Madrid, 3 de febrero de 2020. Save the Children advierte de que la propagación del coronavirus tendrá efectos no solo en los niños y niñas que contraigan la enfermedad sino en toda la población infantil de las localidades afectadas. “Debemos prever ya los efectos indirectos de un brote, como el cierre de escuelas, lo que supondrá que los alumnos y alumnas pierdan clases durante un período considerable de tiempo”, señala el director regional de Save the Children en Asia, Hassan Saadi Noor.
La enfermedad ha causado de momento más de 200 muertes y hay 10.000 casos confirmados, según la Organización Mundial de la Salud. Los menores de edad están entre la población más fácilmente contagiable. “Los niños y niñas son particularmente vulnerables porque les gusta tocar y saborear aquello que los rodea; no entienden de consejos de salud y suelen tener un sistema inmunológico más débil que los adultos. Es vital que proporcionemos información oportuna y precisa a las poblaciones vulnerables sobre cómo protegerse, al tiempo que les instamos a buscar atención médica rápidamente si se enferman”, expresa Saadi Noor.
Save the Children está especialmente preocupada por el bienestar de los niños y niñas de una docena de países de Asia, Oriente Medio y África donde los sistemas de salud son tan deficitarios que tendrían serias dificultades para hacer frente a un posible brote de coronavirus.
Mientras que en China el Gobierno está tomando medidas efectivas para responder a este brote, los sistemas de atención médica de otros países de Asia –donde se están confirmando la mayoría de casos-, no podrán detectar adecuadamente el virus ni tratar a quienes contraigan la enfermedad.
Según indica Zaeem Haq, director médico de Save the Children, aún no se tiene Información suficiente sobre el nuevo coronavirus para determinar qué intervenciones específicas ayudarían a tratarlo. “Lo que sí sabemos es que invertir y fortalecer los sistemas de salud es clave para abordar cualquier enfermedad infecciosa”, afirma Haq.
Save the Children se está preparando para diferentes escenarios, especialmente para intervenir en países con estados frágiles y emergencias en marcha, así como para responder ante escenarios imprevistos con suficiente flexibilidad y agilidad. La organización tiene experiencia de décadas en intervención en emergencias de salud pública.
En este momento Save the Children desarrolla programas de salud y nutrición en muchos de los países con casos confirmados de coronavirus y teme que una posible expansion del virus afecte a su capacidad para operar. En China, Save the Children tiene equipos en Beijing, Guangdong, Shanghai, Sichuan, Xinjiang y Yunnan.
Información de apoyo
- Los coronavirus son un gran grupo de virus que pueden causar enfermedades tan leves como un resfriado. El virus a menudo aparece con síntomas similares a la neumonía, como fiebre, escalofríos, congestión, dolores corporales y tos.
- Aunque este virus se propagó originalmente de animales a humanos, se ha confirmado que esta cepa del virus puede propagarse entre los humanos a través de gotas de saliva cuando una persona tose o estornuda.
- Así como no hay tratamiento para el resfriado común, no hay tratamientos específicos para los nuevos coronavirus.
- Si la transmisión de persona a persona sigue siendo limitada, el aislamiento rápido de los pacientes y el control de infecciones en los centros de salud pueden detener la propagación, como se hizo con éxito con el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS).
Sobre Save the Children
Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.
En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.