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Siria: los niños son el objetivo porque “ellos son el futuro”

Esta entrada ha sido escrita pro Justin Forsyth, Director General de Save the Children UK.

Me encontrado a mi mismo en algunas de las situaciones más desesperadas y tristes de toda mi carrera profesional. Esta misma semana, desde el tejado de un colegio en la frontera entre Siria y Líbano, con la enfermiza escena de las bombas cayendo sobre Homs y Al Quasyr.

Segundos después del bombardeo, el humo se convirtió en una nube y no pude más que temerme lo peor: personas asesinadas o mutiladas, familias rotas y sin hogar.

Pero solo cuando hablas con los niños, te encuentras de frente con el verdadero horror. Testigos que atrocidades que nadie debería nunca ver y que son el relato de la brutal realidad de la guerra en Siria.

Historias como las de Majed, de 13 años, que me habló de la metralleta colocada sobre un tanque que disparó sobre 15 personas en la calle por la que pasaba. Me explicó como vio como moría su mejor amigo de camino a un funeral después de haber recibido un disparo por la espalda, describiendo con todo detalle como la bala traspasaba su estómago y como fue incapaz de cubrir el agujero con sus dos manos.

Historias de angustia y dolor

Historias como las de la familia de cuatro niños que me contaron que habían secuestrado a sus padres y que todavía estaban desaparecidos. O la pequeña que conocí y que había sobrevivido a 60 días de bombardeos.

Siento decir que historias como estas no son la excepción. Miles de niños y niñas que cruzan la frontera cada día comparten las mismas historias de angustia, confusión y dolor que ninguno de nosotros podríamos imaginar. Hablan de francotiradores en el tejado de sus casas, de tanques es las mismas calles en las que algún día solían jugar y de verse obligados a dormir en el campo para evitar los bombardeos nocturnos.

Miles de niños y niñas que cruzan la frontera cada día comparten las mismas historias de angustia, confusión y dolor que ninguno de nosotros podríamos imaginar."

Los niños y las niñas afectados por la guerra están severamente traumatizados: mojan la cama, se despiertan continuamente por la noche con pesadillas y algunos han empezado a auto lesionarse. Están desesperados, asustados y muy a menudo, están completamente solos.

Save the Children está haciendo todo lo que puede, tanto dentro de Siria como en los países vecinos, para dar a los niños y sus familias lo más básico que necesitan para sobrevivir.

En Iraq, Líbano, Egipto y Jordania estamos apoyando a miles de familias –con comida, ropa, refugio y educación para aquellos que están sufriendo las condiciones más difíciles. Nuestros equipos de especialistas están ayudando a los niños y las niñas a superar las experiencias traumáticas por las que han tenido que pasar a través de la terapia de juego y el apoyo emocional.

Juntos con las asociaciones locales con las que trabajamos, hemos llegado a más de 600.000 personas en toda la región, entre ellas, 360.000 niños y niñas. Nuestros equipos están trabajando al máximo de sus posibilidades y resulta imposible incrementar nuestros para cubrir las enormes necesidades por las que está pasando la infancia siria.

Se necesita más ayuda

El mundo puede hacer mucho más. Necesitamos más ayuda. Necesitamos contar con acceso humanitario a Siria. Necesitamos una solución política. Con todo lo horrible que fueron los ataques químicos – y no puede haber duda de que fueron un crimen- la guerra continua está acabando con la vida de muchas, muchas más personas.

Como agencia humanitaria, no nos posicionamos de la parte de ningún bando. Queremos trabajar con todos los niños y las niñas que necesitan ayuda y necesitamos que se respeten las leyes internacionales en toda Siria y por parte de todos los bandos.

Desafortunadamente, a menudo nos encontramos con situaciones en las que los niños y las niñas mueren por causa de conflictos o desastres naturales. Lo que no es normal es ver que los niños y las niñas se conviertan en el objetivo. La semana pasada les preguntaba a un grupo de niños que conocí por qué creían que les perseguían a ellos."

Su respuesta fue realmente espantosa: “porque nos han dicho que nosotros somos el futuro”.

Desde el tejado de una escuela, a unos cientos de metros de la frontera, se siente como si Siria estuviese perdiendo una generación y lo que está en riesgo ahora es el futuro de todo un país. Necesitamos desesperadamente una vía para proteger a los niños.