
Acto de calle:
‘Esto no es un menú infantil’
No podemos permitir que la infancia en Gaza continúe así. Tenemos que poder hacer lo que mejor sabemos hacer: garantizar sus derechos. Empezando por lo más básico: el acceso a alimentos, a un refugio seguro, a la educación y a algo tan simple y esencial como que puedan volver a vivir su infancia. Más de 18.000 niños y niñas han perdido la vida en la Franja de Gaza. Y los que están sobreviviendo se enfrentan a una situación dramática para acceder a la ayuda humanitaria organizada.
Cientos de biberones, ¿por qué?
Para representar el sufrimiento de los niños y las niñas de Gaza hemos colocado biberones en la plaza de España de Madrid que dibujan la silueta de la Franja de Gaza y simbolizan la escasez de alimentos que amenaza con llevar a más de 900.000 niños y niñas a la hambruna en la zona. Los biberones representan lo único que alimenta la infancia gazatí: miedo, destrucción, sangre y muerte.
¿Qué pedimos con este acto de calle?
Pedimos, alto y claro, un alto el fuego inmediato y el acceso sin restricciones a la ayuda humanitaria, tal como lo establece el derecho internacional.
Nos preocupa que la situación en la región empeore, como demuestran los recientes ataques aéreos israelíes e iraníes, y que no se respete el derecho internacional. Es especialmente doloroso porque ya se han perdido demasiadas vidas de niños y niñas.
Por eso, creemos que todas las partes involucradas deben hacer todo lo posible para proteger a la población civil y, en particular, a la infancia. Por ello, es fundamental que los trabajadores y trabajadoras humanitarios puedan entregar la ayuda, así como que las familias puedan recibirla de forma segura y rápida, sin obstáculos.
Ante tanta crueldad, gritamos que la infancia no puede seguir siendo silenciada. Los niños y niñas de Oriente Próximo viven cada día una y otra vez la violencia. Muchos mueren o resultan heridos por bombas y disparos. Pierden sus casas, sus escuelas y a sus seres queridos. Sufren hambre, enfermedades y un miedo constante que les deja heridas profundas. Esto va más allá de un ataque militar. Es una guerra contra la infancia. Y tiene que terminar ya.



Cómo ayudamos a la infancia de Gaza
A pesar de todas las dificultades, seguimos trabajando en Gaza. Ahora mismo tenemos dos centros de salud en Deir al Balah y Jan Yunis, con suministros suficientes para funcionar durante dos meses. También proporcionamos agua potable y creamos espacios seguros donde los niños y niñas pueden jugar y aprender.
Además, tenemos ayuda lista en la frontera para entrar con artículos esenciales y medicinas tan pronto como se nos permita.
