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Siria: la decisión de escapar

Esta entrada ha sido escrita por nuestra compañera Hedinn Halldorsson.

Dos razones. Eso es lo que la mayoría de los refugiados me devuelven cuando les pregunto por qué decidieron huir y embarcarse en un viaje tan peligroso. En primer lugar, la seguridad y el miedo por sus vidas y por la de sus familias. En segundo lugar, Siria es un país en ruinas. Con sus deterioradas infraestructuras [simplemente sobreviviendo], encontrar agua y pan, se ha hecho prácticamente imposible para muchos.

Anduvimos durante la noche y dormíamos por el día”, explica una mujer embarazada y madre de tres hijos que recorrió 100 km andando en cinco día. “Tenía un miedo constante a que alguien nos atacase desde el bosque”.

Por lo que, al final, los refugiados simplemente no tienen otra opción que convertirse en refugiados. Arriesgan sus vidas quedándose y la arriesgan también embarcándose en un largo viaje cuyo destino es la seguridad. “Anduvimos durante la noche y dormíamos por el día”, explica una mujer embarazada y madre de tres hijos que recorrió 100 km andando en cinco día. “Tenía un miedo constante a que alguien nos atacase desde el bosque”.

Si todo va bien, el viaje promete un refugio. Algo de luz –lejana- al final del tunel. Esa es la razón pro la que uno de cada tres niños sirios han huido de su hogar, ya sea dentro de su país como desplazados internos o bien fuera de sus fronteras, dejando atrás todo lo que alguna vez conocieron y amaron.

No existen signos de cese de la violencia, sino todo lo contrario. Y los que se están llevando la peor parte son las gente normal. La necesidad es peor en la zona más devastada del país, donde el acceso humanitario es especialmente limitado. Sin embargo, desde el comienzo del conflicto hace más de 900 días, Save the Children ha llegado a cientos de miles de personas dentro de Siria, bajo condiciones extremadamente difíciles.  Desde hace meses hemos estado demandado el acceso humanitario sin trabas, sin obstáculos, algo que actualmente no tenemos. Trabajar en Siria sin limitaciones significaría poder llegar a las personas que más lo necesitan.

Siria, la gran tragedia de este siglo

“Siria se ha convertido en la gran tragedia de este siglo”, explica el responsable de la Agencia para los Refugiados de la ONU, “con sufrimiento y desplazamiento sin precedentes en la historia reciente”. Según la ONU, el conflicto ha sido tan fuerte que el número de refugiados se ha multiplicado por diez en un solo año.

Cuando sabes lo enormes que son las necesidades de la población –lo tremendamente dura que es la situación para millones de personas- resulta difícil dejar de pensar en el hecho de que la respuesta de una organización como Save the Children –cuyo objetivo es simplemente es responder a las necesidades más básica de la infancia y asegurar su supervivencia- a penas cuenta con el 40% de recursos que necesitaría.

Huí porque no quiero tener miedo"

Aya, siete años. 

Fuera de Siria, Líbano cuenta con el mayor número de refugiados procedentes de Siria – lo cual supone un cambio, hace tan solo unos meses era Jordania la que contaba con la cifra más elevada. Uno de cada diez habitantes en Jordania son sirios mientras que uno de cada cinco son sirios en Líbano. La mayoría de los dos millones de personas que han encontrado refugio y seguridad en países vecinos viven en casas en ruina o en refugios temporales.

Más de un millón de niños y niñas sirios han huido a alguno de estos países. Conocí a Aya, de siete años, que me contó que bailaba cuando había disparos fuera, “porque no quiero tener miedo”.

Nadie lo dice, en mis entrevistas con los refugiados, pero muchos se dan cuenta de que pueden pasar meses y años antes de que puedan regresar a un país al que algún día llamaron Siria. Y aquellos con los que hablo están en diferentes momentos del duelo de todo lo que han perdido y han dejado atrás –y que pueden no volver a ver nunca más. Familia, hogar, un país. El conflicto ha desencadenado una inimaginable ola de sufrimiento que hoy, todavía, sigue avanzando.