Bruselas, 25 de agosto de 2021.- Save the Children muestra su consternación por el énfasis de los políticos europeos en disuadir a las personas refugiadas de Afganistán e insta a los gobiernos y a la Unión Europea (UE) a que les ofrezcan asilo y cumplan con sus obligaciones morales y legales de garantizar la seguridad de los niños, las niñas y las familias afganas en riesgo de persecución u otras violaciones de derechos humanos.
“Durante años Europa no ha logrado satisfacer las necesidades de los niños y niñas migrantes, incluidos los menores no acompañados. El resultado ha sido una respuesta humanitaria caótica, violaciones de los derechos de la infancia y una crisis política en la UE. Europa no puede seguir cometiendo los mismos errores: debe garantizar que los niños y las niñas que huyen de Afganistán puedan buscar ayuda, solicitar asilo y que se respeten sus derechos”, explica Anita Bay, directora de Save the Children Europa.
La organización reclama a los países europeos que emitan urgentemente una nueva guía para las personas afganas en riesgo, reconociendo el cambio dramático de la situación en el país, especialmente para las mujeres, las niñas y los niños y las personas adultas LGTBI.
"Todos los ciudadanos afganos cuyas solicitudes de asilo han sido rechazadas o están programadas para la deportación deben tener sus casos revisados tras la toma del país por los talibanes", indica Bay.
Save the Children valora el apoyo prometido por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, a los países vecinos de Afganistán, que acogen a la gran mayoría de los refugiados afganos, y considera positiva la voluntad de los gobiernos europeos de reasentar a algunas personas afganas. Sin embargo, la organización pide que esta voluntad no se limite a aquellos que han prestado servicio militar y que incluya a los refugiados vulnerables de los países vecinos de Afganistán.
"Bajo ninguna circunstancia se debe utilizar el reasentamiento para justificar duras medidas de disuasión en las fronteras de Europa. Usar la ayuda humanitaria para presionar a los países para que impidan que los refugiados viajen a Europa es inmoral y socava las obligaciones de los países europeos en virtud del derecho internacional de los refugiados", añade Bay.
Save the Children aclara que Europa tiene los recursos y la capacidad para ayudar a las personas de Afganistán que llegan a sus fronteras y ofrecer asilo a quienes lo necesitan. En este sentido, la organización considera fundamental que haya un liderazgo europeo fuerte que cambie la disuasión por la aceptación.
Save the Children piensa que es inaceptable la violencia a la que se han enfrentado cientos de niños, niñas y familias en las fronteras de la UE en los últimos años y señala que el aumento de la protección fronteriza ha provocado cuellos de botella en los países balcánicos, con miles de menores y adultos que intentan desesperadamente cruzar las fronteras solo para encontrar rechazos violentos e irregulares.
“Debe cesar la subcontratación de responsabilidades. Este enfoque ya ha creado un limbo legal para miles de refugiados en las islas griegas, incluidos la infancia no acompañada”, advierte Vasilis Papastergiou, del Consejo Griego para los Refugiados, con quien Save the Children se ha asociado para ayudar a los menores en movimiento en Grecia. “Los afganos que llegan a Europa y solicitan asilo, como es su derecho, deben hacer que se examinen sus casos en función de sus méritos individuales”, concluye.
Save the Children es una organización independiente, imparcial y políticamente neutral que ha trabajado en Afganistán desde 1976 para brindar servicios que salvan la vida de los niños, las niñas y sus familias en todo el país. A raíz de los últimos acontecimientos, la organización ha tenido que suspender temporalmente su trabajo en la zona. En 2020, Save the Children llevo a cabo programas de salud, educación, protección infantil, nutrición y medios de vida que ayudaron a más de 1,6 millones de personas afganas.
Sobre Save the Children
Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.
En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.