Amán, 21 de febrero de 2019. Al menos 2.500 niños y niñas de más de una treintena de países de todas las regiones del mundo viven actualmente en tres campamentos para personas desplazadas situados en el noroeste de Siria, según datos de Save the Children. Entre ellos hay 38 menores que están solos. Save the Children pide a la comunidad internacional que tome las medidas necesarias para garantizar la seguridad de todos los niños y niñas que allí se encuentran.
Estos niños y niñas pertenecen a familias que están relacionadas con el ISIS y son separados del resto de la población que vive en los campamentos, hecho que afecta a su capacidad para obtener acceso a ayuda y servicios. La mayoría vive con sus madres, mientras que los niños y niñas no acompañados están con cuidadores temporales. En algunos de los casos, las madres fueron reclutadas por el ISIS cuando eran niñas y algunos de sus hijos tienen apenas días o semanas.
Mientras que las autoridades en el noreste de Siria continúan trabajando para ayudar a las familias, las duras condiciones invernales han dejado a las personas que se encuentran en los campamentos desesperadas, con niños y niñas que enfrentan riesgos que amenazan sus vidas. Save the Children está trabajando en los tres campamentos. Los profesionales de la organización han detectado que se necesitan urgentemente más servicios especializados de protección, salud y nutrición, así como ayuda para que los niños y las niñas se recuperen de las experiencias traumáticas que han vivido. La prestación de dichos servicios en un entorno seguro y saludable no está siendo posible actualmente en el noreste de Siria.
“Todos los niños y las niñas cuyos familiares están relacionados con el ISIS son víctimas del conflicto y deben ser tratados como tales. Además, todos los países cuyos ciudadanos están atrapados en Siria deben asumir su responsabilidad con ellos, no se pueden desentender de lo que está pasando”, asegura Sonia Khush, directora de Emergencias de Save the Children en Siria. “Si bien algunos países han comenzado ya a hacerlo, otros muchos, incluidos varios europeos, todavía tienen que tomar medidas para garantizar la seguridad de los niños, las niñas y sus familias”, añade.
Save the Children insiste en la importancia de que, tras haber vivido bombardeos y situaciones de extrema gravedad, estos menores necesitan ayuda especializada para recuperarse de sus experiencias y volver a la normalidad junto con sus familias. De momento, esto es imposible en campamentos de desplazados colapsados y en una zona de inestabilidad.
Asimismo, Save the Children cree que el actual avance militar hacia las últimas áreas controladas por el ISIS probablemente causará un mayor desplazamiento en las próximas semanas. “Es imprescindible que los países de origen tomen medidas urgentes para garantizar la seguridad de las personas atrapadas en esta crisis”, explica Khush.
Desde enero de 2019, 560 familias extranjeras, incluidos más de 1.100 niños y niñas, han ingresado en los campamentos tras huir del conflicto en las ciudades sirias de Hajin y Baghouz. A estas personas hay que sumarle las que han estado viviendo en los campamentos desde la ofensiva en Raqqa en 2017.
Los niños y las niñas que viven bajo asedio en áreas controladas por el ISIS han sido privados de atención médica adecuada y alimentos durante meses o incluso años y están llegando a los campamentos de desplazados en condiciones desesperadas. Según Naciones Unidas, al menos 50 menores murieron en el viaje entre enero y febrero por hipotermia, desnutrición y afecciones médicas.
Save the Children pide a los países de origen que repatríen a estos niños, niñas y familias de manera segura para su rehabilitación o reintegración en pleno cumplimiento del derecho internacional, incluido el derecho a un juicio justo cuando corresponda.
Algunos de los países de procedencia de los menores en los campamentos son Afganistán, Albania, Arabia Saudí, Argelia, Australia, Azerbaiyán, Bangladesh, Bélgica, Canadá, China, Dinamarca, Egipto, Francia, Georgia, Alemania, Indonesia, Irak, Italia, Kazajstán, Kosovo, Kirguistán, Líbano, Libia, Macedonia, Malasia, Marruecos, Países Bajos, Pakistán, Portugal, Rusia, Sudáfrica, Sudán, Suecia, Suiza, Siria, Tayikistán, Túnez, Turquía, Ucrania, Reino Unido, Estados Unidos, Uzbekistán o Yemen. Hasta donde ha podido conocer Save the Children, no hay ningún niño o niña español entre las personas que viven actualmente en los campamentos del noroeste de Siria.
Sobre Save the Children
Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.
En España trabaja en programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. La organización atiende además a la infancia migrante y está centrada a proteger a los menores frente a la violencia. Save the Children quiere que todos los niños y niñas, independientemente de su condición o país de origen, puedan disfrutar plenamente de sus derechos y alcanzar el máximo de sus capacidades.