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No basta con desearlo, hacen falta acciones política concretas

Yolanda Román, Responsable de Incidencia política, explica por qué nos vamos mañana con la Agenda de Infancia al Congreso de los Diputados.

Aunque no siempre la veamos, la violencia contra los niños y niñas es una realidad de grandes dimensiones, en España y en todo el mundo.  En los hogares, en las escuelas, en las instituciones (centros de protección, juzgados), en lo medios de comunicación y en internet, los niños están expuestos a múltiples formas de violencia. Acciones, intencionadas o no,  que pueden causarles un daño físico, psíquico, emocional o social y que pueden afectar de manera negativa a su normal desarrollo y, por tanto, a la realización de sus derechos.  En contextos de pobreza y exclusión, el riesgo de sufrir violencia aumenta.

No podemos ser indiferentes a las necesidades de los niños. Sus necesidades materiales, sociales y afectivas deben ser el centro de atención de una sociedad que se considere protectora de la infancia. No sólo porque son más vulnerables, sino porque también tienen derechos, pero menor capacidad para reivindicarlos y exigirlos. Todas las sociedades quieren garantizar la protección de su población infantil,  pero no basta con decirlo, no basta con desearlo. Para que realmente la protección de los niños y las niñas y de sus derechos sea una realidad, es imprescindible que se convierta en una prioridad política.

Garantizar los derechos al bienestar, a la protección, a la salud, a la educación, a la participación de los niños y niñas requiere de medidas decididas a favor de la infancia. Son necesarios recursos económicos destinados ayudar a las familias y a la infancia, sobre todos a aquellos grupos de población más vulnerables y desfavorecidos, pero es igualmente necesaria una voluntad política firme y decidida que apueste por la infancia: por identificar sus problemas reales, por detectar rápida y eficazmente las situaciones de violencia, riesgo y desamparo, por garantizar el conocimiento de los derechos de los niños y por incorporar estos al discurso y a la acción política.

Por eso llevamos la Agenda de Infancia 2012-2015 al Congreso de los Diputados, el centro neurálgico de la política española. Por eso hemos personalizado un ejemplar para cada uno de los diputados y diputadas, porque ellos tienen en sus manos, en el marco de las diferentes comisiones parlamentarias, el poder real de tomar medidas para mejorar la vida y los derechos de los niños y las niñas que viven en España y el resto del mundo.

Pasaremos lista para tomar nota, de manera simbólica, del compromiso político de los distintos grupos parlamentarios con la defensa de la infancia. Pero más allá de las fotos, los actos y los gestos, nos pondremos, una vez, a su disposición para trabajar juntos a favor de los niños y los niñas. Ellos cuentan con nosotros. ¿Contamos nosotros con ellos?