zamboanga_filipinas.jpg

La violencia en Zamboanga golpea de nuevo a la población más vulnerable

Esta entrada ha sido escrita por nuestro compañero Gonzalo Atxaerandio, coordinador del Convenio de Emergencias de la AECID.

Después de casi dos años enfrentando los peores tifones de los últimos tiempos en Filipinas, una vez más, otra crisis humanitaria golpea la población más pobre y  vulnerable en la isla de Mindanao. He seguido de cerca los acontecimientos que han sucedido durante las últimas semanas en Zamboanga y me provoca una gran tristeza y frustración ver el sufrimiento derivado de la violencia que está enquistada en Mindanao.

Hace ya unos cuantos meses se iniciaron acuerdos de paz entre el MILF (Moro Islamic Liberation Front) y el Gobierno filipino. Todo indicaba que las conversaciones parecían ir por buen camino y se albergada la esperanza del final de 40 años de conflicto que ha dejado más de 120.000 muertos y más de 2 millones de desplazados. Lamentablemente, la paz en Mindanao no parece que este cerca de su final.

La rebelión de Nur Nusuari y sus seguidores del MNLF (Muslin National Liberation Front) demuestran que el proceso de paz va a ser complejo y no se va a resolver de manera inmediata. Después de las dos semanas de enfrentamiento armado se contabilizan más de 100 muertos, más de 200 heridos, más de 138000 personas desplazadas y más de 10.000 casas destruidas.

La terrible realidad para muchas famililias

A parte del daño y sufrimiento generado durante el combate entre ambas partes ahora  las familias se enfrentan a una realidad muy adversa. Las condiciones en las que están los desplazados internos pone de manifiesto las grandes carencias existentes en los centros de evacuación y el preocupante futuro inmediato al que la población afectada se enfrentará en las próximas semanas cuando vuelvan a sus lugares destruidos.

La situación de la infancia una vez más es la más expuesta; se ha reportado un caso de violación dentro de un centro de evacuación y otro de intento de violación. Se han registrado varios casos trauma infantil provocado por las dramáticas situaciones que han padecido durante los últimos días."

La situación de saneamiento en los centros de evacuación es lamentable, en el mayor centro de evacuación en el que conviven 70.000 personas hay un ratio de unos 1500 personas por cada letrina, lo que está generando un gran riesgo para la salud y la propensión y aparición de enfermedades. Muchas personas que están confinadas en los centros de evacuación todavía desconocen que sus casas están destruidas.

La normalización de vida de estas personas no va a ser tan sencilla en un entorno donde la seguridad es tan volátil.  Por otro lado me agrada saber que hay personal humanitario que están trabajando intensamente en la respuesta a esta crisis humanitaria. Las primeras ayudas están llegando y serán muy bien recibidas después de algunos días de retraso en el acceso a las familias debido a los problemas de seguridad.

Espero que por lo menos los tifones pasen de largo este año por Filipinas pues en los últimos meses se han producido varias inundaciones e incidentes. Sin ir más lejos el lunes 23 de septiembre un corrimiento de tierras provocó casi 30 muertos en Zambales a dos horas al norte de Manila.