Tiene 5 años y 26 sellos en su pasaporte

 

 

 

Abdel cumple hoy cinco años, los mismos que han pasado desde el comienzo de la guerra de Siria.

Cuando apenas empezaba a caminar, Abdel salió con su familia de Damasco huyendo de las bombas y los francotiradores.

Ha atravesado países como Libia, Argelia y Marruecos. Sus padres eligieron la ruta de la frontera sur, más larga y muy dura, porque tenían miedo de atravesar el mar Egeo y de naufragar como otros tantos refugiados. Abdel ha dormido en el desierto, a la intemperie, ha pasado mucho frío y mucho calor, ha tenido pesadillas que no le han dejado dormir por las noches y sus padres no han podido darle de comer todos los días.
 
Abdel no ha ido nunca a la escuela, ni ha jugado en un parque, ni en cinco años ha soplado las velas de sus cumpleaños. En Nador (Marruecos) durmió al aire libre protegido por sus padres y lloró cuando en la frontera con Melilla se vio metido junto a su familia en una avalancha.
 
Abdel, como muchos otros niños sirios, ha ido dejando un trozo de su infancia en cada sello de su pasaporte.

Los gobiernos de la UE deben reaccionar

Estamos siendo testigos del desplazamiento por mar y tierra de miles de personas, incluidos niños y niñas en condiciones extremadamente inseguras e inhumanas.

El final de esta crisis de refugiados tiene mucho que ver con la voluntad política que exista realmente por acabar con ella. Por eso te pedimos que te unas a nosotros para pedirle al Gobierno Español que impulse con contundencia ante la UE medidas como la mejora de las vías seguras y legales para solicitar asilo europeo en los países de origen o tránsito. Medidas que eviten que niños refugiados como Abdel padezcan viajes terribles como el suyo.

Únete a nuestra petición al Gobierno Español

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