Adriana

Adriana

"Cruzamos el río en una canoa", dice Adriana. "Estaba un poco asustado, pero tenía que hacerlo".

Adriana, de 14 años, es una refugiada de Venezuela. Ella vive en Colombia, al otro lado de la frontera del río, con su abuela, su tía y dos de sus hermanas menores. Una hermana y un hermano menores todavía están en Venezuela. Su madre y su padre han fallecido.

Mi sueño es que todos podamos estar juntos de nuevo

"Vinimos aquí porque no teníamos nada allí", dice Adriana. "A veces no teníamos nada para comer ni dinero para vivir. No podíamos ir a la escuela, a veces no había agua ".

La crisis en Venezuela ha obligado a casi cinco millones de personas a abandonar el país. El aumento de la violencia, la escasez de alimentos y el colapso de las funciones básicas en la sociedad, como las escuelas y la atención médica, han hecho la vida insoportable.

"Aquí en Colombia es mejor que en Venezuela", dice Adriana. “Porque no tenemos tanta hambre aquí como en Venezuela. Aquí también es difícil, pero un poco mejor ".

Los niños, y especialmente las niñas, que son refugiados, son vulnerables. En las regiones fronterizas de Colombia, una paz frágil entre diferentes grupos guerrilleros, fuerzas gubernamentales y otras fuerzas paramilitares significa que el reclutamiento de niños es un riesgo real. Existen redes establecidas para la prostitución infantil y la presencia constante de hombres armados significa que el abuso es común.

Adriana tuvo que dejar la escuela cuando dejó Venezuela, pero ahora asiste a Save the Children 's Child Friendly Space casi todos los días. Es un centro cerca de su casa donde puede sentirse segura, conocer a otros niños y aprender. A ella le encanta la artesanía y pintar lo mejor.

"No estoy en la escuela, porque no tengo documentos legales de migración. Pero realmente me gustaría estudiar aquí si pudiera. Las matemáticas son mi materia favorita ".

"Hice mis propias pulseras y aretes", dice Adriana. "Los collares son más difíciles de hacer, aún no lo he aprendido porque es muy difícil".

A Adriana le cuesta pensar en el futuro. Su atención se centra en sus hermanas menores y la hermana y el hermano que aún se encuentran en Venezuela.

A Adriana le cuesta pensar en el futuro. Su atención se centra en sus hermanas menores y la hermana y el hermano que aún se encuentran en Venezuela.

"En este momento, no estoy pensando en mi propio futuro. Solo que mis hermanas avanzan en la vida, que Dios las ayuda. Mi sueño es que todos podamos estar juntos de nuevo".