- Un niño o niña ha muerto o ha resultado herido de media cada tres días durante los últimos cinco años por minas terrestres y otros proyectiles
- Las víctimas infantiles de estos mortíferos instrumentos aumentaron durante la tregua de 2022, lo que pone de relieve el legado mortal del conflicto
- A tres días del aniversario del conflicto, Save the Children pide una solución inmediata para proteger a la infancia yemení
- Las lesiones infantiles más comunes tratadas por Save the Children incluyen la amputación de miembros superiores o inferiores y de manos, así como la pérdida de visión y audición
Materiales audiovisuales para medios: https://bit.ly/3JYDfdb
Nuevo informe: https://bit.ly/3z11xNg
Resumen ejecutivo: https://bit.ly/3z0s9OA
Saná, 23 de marzo de 2023. Un niño o niña murió o resultó herido cada dos días en Yemen el año pasado por minas terrestres u otros artefactos explosivos, la tasa más alta de los últimos cinco años, según el informe de Save the Children. La organización hace un llamamiento a todas las partes en conflicto para proteger a los niños y niñas de estas armas mortales.
En el estudio, titulado Observando cada uno de nuestros pasos (Watching Our Every Step), se analizan datos de enero de 2018 a noviembre de 2022 y se desprende que los niños y niñas en Yemen afrontan ahora el mayor riesgo de toparse con minas terrestres y artefactos explosivos sin detonar (UXO, por sus siglas en inglés), como proyectiles de artillería, granadas, morteros, cohetes y bombas.
Mientras que las víctimas infantiles directas de la violencia armada, como los ataques aéreos, los bombardeos o el fuego cruzado, han disminuido en general en Yemen desde 2018, las causadas por artefactos explosivos han aumentado: se ha pasado de un promedio de uno cada cinco días en 2018 a uno cada dos días en 2022, con años de conflicto que han plagado el país de minas y municiones sin explotar.
Las personas afectadas menores de 18 años aumentaron a 199 en 2022, que equivale al 55% del total de víctimas infantiles, en comparación con 68 en 2018, que supuso el 7% del total. De esta forma, se ha producido un aumento a medida que las familias regresaban a sus hogares durante una tregua de seis meses auspiciada por la ONU en las zonas en riesgo.
Por todo ello, los niños y niñas en Yemen corren el riesgo de encontrarse con minas terrestres y restos explosivos de guerra mientras juegan, recogen leña y agua o cuidan del ganado, y pueden carecer de la experiencia necesaria para identificarlos o evitarlos.
Según el análisis de Save the Children, casi la mitad de los incidentes con minas terrestres y restos explosivos de guerra en los que se vieron implicados niños y niñas fueron mortales.
Las lesiones infantiles más comunes tratadas por Save the Children incluyen la amputación de miembros superiores o inferiores y de manos, así como la pérdida de visión y audición. En algunos casos, los incidentes provocaron discapacidad permanente debido a la metralla y a lesiones en la columna vertebral.
Aparte de las lesiones físicas, los niños y niñas también sufren angustia tras los incidentes con explosivos, incluyendo problemas para dormir y miedo, así como ansiedad en su día a día.
Vidas truncadas
Maha [nombre ficticio], de 10 años, de Taiz, pisó una mina mientras estaba recogiendo leña con su hermana el pasado octubre. Aunque fue trasladada de urgencia al hospital para ser operada, perdió el ojo izquierdo y le amputaron la mano derecha. Su hermana Maya [nombre ficticio], de 16 años, quedó cubierta de metralla y gravemente herida en ambas piernas.
"Si pudiera hacer un dibujo sobre la guerra, dibujaría a gente con manos y piernas amputadas, ojos heridos, brazos y piernas lesionados, así como a gente caminando con muletas", cuenta Maha.
Repetidos conflictos armados desde principios de la década de 1960 han dejado tras de sí un mortífero legado en Yemen, donde los artefactos explosivos suponen una amenaza constante para la seguridad de los niños y niñas, especialmente en las zonas rurales. Sin embargo, no se dispone de estimaciones creíbles del nivel exacto debido a la falta de capacidad, financiación y equipamiento.
Con el sistema sanitario al borde del colapso y pocos especialistas cualificados en rehabilitación en Yemen, los niños y niñas heridos por estas armas mortíferas no tienen acceso a los cuidados a largo plazo necesarios para recuperar su movilidad, volver a la escuela y reintegrarse en la vida de la comunidad.
Quienes viven en campos de desplazados corren además más riesgo de resultar heridos por artefactos explosivos debido a la falta de educación sobre el riesgo de las minas y a que se encuentran en zonas de alto riesgo de inundaciones. De los 194 niños y niñas víctimas de minas terrestres y otros artefactos explosivos que Save the Children apoyó entre 2020 y 2022, casi uno de cada cuatro eran desplazados internos.
Tienen futuro
Jihad, voluntario especialista psicosocial de Save the Children en Taiz, pisó una mina terrestre hace varios años y ahora tiene una pierna ortopédica. Utiliza su propia experiencia para ayudar a mostrar a niños y niñas como Maha y Miya que seguirán siendo capaces de hacer cualquier cosa que se propongan.
"Inscribimos a estas hermanas en nuestro programa de apoyo psicosocial", explica Jihad. "A lo largo de las semanas siguientes al incidente, me aseguré de que su familia fuera plenamente consciente de las distintas fases de las luchas físicas, emocionales y psicológicas a las que se enfrentarían las niñas y les proporcioné orientación sobre cómo afrontar cada una de ellas", añade.
Una solución urgente
Save the Children pide a todas las partes en conflicto que tomen medidas inmediatas para proteger a los niños y niñas de estas armas mortales. Esto incluye poner fin al uso de minas, limpiar las zonas minadas y concienciar a las comunidades sobre los riesgos para evitar nuevas tragedias.
La organización también pide a todas las partes en conflicto que cumplan el Derecho Internacional Humanitario, eviten el uso de artefactos explosivos en zonas pobladas y garanticen el acceso de la ayuda humanitaria.
"No podemos seguir siendo testigos de cómo estas horribles armas destrozan las vidas de los niños y niñas", ha manifestado Ashfaq Ahmad, director adjunto de Save the Children en Yemen.
"La situación en Yemen es verdaderamente horrible. Todas las partes en conflicto deben dar prioridad a la protección de los niños y niñas y garantizar que no siguen expuestos a los riesgos que suponen las minas terrestres y otros artefactos explosivos."
Save the Children insta a los donantes a que financien íntegramente el Plan de Respuesta Humanitaria de Yemen, dotado con 4.300 millones de dólares, asignen recursos e integren la salud mental y el apoyo psicosocial a los niños y niñas víctimas y exijan responsabilidades a los perpetradores por sus actos.
Desde España, Save the Children continúa haciendo un llamamiento a la población para que se firme para poner fin a la venta de armas a cualquier de las partes en conflicto: https://bit.ly/40nRCNo
Save the Children en Yemen
La organización lleva 60 años trabajando en Yemen, implementando una amplia gama de programas en educación, protección infantil, salud y nutrición, agua y saneamiento y, por último, respuesta de emergencia en la mayor parte del país.
Save the Children Yemen proporciona atención médica y dispositivos de asistencia a niños y niñas víctimas de artefactos explosivos, incluidas las minas terrestres, así como servicios como apoyo psicosocial, asistencia en efectivo y servicios de derivación.