de noche. De repente me tropecé y me di cuenta de que me había tropezado con un cadáver. Casi me caigo encima de él. Junto a él había una vela que tuve que utilizar para seguir el camino hasta el siguiente pueblo”.

Y allí, por fin se acabó el horrible trayecto de Zyrus. Fue hacia el ayuntamiento del pueblo y allí estaba su tía y su cuñado. Le dijeron que toda la familia estaba bien. Sentió un alivio enorme.

Zyrus es especialmente modesto al hablar sobre su heroica actuación, moviéndose incómodamente en su sitio cuando le lanzo la última pregunta. Sigue en contacto con el chico al que salvó. De vez en cuando va a verle a él y a su familia. Su madre y su tía, en concreto, cada vez que le ven se abalanzan a abrazarle.

¿Lo ves?, si la gente está feliz, yo estoy feliz también”.