Ola de frío en Serbia y Grecia

Las bajas temperaturas amenazan la vida de cientos de niños refugiados

 

Casi 2.000 refugiados, incluyendo unos 300 niños, corren riesgo de morir a causa de las bajas temperaturas por congelación e hipotermia. Atrapados en la capital serbia, Belgrado, los niños están durmiendo en alojamientos improvisados a temperaturas inferiores a los -14ºC mientras esperan poder acceder a Hungría.

Los edificios abandonados donde se alojan refugiados y migrantes están en pésimas condiciones. Tienen techos altos, ventanas rotas, sin calefacción y no hay instalaciones sanitarias.

Más del 10% de todos los refugiados y migrantes que llegan a Serbia son menores no acompañados, y más del 20% de todos los niños que llegan. Se calcula que hay alrededor de 700 menores no acompañados actualmente en el país, entre ellos 300 que están durmiendo en almacenes y edificios abandonados en Belgrado donde no hay calefacción ni agua corriente. Algunos de estos niños no han cumplido los 10 años.

En el norte de Grecia, un refugiado afgano murió congelado cuando las temperaturas se desplomaron hasta los -14ºC. En Bulgaria, el Ministerio del Interior ha informado de que el cuerpo de una mujer somalí fue encontrado congelado en la frontera sur del país. Varios medios de comunicación también hablan de que otros dos hombres iraquíes fueron encontrados muertos por congelación el viernes en un bosque en el sureste de Bulgaria.

Mantenerse caliente para sobrevivir

Los niños se hacen camas con los periódicos que encuentran para mantener el calor, y en un esfuerzo por preparar comidas calientes, la gente está haciendo hogueras improvisadas utilizando cualquier material disponible. El humo negro y los vapores que desprenden esos fuegos donde se queman entre otros multitud de plásticos, son perjudiciales para quienes los respiran.

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A medida que las condiciones empeoran, el número de refugiados que intentan cruzar la frontera sigue aumentando y ya se han registrado 61 muertes como consecuencia de esta situación.

Malak*, una de las llegadas a Serbia

Malak* llegó a Belgrado después de viajar durante varias semanas con su familia con temperaturas cercanas a los -10ºC. Tenía lesiones por congelación en las manos cuando nuestros compañeros en terreno les atendieron en el punto de ayuda de Miksaliste.

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Estamos dirigiendo un centro en Miksaliste, Belgrado, donde proporcionamos a los recién llegados asistencia médica mientras esperan a registrarse y tener acceso a los refugios oficiales. En este centro tenemos un espacio seguro con apoyo psicosocial para ayudar a que los niños hagan frente a las cosas que han visto y han vivido

Rana*, con la nieve en Grecia

Rana* tiene dos años y vive junto a su hermano Tariq* de un año y sus padres en un campo de refugiados a 55 kilómetros de Atenas. Viven en una habitación temporal dentro de un antiguo almacén. El invierno ha golpeado con fuerza en Grecia con temperaturas bajo cero y nevadas.

Hay un sistema de calefacción instalado dentro del almacén, pero sólo se enciende durante unas horas por la noche. El techo alto del almacén y la falta de aislamiento hace que las temperaturas en el interior sean muy frías y a las familias les resulte muy difícil conseguir algo de calor. Tan frías han sido las temperaturas en el campamento que las tuberías de agua se han congelado y la gente no ha tenido acceso a agua caliente.

El sistema de calefacción no está funcionando correctamente, todavía es muy frío, especialmente durante la noche. Llevamos todo lo que tenemos para mantenernos calientes. Mis hijos están enfermos continuamente, tienen problemas de pecho y tos todo el tiempo.

(Elaha*, madre de Rana* y Tariq*)

Huyendo del conflicto

Muchos refugiados y migrantes procedentes de países afectados por conflictos como Afganistán, Irak, Siria y Pakistán están varados en Serbia esperando saber si su solicitud de asilo en Hungría es aceptada. Esto determinará si están o no entre las diez personas por día a las que se les permite viajar a Hungría desde ese punto de fronterizo.

En 2015, Hungría fortificó su frontera con una alambrada. Serbia se asienta en lo que se ha denominado la "ruta de los Balcanes", que ha sido utilizada por cientos de miles de refugiados para entrar en Europa, que huyen de sus naciones por desesperación. Aunque la frontera permanece cerrada, miles de personas todavía intentan este viaje.

Qué estamos haciendo desde Save the Children

Estamos trabajando en Serbia y Grecia proporcionando un apoyo crucial a los refugiados ante la situación de bajas temperaturas que estamos viviendo. Nuestra respuesta hasta ahora ha incluido:

  •  Transporte de refugiados - incluyendo cientos de niños refugiados - a espacios seguros.
  •  Distribución de ropa de invierno adecuada para protegerse de las condiciones de frío extremas.
  •  Asistencia sanitaria a niños que necesitan tratamiento en casos de congelación e hipotermia

Ayúdanos a llegar a más niños y niñas refugiados.

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