El hambre devora
la infancia
La combinación de conflictos, inestabilidad económica y la crisis climática ha generado la peor crisis alimentaria global en décadas.
El hambre amenaza la supervivencia de niños y niñas, el hambre devora la infancia. Sin suficiente comida o la nutrición adecuada, los niños y las niñas no pueden aprender, jugar y crecer. Deberían estar jugando con sus amigos o ampliando sus mentes en clase. En cambio, son muchísimos los que se preocupan por su próxima comida. En todo el mundo ya hay 153 millones de niños y niñas en esta situación.
El aumento de conflictos, la guerra y la violencia en todo el mundo son factores clave que contribuyen a esta crisis. Al menos 13,7 millones de niños y niñas padecen desnutrición severa aguda, la peor y más peligrosa de las caras del hambre.
Las infraestructuras vitales dañadas, escasos medios de subsistencia y los desplazamiento dejan a millones de niños y niñas enfrentando a la escasez de alimentos en contextos de conflicto, mientras que, en algunos de los peores casos, se utiliza la inanición como método de guerra.
Un aumento en los conflictos, desde Ucrania hasta Mali, está forzando a las familias a abandonar sus hogares, destruyendo tierras de cultivo y provocando que decenas de millones de refugiados luchen cada día por obtener la comida que necesitan.
La reciente escalada de hostilidades observada entre los territorios palestinos ocupados e Israel llevará a más familias hacia la inseguridad alimentaria y pondrá en grave riesgo la salud y el bienestar de los niños y las niñas. Los datos más recientes, previos a la reciente escalada del conflicto, muestran que 1 de cada 3 personas en los territorios palestinos ocupados enfrenta niveles severos de inseguridad alimentaria. Ahora la situación de hambre para muchas familias y niños en la región es peor.
Muchos niños y niñas sobreviven a bombas y balas, solo para enfrentar la amenaza del hambre.
¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO?
Los conflictos suelen ser complejos, pero alimentar a los niños y las niñas no lo es.
Save the Children trabaja en 115 países. Con la ayuda de socios locales ofrecemos programas de nutrición que salvan vidas y apoyo a los medios de subsistencia a largo plazo a escala global. Tenemos el conocimiento, la red y el personal para detener el hambre, pero solo con tu apoyo podemos hacerlo realidad.
Hazte socio y ayuda a abordar las causas fundamentales del hambre y ofrecer programas que salvan vidas a niños en todo el mundo.
Aplicamos cuatro pasos clave cuando se trata de abordar la seguridad alimentaria:
- Paso 1: realizamos un análisis de seguridad alimentaria para prever la disponibilidad de alimentos y predecir el impacto de los choques climáticos, económicos o conflictos como El Niño o el conflicto en Ucrania.
- Paso 2: La 'Acción Anticipatoria' significa que trabajamos con las comunidades locales para identificar riesgos y luego mitigarlos. Esto reduce el impacto, disminuye el costo y, lo más importante, salva vidas.
- Paso 3: Cuando el hambre golpea, estamos ahí para evaluar a los niños y las niñas que presenten síntomas de desnutrición, tratarlos con pastas nutritivas terapéuticas, proporcionar medicamentos y atención médica. Cuando los casos se vuelven complejos, completamos las evaluaciones de seguimiento durante seis meses, proporcionamos kits de alimentos a las familias y les ofrecemos dinero en efectivo para que puedan acceder a alimentos y otros artículos esenciales.
- Paso 4: Por último, vamos más allá de la ayuda alimentaria. Creemos en soluciones sostenibles para abordar la inseguridad alimentaria. Para lograrlo, combinamos el conocimiento local sobre el pastoreo, la agricultura y la economía local con nuestra experiencia en salud, nutrición, pronóstico y acción anticipada para brindar soluciones sostenibles y garantizar la seguridad alimentaria.
Las voces de niños y niñas
"No hay lluvia y hace mucho sol. Sin lluvia, viene el hambre. Mis amigos y yo pasaremos hambre este año. Espero que llueva mucho".
Sipho, 13 años, Zimbabwe
"Me veo obligada a trabajar debido a la situación económica, para poder mantener a mi familia. Solía tener una comida por la mañana y una comida para la cena, pero ahora... no como por la noche".
Ghinwa, 13 años, Líbano.
"Solía ir a la escuela aunque me costaba concentrarme. Lo único que puedes hacer es ser fuerte, porque una vez que tienes hambre, no puedes simplemente abandonar la escuela".
Jok*, 12 años, Sudán del Sur
