
Emergencias:
La historia de Derek
Hace más de un año, Turquía se vio sacudida por una serie de devastadores terremotos que dejaron a su paso destrucción y un impacto incalculable en la vida de millones de personas. Las imágenes de edificios derrumbados, calles llenas de escombros y comunidades enteras desmoronadas se grabaron en la memoria colectiva. Entre aquellos que vivieron esta tragedia de cerca, se encuentra Derek, un compañero de Save the Children que se dedica a la asistencia humanitaria, que no solo fue testigo de los estragos causados por la catástrofe, sino que también tuvo que lidiar con sus propios desafíos personales durante ese periodo.
Derek, residente en Turquía, no solo vio cómo se derrumbaban las casas y la infraestructura a su alrededor, sino que también vivió el temor de saber que su propia familia estaba en peligro. La angustia de la incertidumbre sobre el paradero y el estado de sus seres queridos lo acompañaba mientras continuaba con su trabajo. Sin embargo, a pesar del impacto emocional y físico que esto supuso, Derek encontró la fuerza para seguir adelante, impulsado por un profundo compromiso con su labor humanitaria.
Aquí Derek te cuenta su historia:
Para Derek, el desafío fue doble: por un lado, debía asegurarse de que su familia estuviera a salvo; por otro, debía continuar trabajando para brindar asistencia a aquellos que lo habían perdido todo. Las necesidades eran inmensas: miles de personas quedaron sin hogar, sin acceso a agua potable, alimentos o atención médica. Sin embargo, Derek y su equipo no se rindieron. Trabajaron incansablemente en la distribución de suministros, el establecimiento de refugios temporales y la coordinación de esfuerzos para atender a las víctimas más vulnerables. Fue un trabajo arduo y agotador, pero esencial para salvar vidas en un contexto de desesperación.
Nuestro compromiso en las emergencias
En situaciones de emergencia es vital responder lo antes posible para mitigar los efectos de catástrofes naturales. Gracias a décadas de experiencia en la respuesta humanitaria, tenemos como misión principal proteger y atender a los niños y las niñas y sus familias en situaciones de crisis. En emergencias, desde Save the Children nos desplegamos rápidamente para ofrecer asistencia vital: proporcionamos refugios temporales, acceso a agua limpia y servicios de saneamiento, además de asegurar que los niños y niñas puedan seguir recibiendo educación en entornos seguros a pesar de las circunstancias. Nuestro trabajo también incluye el apoyo psicológico a niños y niñas afectados, ayudándoles a superar el trauma y recuperar la estabilidad emocional necesaria para continuar adelante.
En el caso de Turquía, fuimos una de las primeras organizaciones en proporcionar ayuda a la población afectada: ropa, agua, refugios y alimentos. En un año hemos atendido a 980.000 personas, de ellas más de 500.000 niños y niñas. Y nuestro compromiso es seguir hasta que sea necesario.
A través de la historia de Derek y la labor de organizaciones como la nuestra, queda claro que, en medio de la devastación, hay personas comprometidas a hacer la diferencia. Los desafíos son enormes, pero el trabajo humanitario no cesa, incluso en las circunstancias más difíciles.
