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¿qué pasaría si la temperatura global
aumentara 3,5ºc?

En este 5 de junio, Día Mundial del Medioambiente, hemos lanzado un nuevo estudio sobre el impacto de la crisis climática en la infancia, que muestra tres posibles escenarios de cómo puede llegar a ser el calentamiento global en 2100: uno en el que se cumple el Acuerdo de París (limitar el aumento de la temperatura global media a 1,5 °C), otro con un aumento de 2,7 °C —el compromiso actual—, y, el peor, un mundo 3,5 °C más caliente.

Si el peor de los escenarios se cumple, el de llegar a los 3,5ºC, en España significaría que el 99 % de los niños y niñas nacidos en 2020 se enfrentarían a una exposición sin precedentes a las olas de calor, en comparación con el 29% de los nacidos en 1960, el 25 % de los niños y niñas nacidos en 2020 sufrirían sequías—frente al 5% de los nacidos en 1960—, el 14 % presenciarían pérdidas de cosechas—frente al 3%—, y el 23 % experimentarían incendios forestales—en comparación con solo el 3 % de los nacidos en 1960. En otras palabras: las probabilidades de estar expuesto a fenómenos climáticos extremos se duplican o triplican para los niños y niñas nacidos en 2020 en comparación con sus abuelos. 

Y ¿qué pasaría en el resto del mundo?

 

unas olas de calor "sin precedentes"

Si la temperatura global aumenta 3,5 °C, el 92 % de los niños nacidos en 2020 estará expuesto a olas de calor extremas y frecuentes. Serán parte de su vida cotidiana, especialmente en barrios pobres, donde la falta de vegetación, el calor acumulado en los edificios y la precariedad agravan los riesgos. Bebés, niños pequeños y mujeres embarazadas estarán entre los más vulnerables, con más probabilidades de sufrir deshidratación y complicaciones médicas.

COMIDA CADA VEZ MÁS ESCASA Y CARA

El cambio climático también amenaza la alimentación infantil. Las cosechas se pierden por sequías, plagas y lluvias impredecibles. Las cadenas de suministro se alteran. Esto se traduce en menos alimentos, de peor calidad y más caros. Las familias se ven forzadas a recurrir a dietas menos nutritivas, lo que aumenta los casos de desnutrición, anemia y retraso en el crecimiento. 

El 29 % de los niños y niñas nacidos en 2020 vivirán niveles de pérdida de cosechas sin precedentes. Además, en zonas rurales, las crisis agrícolas pueden empujar a muchas familias a tomar decisiones extremas, como sacar a sus hijos e hijas de la escuela o recurrir al matrimonio infantil para aliviar la carga económica.

INUNDACIONES más frecuentes y destructivas

Las crecidas de ríos, intensificadas por el calentamiento global, podrían afectar a millones de niñas y niños. En un mundo 3,5 °C más caliente, el 14 % de la infancia en zonas propensas a inundaciones vivirá con niveles de exposición sin precedentes. Las consecuencias: hogares arrasados, escuelas destruidas y vidas desplazadas.

CICLONES TROPICALES: el doble de expuestos

En zonas propensas a ciclones tropicales, el 19 % de los niños nacidos en 2020 vivirán con una exposición sin precedentes a estas tormentas extremas. Esto supone casi el doble que en un escenario de calentamiento moderado (1,5ºC). Las consecuencias son devastadoras: destrucción de infraestructuras, interrupción de servicios básicos y aumento de la pobreza.

Sequías que multplican el hambre 

Las sequías ―caracterizadas por períodos prolongados de escasez de agua― pueden tener efectos devastadores en las comunidades, perjudicando la agricultura, agotando recursos hídricos esenciales para la supervivencia. El impacto es especialmente grave para la infancia, ya que la escasez de agua puede provocar deshidratación y malnutrición, obstaculizar el desarrollo y aumentar las tasas de mortalidad y de matrimonio infantil. El 7% de los niños y niñas nacidos en 2020 se verán afectados por estas intensas sequías. 

Por ejemplo, en las zonas de Etiopía más afectadas por la sequía y la inseguridad alimentaria, las tasas de matrimonio infantil aumentaron un 119 % en 2022 en comparación con el año anterior.

INCENDIOS

Los incendios forestales, agravados por el cambio climático, son una amenaza creciente para nuestro Planeta. Deterioran la calidad del aire, alteran los ecosistemas y ponen en riesgo la seguridad de los hogares, vulnerando el derecho de las niñas y niños a un entorno seguro y estable. Además, provocan problemas respiratorios, enfermedades crónicas, traumas psicológicos y desplazamientos. El 10% de los niños y niñas nacidos en 2020 se verán afectados por los incendios. 

 

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El cambio climático es uno de los tres problemas medioambientales globales que amenazan a la humanidad ahora y en el futuro, junto con la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Estas amenazas globales suelen denominarse “la triple crisis planetaria”. Las tres influyen profundamente en la salud y el bienestar de la infancia. Por ejemplo, se calcula que en todo el mundo mueren cada día cerca de 2.000 niñas y niños menores de cinco años a causa de la contaminación atmosférica. 

Pero todavía hay esperanza... si presionamos a los líderes políticos y a la comunidad internacional para que dé un paso adelante y limite el calentamiento global a 1,5 °C, como se acordó en el Acuerdo de París, 58 millones de niñas y niños en el mundo —casi la mitad de las 120 millones de niñas y niños que nacieron en 2020— no se enfrentarían a una exposición sin precedentes a los fenómenos extremos durante toda su vida. 

En Save the Chidren pedimos planes de adaptación al cambio climático que tengan perspectiva de infancia y que se dé prioridad a una financiación climática que beneficie a la infancia, proteger el derecho de la infancia a vivir en un planeta seguro y sano y que sea escuchada y participe en las decisiones climáticas que afectan a su futuro. 

Aún tenemos la oportunidad de proteger el planeta y protegernos entre nosotras. El futuro de la infancia está en juego. La acción inmediata es un imperativo moral y una obligación legal.