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Los efectos psicológicos seis meses después de las inundaciones en Pakistán

Mañana se cumplen 6 meses de uno de los peores desastres naturales de este siglo, que ha afectado a más de 21 millones de personas, más que el Huracán Katrina de 2005, el Nargis de 2008, el Tsunami de Indonesia en 2004 o el terremoto de Haití el año pasado.

Los niños y niñas afectados por las inundaciones han quedado traumatizados después del desastre y sufren ansiedad, depresión y fobias. El 87% de los niños está estresado o muestra agresividad, el 75% no es capaz de expresarse bien y el 70% se siente inseguro, tiene miedo a la gente, al agua, a los espacios abiertos y a la oscuridad.

Este estudio demuestra que nos niños y niñas aún están desolados y aterrados por lo que ha ocurrido. Muchos tienen pesadillas y no han superado el desastre. No tienen ropa adecuada, han perdido sus juguetes y sus escuelas aún están cerradas. Estas pérdidas son simplemente demasiado para un niño. Si no reciben la ayuda necesaria para afrontar los problemas emocionales tendrán baja autoestima e inseguridad a lo largo de su vida.

Los niños y niñas se llevaron la peor parte de las inundaciones que azotaron el país hace seis meses y que afectaron a más de 21 millones de personas en las provincias de Sindh, Punjab y Khyber Pakhtunkhwa. Las familias tuvieron que dejar sus casas, que quedaron destruídas después de que las violentas lluvias tragaran pueblos y ciudades enteras.

Las inundaciones destruyeron más de 2,2 millones de hectáreas de tierra de cultivo, provocando una escasez de arroz, azúcar, vegetales, fruta. Mucha gente se quedó sin trabajo y ahora no tienen nada que llevar a casa. Ahora los niños y niñas se han visto forzados a trabajar y las niñas a casarse para ayudar a los padres a mantener sus negocios. Hay más de 6.000 niños y niñas en Punjab, Khyber Pakhtunkhwa y Sindh que trabajan para ayudar a sus familias y se han identificado más de 300 casos de matrimonios con niñas en las zonas afectadas por las inundaciones.

Las necesidades de los niños y las niñas se ven amenazadas cuando sus padres están sufriendo altos niveles de estrés. Para ayudarles, proporcionamos apoyo emocional a los niños y niñas a través de espacios amigables y servicios psicólogicos”

Lucía Losoviz, responsable de Programas Internacionales.

Hemos entrevistado a los niños y niñas de entre 5 y 15 años que viven en Muzaffargarh, Rajanpur, Punjab y Khyber Pakthunkhwa, ellos afirman haber perdido todo lo que tenían y sufren de un profundo estrés. Su comportamiento ha sido monitoreado y medido mediante una técnica conocida como “Draw a person”, que revela los sentimientos y la personalidad del niño y permite analizar su estado mental.

Desde que comenzaron las inundaciones el pasado mes de julio, hemos establecido 174 áreas seguras para jugar en las zonas más afectadas y al menos 130.000 niños han sido atendidos con los programas de apoyo emocional.

Con casi siete millones de personas todavía desplazadas, las inundaciones de este verano han sido uno de los mayores desastres naturales de este siglo, que ha afectado a más personas que el Huracán Katrina de 2005, el Nargis de 2008, el Tsunami de Indonesia en 2004 o el terremoto de Haití.

Un desastre a gran escala como este implica la urgente necesidad de proporcionar un hogar a las familias y una escuela para los niños y niñas para que así puedan recuperar cuanto antes la normalidad. Sin embargo la reubicación es una tarea muy dura. En algunos lugares, el agua todavía no ha desaparecido. El proceso de recuperación será mucho más largo de lo que se pensó al principio y para atender todas las necesidades debemos continuar con nuestro apoyo”.

Hemos proporcionado ayuda de emergencia a más de 2.600.000 afectados a través de cuidado sanitario, distribución de tiendas, utensilios de cocina, sacos de potabilización de agua y comida. Gracias al Convenio AECID de ayuda humanitaria hemos desarrollado actividades de apoyo emocional, protección y educación entre los niños y niñas afectadas por las inundaciones.