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Por el interés superior 
del niño

Hace unos días, el Tribunal Supremo ha instado al Gobierno a hacerse cargo de más de un millar de menores migrantes no acompañados solicitantes de asilo que están actualmente a cargo de los servicios de protección de menores de Canarias. Con esta decisión, se abren interrogantes sobre el futuro de estos niños y niñas y, a la vez que se pone riesgo el respeto a su interés superior. 

Es importante recordar que un niño o niña que llega solo a nuestro país tiene derecho a la protección -España está obligada a protegerlo como menor de edad, no como inmigrante-, a la acogida -la comunidad autónoma a la que llega este niño o niña debe proporcionar alojamiento, alimentación, atención médica, psicológica y educación-, a la documentación -se debe tramitar un permiso de residencia por ser menor de edad tutelado- y el derecho a no ser expulsado -un niños o niña no puede ser devuelto a su país y ante cualquier proceso de repatriación debe ser evaluado cuidadosamente, respetando el principio del interés superior del menor-.

Nuestras expertas en migraciones, Bárbara González del Río y Celia Limpo, nos explican las consecuencias inmediatas de esta decisión y las soluciones que desde Save the Children proponemos para mejorar la acogida y la protección de la infancia y adolescencia no acompañado.

¿qué piensa Save the Children sobre la decisión del Tribunal Supremo?

Desde Save the Children lamentamos la decisión que ha tomado el Tribunal Supremo, además nos entristece que la garantía de los derechos de estos niños y niñas haya tenido que resolverse por la vía judicial en lugar de ser abordada desde el ámbito político y administrativo, desde una visión de protección integral. Si bien respetamos las decisiones de los órganos judiciales, la decisión que ha tomado el Tribunal se aleja del principio del interés superior del menor. Todo niño o niña extranjero no acompañado es, ante todo, una persona menor de edad, y como tal, debe ser acogido y protegido dentro del sistema de protección de menores, diseñado específicamente para garantizar su bienestar y desarrollo.

No podemos olvidar que los niños, niñas y adolescentes extranjeros que viajan solos se encuentran en una situación de vulnerabilidad, vienen huyendo de contextos de conflicto, violencia o abandono, y se han enfrentado a múltiples riesgos en un viaje en el que no han contado con la protección de su red familiar. Y deben ser los sistemas de protección a la infancia los que estén preparados para dar una atención específica a estos niños, así como para tramitarles cualquier protección adicional que puedan necesitar por sus circunstancias individuales, como puede ser la protección internacional.

La protección internacional también se le conoce como derecho al asilo que consiste en el derecho que tiene una persona a pedir protección en otro país cuando en su país de origen sufre persecución o corre peligro por causas como su raza, sus ideas políticas, su religión, sus ideas políticas o su orientación sexual. 

¿Qué consecuencias inmediatas tendrá esta decisión para los menores no acompañados en Canarias?


El Tribunal Supremo ha establecido que los menores de edad migrantes que llegaron solos a España y pidieron asilo deben ser trasladados por el Estado a centros especiales para personas que solicitan asilo. Hasta ahora, estos niños y niñas están bajo la protección del sistema de infancia de la comunidad autónoma. 

Para entender bien lo que esto significa, hay que saber cómo funciona la acogida en España. Las comunidades autónomas (como Canarias) son las encargadas de cuidar a los menores de edad que están solos y sin familia. Por eso gestionan los centros para niños, niñas y adolescentes que migran solos. Por otro lado, el Estado se encarga de los adultos y familias que piden asilo, ofreciéndoles centros y ayudas especiales mientras se decide si se les concede protección internacional.

La decisión de trasladar a estos niños y niñas a centros de protección internacional genera dos principales preocupaciones:

  • Podría sentar un precedente peligroso al tratar de forma distinta a estos menores solo por ser migrantes, lo que sería discriminatorio.

  • Además, no está claro si esos nuevos centros tendrán todo lo necesario para cuidar bien de ellos, lo que podría dejarlos en una situación de desprotección.

¿Cómo funciona actualmente el sistema de asilo cuando un niño o niña migrante llega a España?

Como dijimos antes, cuando un niño o niña llega solo a España, sin familiares que se hagan cargo, debe ser considerado en situación de desamparo. Eso significa que debe ser protegido por los servicios de infancia de la comunidad autónoma donde se encuentre. Una vez que entra a un centro de protección de menores de edad, se le informa de sus derechos y se le debe explicar que puede pedir asilo (protección internacional). Al mismo tiempo, se estudia su caso para ver qué necesita. Desde ese momento, todos los trámites se hacen dentro del sistema de protección de menores.

Cualquier persona que llega a España buscando refugio tiene derecho a pedir protección internacional, que es sinónimo de la palabra asilo. En el caso de los niños y niñas que llegan solos, esta protección es un derecho adicional al que ya tienen por ser menores. Es muy importante que se les reconozca esta protección desde el principio, para que puedan recibir ayuda cuanto antes.

Esto lo dice claramente la ley española de protección a la infancia y también la ley de asilo, que establece que los menores no acompañados que piden protección internacional deben ser atendidos por los servicios especializados en infancia. 

¿Por qué los niños y niñas deben comenzar sus trámites de asilo cuando están en los centros de protección de menores de edad?

Es muy importante que la infancia y adolescencia no acompañada pueda comenzar sus trámites de asilo cuánto antes, en primer lugar, porque es un derecho imprescindible. Esta inmediatez permite a las autoridades valorar el caso y otorgar la protección necesaria. Además, tener dicha protección en el momento que cumple la mayoría de edad es determinante, pues podrá acceder a los recursos para personas adultas solicitantes de protección internacional. 

¿Nos puedes decir, brevemente, cuál es el proceso por el que pasa un niño o niña solo migrante cuándo llega a España?

Cuando un niño niña menor de edad migrante llega a nuestro país, se le acoge en los Centros de Atención Temporal para Migrantes. Solamente pueden estar en estos centros un máximo de 72 horas, en el que evalúen las necesidades de estos niños y niñas. Después, pasan al sistema de protección de la Comunidad autónoma a la que han llegado, o bien, acceden al acogimiento familiar. Es decir, el menor de edad ingresa en un centro de protección, donde en este caso el director del centro tendrá el rol de guardador o podrá proponérsele para ser acogido en familia donde será la familia quién ostente la guarda. En ambos casos, la tutela será de la dirección general de infancia de la Comunidad Autónoma.

En ambos casos, se debe asegurar la escolarización, el acompañamiento en los trámites administrativos y potenciar su integración en la sociedad. Al mismo tiempo, es necesario trabajar con estos jóvenes su transición a la vida adulta.

¿Cómo se puede mejorar el sistema de protección de menores en Canarias para que los centros no estén saturados?

Es evidente que el sistema de acogida en Canarias está saturado y necesita soluciones que ayuden a aliviar la situación, para poder dar una atención mejor a los niños y niñas que están acogidos. Pero esas soluciones no pueden poner en riesgo sus derechos ni ignorar lo que más les conviene. Los niños y niñas en situación de desprotección deben estar en centros especializados creados por la administración para cuidar de ellos, es decir, en el sistema de protección de menores de edad. Desde ahí se pueden activar otras ayudas, como la protección internacional.

Canarias, por ser una zona fronteriza que recibe muchas llegadas de personas migrantes, no puede ni debe afrontar sola toda esta responsabilidad. Desde Save the Children llevamos más de 10 años pidiendo un sistema de coordinación entre comunidades autónomas que permita repartir de forma justa a los menores entre los distintos sistemas de protección. El hecho de que no haya un acuerdo político hasta ahora no puede justificar que los niños sean llevados a centros que no están preparados específicamente para atenderles.

Además, es necesario mejorar los recursos para que los niños y niñas migrantes que están en el sistema de protección puedan solicitar asilo de forma rápida y adecuada. Para eso, hace falta reducir los tiempos de espera y contar con profesionales formados en infancia, para que se respeten sus derechos desde el principio.

¿Qué soluciones propone Save the Children?

Desde Save the Children proponemos caminar hacia un enfoque preventivo y corresponsable en materia de protección de infancia migrante no acompañada. Para ello, es necesario:

  • Implementar un mecanismo eficiente de derivación interautonómica para resolver y evitar la sobrecarga de los sistemas de protección en territorios fronterizos.
  • Desarrollar planes de contingencia con enfoque infancia para responder con garantías a las fluctuaciones migratorias. Los mecanismos de preparación ante contingencias migratorias permiten tener un sistema flexible y responder con garantías.
  • Cualquier traslado debe estar condicionado a procesos de evaluación y determinación del interés superior, tal y como establece la normativa internacional y nacional, y en base a eso tomar una decisión de acuerdo a sus necesidades específicas. Además, en contextos de saturación, existen herramientas para adaptar estos procedimientos a una situación de emergencia, asegurando unos estándares mínimos para la infancia.
  • Recomendamos que se los niños y niñas sean acogidos en una familia en lugar de permanecer en un centro.
  • Asegurar que los niños y niñas vean garantizado el acceso a derechos básicos como la educación, la sanidad y el apoyo psicológico.

La infancia y adolescencia migrante no puede ser tratada con soluciones improvisadas. Es fundamental que cualquier medida respete sus derechos y garantice su protección efectiva.