
Aprobación definitiva de la Ley
que protege a la infancia frente a la violencia
El 20 de mayo de 2021 será ya siempre un día histórico para la defensa de los derechos de la infancia ya que se recodará por la aprobación definitiva de la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia. Esta ley ya es una realidad. El camino ha sido largo desde que hace más de 10 años se empezara a trabajar en su definición y mucho esfuerzo para lograr tener hoy una ley de estas características.
Ha sido fundamental en este tiempo el gran consenso y el impulso de la sociedad civil, de los grupos políticos, de nuestra organización y de las víctimas que reconocieron la necesidad de una ley clave para proteger a la infancia frente a cualquier tipo de violencia.
Para conmemorar este día, supervivientes de violencia durante su infancia o adolescencia han querido agradecer el apoyo que esta ley ha recibido... Como organización, les hemos acompañado en este camino y juntas hemos logrado este gran éxito para toda la sociedad.
La importancia de esta aprobación final
Esta ley marcará sin duda un cambio de paradigma en la protección de la infancia y la adolescencia. Todas las medidas que incluye, desde la prevención hasta la atención integral, y en todos los ámbitos en los que los niños y las niñas desarrollan sus vidas, serán claves para erradicar la violencia que sufren. Además, tiene un claro enfoque preventivo y pedagógico hacía los menores.
El texto final recoge la gran mayoría de las demandas que desde Save the Children hemos impulsado: el aumento de la prescripción de los delitos de abuso sexual; la formación especializada de profesionales que trabajan con infancia; la creación de mecanismos seguros, confidenciales y adaptados para niños, niñas y adolescentes; la prohibición de desnudos integrales, exploración genital y otras técnicas invasivas en las pruebas de determinación de la edad; el mandato de crear juzgados y una fiscalía de violencia contra la infancia o la creación del Consejo Estatal de Participación Infantil son solo algunas de las medidas que contempla esta ley.
En todo caso, estamos ante un hecho que marcará un antes y un después, pero no podemos quedarnos aquí. Hay que seguir trabajando para conseguir una aplicación efectiva de la ley y para que la protección de la infancia y la adolescencia sea una incuestionable prioridad.


