La pandemia agudiza la brecha laboral entre hombres y mujeres en Andalucía y ralentiza el avance hacia la igualdad

La Covid-19 está afectando en la desigualdad laboral entre hombres y mujeres en Andalucía. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre de 2020, a la espera de la encuesta de este año, a finales de ese año la tasa de paro de las mujeres en Andalucía era del 27,3%, ocho puntos porcentuales más que la de los hombres (19%). A nivel nacional era del 18,39% en las mujeres frente al 14,39% en los hombres.

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Este impacto está frenando el avance hacia la plenitud de derechos de las niñas, tanto en Andalucía, como en el resto de España y a nivel global. Urge llevar a cabo acciones enfocadas específicamente a reactivar el camino hacia la igualdad de las niñas y las adolescentes. 

Por otro lado, la organización calcula que la pandemia ha aumentado el riesgo de pobreza en las familias monoparentales, en su mayoría encabezadas por una mujer, hasta alcanzar el 48% a nivel nacional. Así lo recoge la organización en su informe Infancia en reconstrucción. A nivel andaluz, según los datos de la última Encuesta de Condiciones de Vida del INE 2020, el 56% de las familias monomarentales andaluzas se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión si seguimos el umbral de pobreza relativa de Andalucía, y el 64,4% si se utiliza el umbral de pobreza relativa de España. 

Por último, la organización de infancia lamenta que durante el estado de alarma en España las peticiones de asistencia a víctimas de violencia de género se elevaron a 29.700, un 57,9% más que el año anterior, según los datos del Ministerio de Igualdad.

UN PROBLEMA DE MAGNITUD GLOBAL

Las consecuencias socioeconómicas de la pandemia afectan en mayor medida a las mujeres y las niñas. En el último año, cerca de 500.000 niñas, más de lo calculado con anterioridad a la pandemia, han corrido el riesgo de ser obligadas a contraer matrimonio en todo el mundo, así como hasta un millón más habrían quedado embarazadas. Son estimaciones de Save the Children recogidas en su informe The Global Gilrlhood Report 2020. How Covid-19 is putting progress in peril (Informe Mundial sobre las Niñas 2020. La Covid-19 pone en peligro los avances logrados). 

En ese mismo análisis se advierte de que hasta 2,5 millones de niñas más serán obligadas a casarse en los próximos cinco años. Junto con los 58,4 millones de matrimonios forzosos en niñas que tienen lugar de promedio cada lustro, la prospección señala que en 2025 se alcanzará la cifra de 61 millones de este tipo de uniones.

Save the Children muestra también su profunda preocupación ante el hecho de que la Covid-19 pueda llevar a que dos millones de niñas más sufran mutilación genital femenina en todo el mundo, según el Fondo de Población para Naciones Unidas (UNFPA). 

De forma paralela, el riesgo ante el abandono escolar derivado de la crisis económica global lleva a que las niñas dejen sus estudios, aumentando, según Save the Children, con ello su mayor vulnerabilidad durante el resto de su vida. La UNESCO ya alertó a finales de 2020 que 11,2 millones de niñas y adolescentes corrían el riesgo de no volver a la escuela por el impacto en sus vidas provocado por la pandemia.

La Covid-19 ha paralizado nuestras vidas en muchos sentidos. La lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, entre niños y niñas, también se ha visto afectada. Los avances conseguidos durante décadas de mucho esfuerzo a nivel global se están resintiendo, pero no podemos perder ni un minuto en retomar, con más fuerza si cabe, la ingente tarea de lograr que las mujeres y las niñas no estemos más expuestas a la violencia, la discriminación o la pobreza.

Los avances conseguidos durante décadas de mucho esfuerzo a nivel global se están resintiendo, pero no podemos perder ni un minuto.”

UNA OPORTUNIDAD PARA REVERTIR ESTA SITUACIÓN

Si queremos acabar con la pobreza infantil severa en Andalucía hay que actuar ahora combinando medidas temporales para paliar los estragos del coronavirus con medidas permanentes, que permitan luchar contra la lacra de la pobreza infantil en la comunidad. 
Las transferencias de efectivo a las familias han demostrado ser las más eficientes para atajar la pobreza infantil. Por esta razón, se plantean las siguientes propuestas:

 - Transformando  la  actual  Renta  Mínima  de  Inserción  Social  de  Andalucía  (RMISA)  para  hacerla  compatible  con  el  IMV  con  el objetivo  de  la  eliminación  de  la  pobreza infantil.

 - Esta modificación de la Renta Mínima de Inserción Social de Andalucía deberá:

  • No  dejar  fuera  de  su  cobertura  a  familias  en  situación  administrativa  irregular e imponga como único requisito tener vecindad administrativa  en  territorio  andaluz. 
  • Para  que  el  ingreso  cumpla  con  su  función  de  acabar  con  la  pobreza  infantil  es  importante  que  no  excluya  a  familias  de  origen extranjero,  la  irregularidad  multiplica  los  factores  de  precariedad  y  consecuentemente  el  riesgo  de  pobreza.  Los  niños  y  niñas  en familias  de  origen  extranjero  tienen  una  probabilidad  del  48%  de  vivir  en riesgo de pobreza.
  • Contemplar  cuantías  para  las  familias  con  menores  de  edad  a  cargo  y  monoparentales iguales a las previstas por el IMV para dar el mismo nivel de protección.
  • Introducir  medidas  de  ayuda  para  el  pago  de  gastos  asociados  a  la  vivienda (alquiler e hipoteca) para los perceptores de esta prestación. La vivienda es uno de los determinantes sociales más influyentes en la exclusión social y la pobreza, y supone uno de los gastos al mes más importante para las familias, por lo que es imprescindible para que la renta mínima funcione y cumpla con su misión que esta cuestión se contemple.