La roya del café diezma las cosechas y deja a muchas familias sin ingresos en Guatemala

La roya es un hongo que afecta a la hoja del café y detiene el crecimiento de las guindas que producen los granos.  Barre las plantaciones matando las plantas y el medio de vida.  La plaga actual ha afectado a El Salvador, Nicaragua, Honduras y Guatemala desde 2012.

Rubila tiene 41 años y vive con sus 10 hijos en la localidad de Lomas Oquen, en Guatemala. La roya del café ha diezmado las cosechas de los últimos años dejando sin ingresos a familias como la suya.

Su marido es cosechador. Habitualmente trabaja en Esquipulas, a  52 kilómetros de distancia, pero este año no ha podido trabajar por la roya,  y no ha llevado dinero a casa. Cuando tenían ingresos de la cosecha de café,  Rubila podía cocinar hasta 10 libras de maíz para su familia cada día. Ahora sólo puede aproximadamente 8. Antes podía dar de comer a su familia tortilla y carne.  Ahora solo tortilla y hierbas.

Mi marido se acaba de ir a trabajar un día fuera a una zona cercana. Ambos tenemos que trabajar para poder comprar maíz y azúcar; si solo trabajáramos uno, no podríamos hacer frente a ese gasto. Cuando no hay trabajo, al menos comemos amaranto y sal.  Las mujeres aquí tejemos alfombras pero no ganamos lo suficiente para poder comprar cosas. Por eso, nuestros maridos tienen que ir a trabajar;  si no hiciéramos eso, nuestros hijos estarían desnutridos.

Mi esposo solía ganar 1.000 quetzales y hacer cinco viajes por cosecha, pero ahora sólo hace tres viajes y  consigue 500 quetzales en total.  Ahora, ya que no hay cosecha en Esquipulas,  solo trabaja un día y no queremos ver a nuestros hijos morir de hambre”. Tenemos que luchar; yo intento conseguir cualquier cosas para mis hijos más pequeños;  les explicamos lo que tenemos, pero ellos siempre quieren comer.  Incluso cuando no tenemos nada para comer, mis hijos siempre tienen comida en la mesa.  Les damos de comer, al menos,  amaranto y sal.  Saben que tienen que comer lo que haya; no se puede elegir”.

Mi hija María del Rosario se puso enferma. Tenía diarrea y fiebre. Le llevé al colegio,  no a Jocotán, ya que sólo tienen básculas en la escuela (para medir peso y altura). Se puso realmente mala, se hinchó y nos llevaron a un centro de salud. El médico me dijo que lo que necesitaba era comida; no medicina.  Tengo otro hijo que también está muy delgado.

Estamos presente en la región de Chiquimula y pretende ayudar a un total de 800 familias afectadas (4.800 personas y 2.544 niños) a través de:

  • Entrega de dinero en efectivo para programas de trabajo con el fin de aumentar el acceso a los alimentos  mediante el establecimiento de huertos comunitarios.
  • Establecer actividades de protección y servicios de vigilancia para los niños e informar sobre la seguridad alimentaria y la nutrición.
  • Mejorar el programa de alimentación en las escuelas.