Filipinas: Más de un millón de niños sin acceso a educación tras el paso del "súper" tifón Mangkhut

17 de septiembre de 2018. Más de un millón de estudiantes se enfrentan a un largo período fuera de la escuela, lo que les sitúa en riesgo de quedarse de forma permanente fuera del sistema educativo, advierte Save the Children mientras se ponen en marcha las tareas de limpieza después del tifón Mangkhut.   

La tormenta, clasificada como un “super” tifón de categoría 5, azotó el norte de Luzón en Filipinas el sábado por la mañana, causando daños importantes en hogares, escuelas e infraestructuras básicas. Hasta el momento, al menos 66 personas han muerto, y hay docenas que aún permanecen desaparecidas.  

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Según el Departamento de Educación, más de 4.300 escuelas han suspendido su actividad debido a los daños causados ​​por la tormenta o el uso continuo de las aulas como centros de evacuación, que afectan a algo más de un millón de estudiantes. Al menos 170 escuelas sufrieron inundaciones, mientras que casi 2.000 aulas fueron totalmente destruidas o sufrieron distintos niveles de daños.  

"Estamos realmente preocupados por el impacto a largo plazo del tifón en los niños, particularmente en aquellos que no pueden regresar a la escuela. Cientos de aulas han sido destruidas por completo. Los techos de algunas escuelas fueron arrancados, mientras que otros fueron aplastados por los árboles que caían", señala Jerome Balinton, de Save the Children, desde la ciudad de Tuguegarao, en el norte de Luzón. "Será una gran tarea limpiar los escombros y reparar o reconstruir las aulas, sin mencionar el reemplazo de las mesas y sillas dañadas, y los materiales escolares que se echaron a perder en la tormenta", agrega.  

El Gobierno de Filipinas lidera la respuesta humanitaria y trabaja con las organizaciones para atender las necesidades de las comunidades afectadas. El gobierno también dirigió evacuaciones a gran escala antes de que el tifón tocara tierra, lo que sin dudas salvó muchas vidas.  

Desde Save the Children, Balinton afirma que es crucial que las organizaciones de ayuda humanitaria y el Gobierno incluyan la educación entre sus principales prioridades en la respuesta humanitaria. "Lamentablemente, sabemos que cuanto más tiempo un niño esté fuera de la escuela, es menos probable que vuelva. Esto significa que, junto a la provisión de alimentos que salvan vidas, refugio y apoyo médico, es vital que se ponga un foco importante en hacer que los niños vuelvan a las aulas lo antes posible", apunta este trabajador humanitario.

Para Save the Children, la vuelta a las aulas no solo es fundamental para el futuro aprendizaje de los niños, sino que también brinda una sensación de rutina y consuelo en tiempos de desastre. Es un espacio seguro para los estudiantes, y un lugar donde pueden estar con sus amigos y olvidarse de la terrible experiencia que han pasado.  

Debido al tifón grandes zonas de tierras de cultivo también se han destruido, dejando a miles de agricultores, a menudo entre los miembros más pobres de la sociedad en Filipinas, en peligro financiero. La mitad de la población en las zonas afectadas por el tifón depende de la agricultura para ganarse la vida. Esto además tiene lugar en un momento en que la nación ya está lidiando con la escasez de arroz y sus niveles más altos de inflación desde 2009.  

"Es fundamental que también se brinde apoyo a quienes perdieron sus medios de subsistencia, especialmente a aquellos que dependen de la agricultura para ganarse la vida. Los agricultores con los que hablamos perdieron todos sus cultivos de maíz y arroz, que debían cosecharse en unos dos meses", describe Balinton. "Esto puede crear una espiral de deuda ya que los agricultores, que a menudo ya han pedido dinero prestado para comprar semillas y otros gastos, se ven obligados a pedir más préstamos para compensar la pérdida de cultivos y poder alimentar a sus familias. A veces, en estas situaciones, vemos que los padres sacan a sus hijos de la escuela porque ya no pueden pagar la matrícula, o para que los niños puedan trabajar y ayuden a mantener a su familia", añade-  

Save the Children comenzará a distribuir ayuda a 800 de las familias más afectadas mañana, incluyendo artículos de higiene como champú, jabón y productos de limpieza, así como bidones, tabletas de purificación de agua, ollas y sartenes para cocinar y materiales para construir refugios temporales.  

La respuesta de la organización también incluirá ayudas para que los niños puedan volver a la escuela rápidamente, así como apoyo a los medios de subsistencia para los agricultores que sufrieron pérdidas importantes de cultivos. Save the Children tiene una larga historia de respuesta a tifones y otros desastres en Filipinas, incluido el tifón Haiyan en 2013, el tifón Koppu en 2015 y el tifón Haima en 2016.

La organización tiene habilitado su Fondo de emergencias para recibir donaciones destinadas a paliar los efectos del tifón en Filipinas.

Sobre Save the Children

Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja en más de 120 países salvando vidas, proporcionando seguridad y protección a los niños y las niñas y defendiendo sus derechos en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas.

En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.