En Andalucía hay más de 250.000 niños y niñas en situación de pobreza que no reciben becas comedor

La falta de inversión pública en becas comedor está privando a miles de niños y niñas de su única comida diaria en Andalucía.

becaso comedor_LO

En Andalucía hay más de 250.000 alumnos y alumnas en riesgo de pobreza y/o exclusión que no acceden a una beca comedor. Las ayudas para asistir al comedor escolar en la comunidad solo alcanzan al 11,2% del alumnado -148.429 escolares-, lejos del 28,5% que viven en situación de pobreza -409.364 menores-. 

Y la situación en otras comunidades autónomas tampoco es mejor. Por ejemplo, en Murcia y Melilla solo la reciben el 2% de los escolares, en Madrid el 9% y en Canarias el 25%. En Andalucía, la renta mínima que se exige a las familias para obtener la gratuidad del comedor -13.009 euros al año para un hogar de cuatro miembros- provoca que muchas familias tengan que pagar una parte del coste, ya que el umbral autonómico de pobreza andaluz -para dos adultos y dos hijos o hijas- se encuentra en 16.504 euros existiendo una diferencia de casi 3.500 euros.
 
A pesar de que hay más alumnado en situación desfavorecida en la red educativa pública andaluza, son más los estudiantes que acuden al comedor escolar en centros concertados y privados. Esto se debe, por una parte, a una cuestión económica -que las ayudas son insuficientes, los niveles de renta establecidos para acceder son bajos y aun cumpliendo los requisitos no está garantizado el acceso a la beca-; y, por otro lado, a que no existe servicio de comedor escolar en muchos centros educativos.

En Andalucía, la mayor diferencia se observa en la educación secundaria, donde solo un 4,9% de los centros públicos ofrece el servicio de comedor, mientras que la proporción en los colegios de infantil y primaria es del 80,2% y del 89% en las escuelas infantiles.
 
Por medio de la Garantía Infantil Europea, aprobada en junio de 2021 en el Consejo de la Unión Europea (UE), los Estados miembro de la UE se han comprometido a garantizar a toda la infancia en situación de vulnerabilidad el acceso a seis servicios clave: Educación infantil gratuita, educación básica y actividades extraescolares gratuitas, atención sanitaria gratuita, comedor escolar saludable y gratuito, nutrición saludable y vivienda adecuada.

En este sentido, Andalucía está lejos de asegurar la Garantía Infantil Europea, una medida que exige garantizar comedor escolar gratuito a toda la infancia en situación de pobreza. La realidad es que miles de niños, niñas y adolescentes bajo el umbral de la pobreza pagan el comedor escolar íntegro o no acceden a él. La buena noticia es que, con los fondos europeos estructurales, que se están decidiendo ahora, la comunidad tiene la oportunidad de que ningún niño o niña que lo necesite se quede sin esa comida saludable, ya sea priorizando la financiación del comedor escolar y con la construcción de comedores y cocinas en institutos de secundaria públicos
Andalucía debe garantizar una comida saludable y gratuita al día en el colegio tanto a la infancia en riesgo de pobreza como a otros colectivos de niños y niñas en especial vulnerabilidad. 

comedor escolar_LO

ATAJAR LA OBESIDAD INFANTIL, OTRO SÍNTOMA DE LA POBREZA

Andalucía tiene un problema de obesidad y sobrepeso infantil que afecta particularmente a quienes crecen en familias con menor renta. Los problemas de acceso a alimentación equilibrada se han duplicado con la pandemia. Proporcionar alimentación saludable a través del comedor escolar es una medida eficaz y eficiente que mejora la nutrición y la salud de niños, niñas y adolescentes y tiene efectos positivos sobre su éxito educativo.
 
Ahora tenemos una oportunidad para cambiar esta situación. En este momento se está decidiendo la programación de los fondos europeos para combatir la privación material (antiguo FEAD) hasta 2027 y podemos reorientarlos a asegurar el comedor escolar gratuito como derecho de toda la infancia en situación de pobreza, como hacen otros países europeos.

UNA OPORTUNIDAD PARA REVERTIR ESTA SITUACIÓN

Tenemos una oportunidad para cambiar esta situación. En este momento se están programando el destino de los fondos estructurales europeos para el período hasta 2027. Entre esos fondos está el Fondo de Ayuda para las Personas Más Necesitadas (FEAD), que ahora formará parte del Fondo Social Europeo Plus (FSE+). Estos recursos se destinaban en España a financiar el reparto directo de alimentos a las familias, un enfoque con posibles efectos estigmatizantes y que se ha acordado replantear hacia opciones más inclusivas. El comedor escolar podría ser una opción interesante.
 
El comedor escolar es menos estigmatizante que el reparto de alimentos y da pie a una intervención integral de acompañamiento socioeducativo a la infancia en riesgo de exclusión. Asimismo, el Plan Estatal de Acción de la Garantía Infantil Europea y la financiación del Fondo Social Europeo Plus que lleva aparejada puede contribuir a este objetivo. Para que esto sea posible, el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) hasta 2027 debe priorizar la construcción de comedores y cocinas, especialmente en institutos de secundaria y en centros educativos que escolarizan alumnado en desventaja.

Save the Children solicita a la Consejería de Educación incluir el comedor escolar gratuito para cada niña y cada niño en situación de pobreza dentro del Plan de la Garantía Infantil autonómico, así como aplicar al comedor escolar sistemas no estigmatizantes de tarificación social con las mínimas barreras burocráticas, de concesión automática y vinculados al nivel de renta familiar. La organización apuesta por la beca comedor como una de las puertas de entrada contra la exclusión social de la infancia” y que incluya no solo un comedor saludable sino refuerzo educativo y ocio extraescolar, como hacen otros países europeos. Los comedores escolares, a diferencia de las colas del hambre, son menos estigmatizantes y más eficaces que los repartos de alimentos. 

Save the Children le pide a políticos y gobernantes que incluyan estas cuestiones en su agenda y las tengan en cuenta para la futura implementación de estos fondos en el sistema educativo.