100 días desde los terremotos: El número de niños y niñas afectados por problemas del crecimiento en Siria podría alcanzar niveles nunca vistos

 

665.000 personas pasarán hambre en el país si no se toman medidas urgentes para evitarlo

Save The Children está distribuyendo una amplia gama de artículos, incluidos kits de higiene y dignidad, así como lonas y mantas, en las regiones de Turquía afectadas por el terremoto.

 

Materiales audiovisuales disponibles para medioshttps://bit.ly/4558ATL

Gaziantep, 17 de mayo de 2023. Las consecuencias económicas de los terremotos que asolaron el sur de Turquía y el norte de Siria hace ahora 100 días amenaza con empujar al hambre al menos a otros 665.000 sirios y sirias. El personal sanitario y las organizaciones humanitarias, entre ellas Save the Children, advierten de que los niveles de retraso en el crecimiento infantil y la desnutrición materna están alcanzando niveles nunca vistos.

El número de personas que padecían inseguridad alimentaria aguda y hambre en Siria ya había alcanzado los 12,1 millones -más de la mitad de la población- antes del primer terremoto devastador, ocurrido en las primeras horas del 6 de febrero. 

Alrededor de 1 de cada 4 niños y niñas menores de cinco años -más de 600.000- sufrían ya retraso en el crecimiento en este país, mientras que sólo en el noroeste, en manos de la oposición, las tasas de retraso en el crecimiento infantil aumentaron mes tras mes de junio a diciembre de 2022 y 1 de cada 8 mujeres embarazadas padecía desnutrición aguda. 

El retraso en el crecimiento tiene un efecto duradero en el desarrollo infantil, tanto físico como mental, y lo hace más susceptible a las infecciones. Las mujeres embarazadas desnutridas corren un mayor riesgo de sufrir abortos espontáneos, anemia e incluso morir durante el parto, mientras que sus bebés pueden nacer prematuramente y, si sobreviven, crecerán con dificultades. Los niños desnutridos también corren un mayor riesgo de enfermar gravemente o incluso morir si contraen el cólera, que se ha extendido por todo el país desde que comenzó el brote en septiembre de 2022.

“Es más que probable que el impacto económico del terremoto -y la pérdida de ingresos y un sistema sanitario al borde del abismo- empuje a cada vez más niños y niñas a niveles devastadores de hambre", explica Rasha Muhrez, directora de Respuesta Humanitaria de Save the Children en Siria. 

El precio del pan se dispara y las cebollas son ya un artículo de lujo

Según una evaluación de daños del Banco Mundial publicada el año pasado, se espera que la economía siria se contraiga al menos un 5,5% en 2023 tras el terremoto. El impacto también provocó un aumento del coste de alimentos básicos como el pan, que subió un 20% en algunas zonas, mientras que las cebollas se han encarecido tanto que ahora se consideran un artículo de lujo. El salario medio mensual en Siria sólo cubre una cuarta parte de las necesidades alimentarias de una familia.

Yanal [nombre ficticio], de 44 años, cuenta que, desde que la tierra tembló, no puede alimentar a su hijo de 10 meses como debiera: "Nuestra situación era buena. Trabajaba como jornalero. Tras el terremoto, estamos sentados sin hacer nada y mi hijo sufre desnutrición grave. Cada cuatro días necesita un nuevo recipiente de leche, pero no tengo medios económicos para comprarla. La situación es muy grave ", cuenta.  

Las dietas de mala calidad entre los 6 y los 24 meses ponen en peligro a niños como el hijo de Yanal ya que durante ese periodo tienen mayor necesidad de una gama variada de alimentos para crecer y desarrollarse de forma sana.

Un sistema de salud sin médicos

Con los terremotos destruyendo parcial o totalmente docenas de clínicas de salud en todo el país, Save the Children advierte que va a ser todavía más difícil luchar contra el aumento del hambre.  De los 80.000 médicos que había en Siria antes de que empezara la guerra, sólo quedan 20.000, y algunas zonas del país, incluidas las afectadas por el terremoto, sólo tienen un médico por cada 10.000 habitantes. 

Tareq [nombre ficticio], médico de 28 años que trabaja en una clínica móvil de Siria apoyada por Save the Children, afirma que los terremotos han agravado la crisis de hambre: "La situación ya era catastrófica. Lo que empeoró la situación fue el temblor y la falta de servicios médicos disponibles en esta zona, así como la dificultad de los pacientes para llegar a los hospitales y centros de salud", afirma.  

Al igual que ocurrió tras la Covid-19, el empeoramiento de la situación económica tras los terremotos podría agravar de nuevo los ya elevados niveles de trabajo infantil y matrimonio infantil, así como exponer a los niños y niñas a un mayor riesgo de explotación sexual, tráfico o reclutamiento por grupos armados.

Una respuesta internacional estancada

La organización considera que la respuesta de la comunidad internacional a la crisis en Siria durante los últimos 12 años se ha estancado y que no existe la capacidad de apoyar a las familias para que reconstruyan sus medios de subsistencia y se protejan de futuras crisis. El terremoto evidenció esta situación, pero el mayor acceso y atención a algunas partes del país desde los seísmos también ha ofrecido a la comunidad internacional la oportunidad de empezar a apoyar a los niños y niñas sirios a largo plazo, dándoles una mejor oportunidad de compensar el daño que ha dominado sus cortas vidas hasta ahora. 

Asimismo, Save the Children pide acceso sin restricciones a todas las zonas afectadas por el terremoto y que los donantes garanticen financiación a largo plazo para que las agencias de ayuda puedan hacer el cambio necesario del tratamiento a la prevención, que no sólo será fundamental para luchar contra el aumento de la desnutrición, sino que dará a las familias la seguridad a largo plazo que necesitan para reconstruir su resiliencia.   

Save the Children en Siria

Save the Children lleva prestando asistencia a la infancia en Siria desde 2012. La ayuda combina intervenciones de emergencia con actividades de recuperación temprana que apoyan el restablecimiento de los servicios básicos y tiene como objetivo llegar hasta el último niño o niña necesitado. 
Los terremotos mataron a unas 6.000 personas e hirieron a otras 12.000 en toda Siria. De los 8,8 millones de afectados en el país por los seísmos, 3,7 millones eran niños, niñas y mujeres embarazadas. Como parte de su respuesta a esta emergencia, Save the Children está entregando ayuda a través de sus socios, respondiendo en las provincias de Idlib y Alepo, proporcionando raciones de alimentos de emergencia, mantas, tiendas de campaña y ropa de abrigo. Save the Children también se está asegurando de que los niños, niñas y sus familias puedan mantenerse limpios, sanos y protegidos de enfermedades, así como proporcionando servicios de protección, incluido apoyo psicosocial.

La organización ha apoyado durante los 100 primeros días desde los terremotos a un total de 366.182 personas: 129.842 en Turquía (73.865 niños y niñas) y 236.340 en Siria (109.494).

Save the Children tiene como objetivo llegar a 1.600.000 personas, incluidos 675.000 niños y niñas, a través de su respuesta a las víctimas del terremoto: 1,1 millones de personas, incluidos 550.000 niños y niñas en Siria, y 500.000 personas, incluidos 190.000 niños y niñas, en Turquía.