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Una escuela vacía

Una escuela vacía solo significa una cosa: niños y niñas que no están aprendiendo. Hoy hemos querido recrear esa triste realidad en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao para denunciar que la mitad de las escuelas en Siria han sido destruidas por la guerra.

Cerca de dos millones y medio de niños y niñas en Siria están sufriendo las consecuencias de siete años de conflicto. Ellos #NuncaSerán lo que sueñan ser. No serán pilotos, cocineros, médicos, ingenieros, profesores o pintores. Sin educación, los niños sirios jamás podrán tener un futuro.

Un país sin escuelas

Desde mediados del año pasado, los niveles de violencia en Siria, lejos de reducirse, están aumentando de forma alarmante, especialmente en las llamadas “zonas de distensión”, establecidas como seguras para los civiles. Hospitales y escuelas siguen siendo objetivo de los bombardeos. En zonas como Guta, más de 60 escuelas han sido destruidas durante los dos primeros meses de 2018 y más de 57.000 niños han perdido la oportunidad de ir a clase. Las escuelas que siguen en funcionamiento no tienen electricidad ni gas, han tenido que trasladarse a los sótanos y solo abren un par de horas al día. 

No siento que mis hijos estén seguros en la escuela. Las escuelas de la zona están destruidas y mis hijos llevan tres años sin ir a clase regularmente. Estamos perdiendo a una generación completa de niños que no pueden aprender a leer ni a escribir. No quiero enviarlos a la escuela si abre porque sé que irán un día y estará cerrada otros 10 por los bombardeos”

Qamar, madre desplazada en Idlib.

Hemos realizado una encuesta con cerca de 2.000 niños y niñas de entre cinco y 11 años en el noreste de Siria. Los resultados demuestran que los siete años de guerra están dejando unas secuelas irreparables en la educación de los niños y niñas. Más de un tercio de los alumnos de entre nueve y 11 años tienen un nivel de lectura de un niño de cinco años; casi la mitad de estos niños no pueden resolver un problema de matemáticas que normalmente se enseña a niños de cinco años e incluso algunos ni siquiera son capaces de reconocer las letras y los números. Sin una educación garantizada, los niños y niñas de Siria #NuncaSerán nada en el futuro.

El acceso a la educación durante un conflicto ofrece a los alumnos un importante resguardo y sensación de estabilidad. La seguridad en las escuelas ayuda a mitigar los efectos psicológicos de la guerra y protege a los niños además de las redes de trata y de ser reclutados por grupos armados.

Los últimos meses de conflicto están siendo especialmente crueles. A finales del año pasado se registraron los índices más altos de desplazamiento interno, en solo tres meses un millón de personas se quedaron sin hogar. Las víctimas mortales han aumentado en un 50% desde mediados del año pasado y se calcula que un millón de niños vive en zonas de muy difícil acceso, donde no entra ni un solo convoy con alimento o medicinas, y como consecuencia los índices de desnutrición infantil se están disparando.

Hay que proteger a la infancia en Siria

En Save the Children estamos exigiendo a la Unión Europea que se comprometa con la infancia siria y defienda sus intereses y derechos en todas las reuniones y negociaciones que se siguen celebrando sobre el conflicto. La UE debe asumir un papel protagonista y responsable con la infancia siria comprometiéndose a:

  • Liderar una respuesta centrada en la protección de la infancia siria tanto dentro como fuera de su país.
  • Abrir sus fronteras y establecer planes de acogida para los niños refugiados, especialmente para los que están solos.
  • Exigir que las escuelas dejen de ser objetivos militares en Siria y garantizar que se lleve ante la justicia a quienes violen los derechos de la infancia mediante investigaciones independientes sobre todos los ataques a colegios y hospitales y el resto de violaciones del Derecho humanitario internacional.

Si estás de acuerdo con esto te pedimos que firmes nuestra petición y que nos ayudes compartiéndola.