Melilla, 8 de septiembre de 2016. El domingo pasado 111 subsaharianos lograron saltar la valla de Melilla, de los cuales 14 son menores de edad. Estas cifras no son un hecho puntual, sino que las entradas de menores a la ciudad autónoma son una constante en los últimos años. Estos niños proceden de países como Mali o Guinea Conakry y han sufrido un viaje muy duro, pero todas las dificultades que arrastran no se terminan al pisar suelo español. “Es un deber de las autoridades, tanto de Melilla como del Estado, dar absoluta prioridad a la protección de estos niños que llegan solos, que son los más vulnerables y los que se exponen a más riesgos. Hay que mejorar sustancialmente y de manera urgente sus condiciones de acogida, darles oportunidades de formación y que todas las autoridades asuman que su condición de niños debe estar por encima de la de inmigrantes”, señala Andrés Conde, director general de Save the Children. Los 14 menores han sido trasladados al centro de menores de La Purísima, en la ciudad autónoma.
Muchos de estos menores han sufrido heridas al saltar la valla y se enfrentan ahora a un futuro incierto. Ousman, de 15 años y de Guinea Conakry, explica que estuvo varios meses escondido en el monte Gurugú, sin apenas comida y bebida, antes de intentar cruzar a Europa. “He viajado solo desde mi país y necesito trabajar lo antes posible para poder enviar dinero a mi familia”, cuenta Ousman.

Andrés Conde, director general de Save the Children, se encuentra de visita en Melilla, donde ha mantenido distintas reuniones con las autoridades locales. Durante el encuentro con Daniel Ventura, consejero de Bienestar Social, Conde le trasladó las preocupaciones de la organización sobre los menores extranjeros no acompañados: agilizar la tramitación de permisos de residencia y de trabajo para estos menores, darles oportunidades reales de formación que faciliten su integración, y redoblar esfuerzos y cambiar estrategias con los menores que viven en la calle.
En España hay 3.341 menores extranjeros no acompañados, según datos de la Memoria Anual de la Fiscalía General del Estado, de los que más del 22% se encontraban en Melilla (759). En la actualidad, permanecen en Melilla medio millar de menores extranjeros no acompañados debido a las continuas entradas y salidas, de los que unos 80 duermen en las calles de la ciudad autónoma, expuestos a las adicciones, a la mendicidad y los abusos sexuales. “Tenemos una responsabilidad tanto a nivel de ciudad autónoma como del conjunto del Estado hacia estos niños. Es necesario que fortalezcamos los sistemas de protección, les dotemos de más recursos, que dispongamos de educadores de calle y estrategias muy especializadas en estos niños. No podemos permitir que en España haya niños viviendo en la calle”, afirma Conde.
A los menores extranjeros no acompañados el Estado tiene la obligación de protegerles y garantizar su educación y desarrollo. En Melilla vemos cómo las Comunidades y Ciudades Autónomas, como tutoras legales de estos niños, fracasan en su protección. Hay niños que viven en la calle y sobreviven como pueden. Y a los que están en centros, se les facilita una educación deficiente y no pueden trabajar en las mismas condiciones que los niños españoles mayores de 16 años. Al cumplir los 18 años se les abandona a su suerte sin apoyos y en muchas ocasiones sin haber recibido la documentación.
Save the Children pide a las autoridades:
-Garantizar que ningún niño que tenga un documento que acredite su identidad pase por una prueba de determinación de la edad. Son pruebas altamente ineficaces que llevan a que los niños puedan acabar viviendo en la calle.
-Garantizar la asistencia de un abogado en el procedimiento de determinación de la edad que defienda su interés superior y asegure que sea escuchado por el Fiscal de Menores.
-Modificar la Ley de Protección Ciudadana para poner fin a las “devoluciones en caliente” que impiden identificar a posibles menores de edad y a solicitantes de asilo.
-Abordar con urgencia la situación de los niños que duermen en la calle.
-Dar automáticamente la autorización de trabajo a los menores extranjeros tutelados cuando cumplan los 16 años, en condiciones de igualdad con los menores de edad españoles.
- Promover un Protocolo de Protección en la ciudad de Melilla que garantice la seguridad, la protección y los derechos de los niños y niñas migrantes y refugiados que llegan a la ciudad en el puesto fronterizo, en el CETI y en los centros de acogida de la ciudad autónoma
Save the Children ha atendido en lo que llevamos de año a casi 800 niños y adolescentes en Melilla. La organización trabaja:
-En el puesto fronterizo atendiendo a los niños y familias migrantes y refugiadas, a los que se les da acompañamiento mientras están realizando los trámites en frontera y a petición de la policía cuando entra algún menor solo.
-Dentro del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) con niños de 0 a 3 años y con adolescentes.
- Dentro del puerto de Melilla con un espacio seguro para la infancia.
-Con niños y niñas de los centros de menores de La Purísima y la Gota de Leche, con los que realiza diferentes actividades de atención psicosocial.
Sobre Save the Children
Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja en más de 120 países salvando vidas, proporcionando seguridad y protección a los niños y las niñas y defendiendo sus derechos en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas.
En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.