baño publico

¿Por qué es tan importante
el día del retrete?

Este 19 de noviembre se celebra el Día Mundial del Retrete. Sí, lo has leído bien: se celebra el día del baño. ¿Cómo? ¿qué? ¿por qué? Porque tener acceso a un baño seguro es un privilegio: más del 40% de la población no lo tiene

Naciones Unidas explica que un retrete seguro hace referencia a “un baño que no se comparte con otros hogares y que permite tratar o eliminar in situ los desechos humanos, o almacenarlos de forma segura para su posterior vaciado y tratamiento en otro lugar, o bien está conectado a través de la red de alcantarillado a una planta de tratamiento de aguas residuales”. 

No disponer de un baño en condiciones prolifera enfermedades como el cólera o diarrea, porque defecar al aire libre contamina el suelo, el agua y los alimentos. Y no solo afecta a la salud: sin un retrete seguro, millones de mujeres y niñas pierden privacidad y seguridad, se exponen a la violencia y complica su higiene menstrual, hasta el punto de perder días de escuela con frecuencia. 

Por raro que parezca, el saneamiento es un derecho humano. Este derecho implica “el acceso a instalaciones y servicios que permitan la eliminación segura e higiénica de excreta humana”. 

El retrete en números 

  • 354 millones de personas todavía tienen que hacer sus necesidades al aire libre.
  • Cada día mueren unos 1.000 niños y niñas menores de cinco años debido al agua insalubre, el saneamiento deficiente y la falta de higiene.
  • El 22% de las escuelas de todo el mundo carecen de acceso a servicios de saneamiento básicos, lo que afecta al aprendizaje de estos niños y niñas.
  • El 42% de las aguas residuales domésticas no se trata adecuadamente, lo que tiene efectos nocivos para los ecosistemas y la salud humana

El cambio climático y los baños seguros

La crisis climática está transformando la gestión del agua y el saneamiento en todo el mundo. La rápida desaparición de glaciares y la reducción de recursos hídricos hacen que garantizar agua segura sea cada vez más difícil

Lara Tavares, nuestra compañera especialista en cambio climático, señala que "esta variabilidad, sumada al aumento de inundaciones y al ascenso del nivel del mar, amenaza infraestructuras básicas como alcantarillado y plantas de tratamiento, provocando vertidos que contaminan suelos, ríos y el medio ambiente". 

A ello se añade, según Naciones Unidas, un impacto silencioso: "los sistemas de saneamiento mal gestionados emiten grandes cantidades de metano y óxido nitroso, potentes gases de efecto invernadero que agravan la crisis climática y aceleran la pérdida de glaciares, alimentando un círculo vicioso difícil de romper".

Nuestro trabajo en WaSH

En las emergencias, para evitar que se desencadene una crisis de salud pública, los servicios de agua, saneamiento e higiene (WaSH, por sus siglas en inglés) deben estar preparados. Contar con agua segura, instalaciones sanitarias y prácticas de higiene adecuadas es esencial para proteger la salud y la vida de los niños y las niñas. 

Nuestro trabajo se centra en promover mejores prácticas de higiene y un uso adecuado del agua, impulsar la creación de entornos seguros y limpios para la infancia —especialmente en los centros educativos— y apoyar a las familias en sus hogares para mejorar la calidad del agua que consumen. También trabajamos para que viviendas y escuelas cuenten con inodoros que garanticen condiciones de vida dignas.

Así que sí, la próxima vez que te digan que existe un día del retrete, ya sabrás que tener un baño es un lujo y significa salud, dignidad y futuro. Y que recordarlo, al menos una vez al año, sigue siendo imprescindible.