
la desnutrición mata.
ayúdanos a evitarlo.
coronavirus, cambio climático y conflictos: una combinación mortal
Ningún niño ni niña debería morir de hambre en 2021... Sin embargo, el número de personas que padecen hambre está aumentando por primera vez en media década.
El 80% de los casos de desnutrición en sus formas más agudas se concentran en tan solo 20 países del mundo: Yemen, Níger, Etiopía, Somalia, Sudán, Uganda, Angola o la India...
Esta crisis alimentaria tiene como causantes varios motivos: el conflicto continuo que viven estos países, el aumento de los costes de los alimentos, el cambio climático y, sin duda, ha sido agravada por la Covid-19.
LOS PRINCIPALES EFECTOS DE LA EMERGENCIA CLIMÁTICA:
- Las altas temperaturas provocan partos prematuros, bajo peso al nacer y enfermedades respiratorias
- La falta de agua potable aumenta enfermedades como la malaria y la diarrea
- Crece la desnutrición y las muertes por falta de alimentos, especialmente de bebés
- Sequías e inundaciones suponen riesgos adicionales: niños y niñas son separados de sus familias, abandonan la escuela y corren peligro de ser explotados
La desnutrición crónica no se ve a simple vista, por eso cuando las familias lo detectan suele ser demasiado tarde. Con tu apoyo podremos atender a más niños y niñas antes de su segundo cumpleaños y asegurar que la desnutrición no deje secuelas en sus vidas.
Desde nuestra fundación hace 100 años, aumenta
el número de niños y niñas víctimas de desastres naturales propiciados por la crisis climática global

Ayúdanos a salvar vidas como la de Noura

Brazalete MUAC

El cambio climático, una amenaza más
no existe vacuna contra la desnutrición
La desnutrición que afecta a los niños y niñas que atendemos puede ser de varios tipos. La más leve puede ser tratada con una pasta energética de cacahuete durante varios días en los que conseguimos estabilizar a los niños, pero la más grave tiene además asociadas otras complicaciones médicas y tiene que ser tratada en el hospital: se trata de la desnutrición aguda severa.
Cuando un niño sufre desnutrición aguda su cuerpo va consumiendo grasa, cuando ya no hay grasa empieza a consumir el músculo y cuando no hay músculo empieza a ralentizar el funcionamiento de los órganos y algunos quedan dañados de manera irreversible.
Tú puedes ayudarnos a evitarlo. Porque aunque no exista vacuna contra el hambre y la desnutrición: tu colaboración puede salvar vidas.
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