Puerto Sudán, 11 de septiembre de 2025 - Tres de cada cuatro niñas y niños sudaneses en edad escolar están en casa o en refugios temporales, y “cada vez es más improbable que muchos de ellos lleguen a terminar sus estudios”, explica Mohamed Abdiladif, director de Save the Children en Sudán.
Un nuevo análisis de esta organización de las cifras del Cluster Global de Educación [1] muestra que cerca de 13 millones de los 17 millones de niños y niñas en edad escolar de Sudán están sin escolarizar, en una de las peores crisis educativas del mundo. Esto incluye unos siete millones de niños y niñas que están matriculados pero no pueden ir a la escuela debido al conflicto o al desplazamiento interno en el país, y seis millones de niños y niñas en edad escolar que no están matriculados y corren el riesgo de perder completamente la oportunidad de recibir una educación [2].
Todos estos 13 millones de niños y niñas -más que toda la población de Bélgica- han estado sin escolarizar al menos desde abril de 2023 por el conflicto. Incluso antes de que estallara el conflicto, casi siete millones de niños ya estaban sin escolarizar en un país que lucha contra la pobreza y la inestabilidad. Algo menos de la mitad de las escuelas de Sudán han reabierto en los últimos meses [3], con lo que cuatro millones de niños y niñas han vuelto a la escuela, pero otros niños y niñas siguen sin recibir educación por los desplazamientos internos dentro del país, la falta de profesores y material didáctico, y las restricciones de acceso.
Alrededor del 55% de las escuelas permanecen cerradas y una de cada diez se utiliza para alojar a familias desplazadas, según el Grupo Sectorial Global de Educación [3]. Es probable que el riesgo de inundaciones en septiembre y octubre, con precipitaciones superiores a la media, dañe aún más las infraestructuras y desplace a familias y profesores.
Hace una semana, un deslizamiento de tierra provocado por lluvias torrenciales arrasó la aldea de Tarsin, en las montañas de Marrah de Darfur (Sudán), dejando al menos 373 muertos y más de 1.000 personas desaparecidas, incluidos unos 200 niños y niñas.
Una crisis humanitaria sin precedentes
Razan, una niña de 10 años de Jartum, se vio obligada a huir de su casa cuando estalló el conflicto. Esto interrumpió la educación de Razan, lo que le hizo perder un curso académico completo. Una vez que se instalaron en un pueblo cerca de Sinjai, al sureste de la capital, Razan se matriculó en la escuela y empezó a reconstruir su rutina: "Cuando salimos de Jartum, pensé que volveríamos a casa al cabo de unos días. No dejaba de preguntarle a mi padre: '¿Cuándo volveremos a mi escuela?' Me dolió perder un año de escuela. Echaba mucho de menos a mis amigos y mi clase”.
Sudán se enfrenta a una de las peores crisis humanitarias del mundo, con el mayor número de desplazados -en julio de este 2025, se calculaba que 9,9 millones de personas habían sido desplazadas por la fuerza- y una gran parte del país sumido en la hambruna.
Abdiladif explica que "la educación de estos niños y niñas debe ser una prioridad. A medida que el conflicto se prolonga, los años de aprendizaje más importantes de los niños y niñas pasan, años que nunca podrán recuperar. Para algunos, esto significa que nunca terminarán la escuela secundaria, para otros significa que nunca aprenderán a leer o escribir. En todos los casos, el impacto es devastador”.
El director de Save the Children en Sudán advierte que "si el conflicto continúa, millones de estos niños no podrán volver a la escuela, quedando expuestos a peligros inmediatos y a largo plazo, como el desplazamiento, el reclutamiento por grupos armados y la violencia sexual”. Abdiladif muestra su preocupación “por el futuro de estos niños -y por el futuro de Sudán- si este conflicto no termina ahora".
Save the Children en Sudán
Save the Children insta a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para exigir un alto el fuego en Sudán que permita el acceso seguro y sin trabas de la ayuda humanitaria y un aumento de la asistencia humanitaria que ayude a los niños y a las niñas a volver a la escuela.
La organización humanitaria en defensa de los derechos de la infancia lleva a cabo programas de educación inclusiva en nueve estados de Sudán, apoyando a más de 400 escuelas para ayudar a los niños y niñas a seguir aprendiendo a pesar de la crisis.
Save the Children lleva trabajando en Sudán desde 1983 y actualmente presta apoyo a los niños y sus familias en todo el país, proporcionándoles programas de salud, nutrición, educación, protección infantil y apoyo a la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia.
Notas PARA EDITORES:
[1] El Cluster de Educación global es una asociación de 60 ONG, agencias de la ONU y otros socios que trabajan para posibilitar una respuesta predecible, efectiva y bien coordinada que aborde los problemas educativos de las poblaciones afectadas por crisis humanitarias. Save the Children y UNICEF codirigen el Cluster Global de Educación con sede en Ginebra.
[2] [3] Los datos del UNFPA y del Cluster de Educación de septiembre de 2025 muestran que de los 19,4 millones de niños en edad escolar que estaban matriculados en Sudán antes del conflicto, 17 millones permanecen en el país. De estos niños, unos 13 millones están sin escolarizar. Esto incluye alrededor de siete millones de niños que están matriculados pero que actualmente no pueden ir a la escuela debido al conflicto o al desplazamiento, y seis millones de niños en edad escolar no están matriculados. Los datos del Grupo Sectorial de Educación de septiembre de 2025 muestran que el 45% de las escuelas de Sudán (8.937) ya han reabierto sus puertas.