Aniversario Covid-19: Save the Children revela que más del 30% de padres y madres a los que atiende en sus programas de pobreza en Andalucía han perdido el empleo por la pandemia

Sevilla, 10 de marzo de 2021. Con motivo del primer aniversario de la pandemia en Andalucía y el resto de España, Save the Children ha publicado el informe ‘Aniversario Covid-19: ¿Qué nos cuentan las familias?’ en el que ha entrevistado a cerca de 200 familias andaluzas vulnerables a las que apoya en el territorio para conocer de qué manera les ha impactado la pandemia en el último año.

Uno de los principales resultados del estudio es que el 32,9% de los padres y las madres a los que atiende la organización en Andalucía ha perdido el empleo por la crisis económica. En el 22,3% de las familias uno o más adultos ha perdido su trabajo de manera permanente y en un 10,6% de los hogares uno o más adultos lo ha pedido de manera temporal. 

Save the Children ha hecho público hoy los resultados de la encuesta, dentro del lanzamiento de su campaña ‘La ola invisible’, con la que quiere visibilizar los efectos de la crisis económica y social en las familias que ya sufrían pobreza antes de la pandemia. Asimismo, la organización hará llegar a los diferentes grupos políticos e instituciones andaluzas el documento ‘Acabemos con la normalidad de la pobreza infantil’, donde incluye las propuestas políticas necesarias para abordar el impacto de la pandemia y propone vías de encaje de las mismas en los Planes de Recuperación, Transformación y Resiliencia, actualmente en fase de elaboración.

Según los datos de la Encuesta de Población Activa del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, en el cuarto trimestre del año pasado se registró un aumento del paro del 10,1% con respecto al mismo trimestre del año anterior. En total, en Andalucía hay 907.200 personas paradas. Esta situación agrava los niveles de pobreza infantil a los que ya se enfrentaba Andalucía y crea una emergencia sobre la emergencia. Según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE correspondientes a 2019 (últimos disponibles), el 29,5% de los niños, niñas y adolescentes en Andalucía (469.995 menores de 18 años) se encontraban en riesgo de pobreza o exclusión social en 2019 (indicador AROPE con umbral de pobreza de Andalucía), llegando al 40,8% si empleamos el umbral de pobreza estatal, (650.027 niños/as).

Save the Children insiste en que continuamos inmersos en una emergencia social. La organización señala que la masiva reducción de los puestos de trabajo ha supuesto una merma importante en las rentas de las familias vulnerables, agravando la precaria situación en la que ya vivían antes de esta crisis. 

“Si no actuamos ya, el 80% de los niños y las niñas que viven en situación de pobreza en Andalucía serán adultos pobres. Además, nuestras proyecciones de aumento de pobreza infantil severa nos dicen que hay un riesgo muy alto de duplicar en muy poco tiempo el 11% de niños y niñas andaluces en esta situación, pasando a un 22%, más de 350.000 menores viviendo en pobreza severa. Esta situación sería una catástrofe para nuestra infancia y para toda la sociedad andaluza”, declara Javier Cuenca, director de Save the Children en Andalucía.

Hay evidencias de experiencias exitosas a nivel internacional que muestran que implementando las políticas adecuadas se puede erradicar la pobreza infantil. Por eso, “pedimos al Gobierno andaluz y a todos los partidos políticos que aprueben medidas para frenar esta ola invisible de pobreza y desigualdad que tanto lastra la vida de los niños y las niñas, y de la sociedad en su conjunto”, apunta Cuenca. 

María del Carmen, una madre sevillana de 45 años que participa en los programas de Save the Children, confiesa que la situación económica en su casa no es la misma desde que comenzó la pandemia. Con cuatro hijos, ella y su marido hacen malabares para poder llegar a fin de mes. “Antes de la crisis, yo iba a los supermercados grandes a comprar, ahora tenemos que ir a lo poquito, una caja de leche de un sitio o buscarme la vida para poder…, pidiendo para poder darle de comer a mis hijos”, comenta. 

Las pasadas Navidades, Save the Children publicó los resultados de una encuesta sobre condiciones económicas y sociales de las familias en España, poniendo especial atención en la infancia. Los datos confirmaron que el 80% de las familias en Andalucía con menores a cargo en situación de pobreza habían visto reducidos sus ingresos como consecuencia de la Covid-19.

Vivienda y pobreza energética 

La pérdida del empleo ha supuesto una merma importante en las rentas familiares, que ya antes de la crisis de la Covid-19 eran limitadas, situando a muchas familias andaluzas en una posición difícil para hacer frente a los costes de su vivienda o a los de los suministros domésticos. El 64,9% de las familias declara tener o haber tenido dificultades para pagar la hipoteca o el alquiler y ese porcentaje se eleva a casi el 71% cuando se les pregunta sobre el pago de los suministros básicos de electricidad, calefacción o agua, entre otros.

Educación

A nivel educativo, Save the Children destaca que el 26,3% de niños y niñas andaluces de nuestra encuesta no está recibiendo ningún tipo de apoyo extra, a pesar de que sus madres y padres consideran que sí lo necesitan. Además, un 42% de los niños y niñas está desmotivado con los estudios o les apetece menos ir a clase. Y un 2% habría pensado, incluso, en dejar de estudiar. Madres y padres apuntan al cansancio asociado a los meses de confinamiento, a las eventuales cuarentenas, a las restricciones en la socialización con otros compañeros y compañeras, a las normas de distanciamiento, así como el miedo al contagio o el uso obligatorio de mascarillas como algunas de las causas del limitado interés que sus hijos e hijas demuestran con los estudios. Save the Children recuerda que antes de la pandemia, Andalucía ya tenía la tasa más alta de abandono escolar temprano de España (21,6%) y que esta se ceba siempre con los hijos e hijas de las familias más vulnerables. 

Salud y bienestar emocional

Save the Children también observa que la convivencia en espacios pequeños con varias personas, la inestabilidad laboral y el propio miedo a contraer la Covid-19 ha impactado enormemente en el bienestar de estas familias. Por ejemplo, la información reportada por madres, padres y otros cuidadores andaluces indica que un 54,8% de los niños y niñas y adolescentes andaluces han mostrado cambios negativos en su estado emocional como consecuencia de la pandemia. Los efectos emocionales y psicológicos más frecuentemente mencionados son estrés o nerviosismo, ansiedad y miedo. 

La situación derivada de la Covid-19 se ha manifestado, también, en cambios en los patrones de ocio, actividad física y tiempo de juego dentro y fuera del hogar de niños, niñas y adolescentes. De acuerdo a los datos reportados por los padres y las madres, un 43,2% de los niños y niñas apenas saldrían casi a la calle o al aire libre. Aquellos niños y niñas que pasan más de 5 horas a la semana jugando en el exterior no llegan al 10%. Respecto a la actividad física en el hogar, madres, padres y cuidadores reportan que el 89% de los niños y las niñas no está practicando ninguna actividad física en sus hogares.

Propuestas para acabar con la pobreza infantil en Andalucía

1)    Rentas: Una vez que la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales ha anunciado la creación del Ingreso por la Infancia y la Inclusión (IPII), Save the Children aplaude esta medida, pero exige que debe estar enfocada en reducir drásticamente las altas tasas de pobreza infantil en Andalucía, que desde 2010 no se han reducido, sino que han crecido de modo sostenido. Para ello, y aunque el IPII se encuentra en fase de diseño, la organización sugiere dos propuestas de modificación de la Renta Mínima de Inserción Social en Andalucía (RMISA) para que en su efecto combinado con el Ingreso Mínimo Vital (IMV) se consiga eliminar la pobreza infantil severa en Andalucía.  

La primera propuesta consistiría en utilizar los 142 millones de euros presupuestados en 2019 para la RMISA para diseñar una prestación consistente en un ingreso anual destinada a aquellas familias con menores a cargo cuyos ingresos anuales por unidad de consumo se sitúen por debajo del umbral de pobreza severa autonómico. Esta primera propuesta prestación por hijo a cargo como complemento al Ingreso Mínimo Vital podría reducir en 11 puntos las tasas de pobreza infantil severa (Gráfico 3). 

La segunda opción supondría un mayor esfuerzo presupuestario, ya que supondría aumentar la prestación por hijo a cargo asociada a la RMISA hasta los 100€/mensuales, de manera que prácticamente se eliminaría la pobreza infantil severa de una vez por todas de Andalucía (12 puntos menos).

2)    Vivienda y pobreza energética: Para luchar contra la pobreza energética, Save the Children apuesta por ampliar el parque de vivienda pública de alquiler social como forma de hacer frente a las crisis habitacionales derivadas de desahucios, impagos u otras situaciones de vulnerabilidad económica y exclusión social. Esta ampliación exige esfuerzos coordinados entre el Estado, las comunidades autónomas y las entidades locales, cuya competencia en materia de vivienda debería verse reforzada por la disponibilidad de mecanismos de financiación adecuados (por ejemplo, un mayor acceso al crédito oficial).  

3)    Educación: La organización solicita aumentar la cobertura del Programa para la Orientación, Avance y Enriquecimiento Educativo en la situación de emergencia educativa del curso 2020-21 (PROA), ya que el coste estimado por alumno es de 182€/año, algo totalmente insuficiente para realizar un acompañamiento profundo durante todo el año. Es necesario este esfuerzo para atender al alumnado con mayores dificultades en los procesos de enseñanza-aprendizaje, y más ahora tras los efectos de la Covid-19. 

Además, plantea desarrollar un plan de mejora de las infraestructuras educativas –especialmente los centros más degradados–, incluyendo comedores, climatización, aislamiento y entornos verdes, energéticamente eficientes y que permitan aprovechar las instalaciones en verano, en línea con una de las acciones del marco estratégico europeo de educación y formación 2021-2030. 

La ONG recomienda también modificar la normativa de evaluación para impulsar la reducción de la repetición de curso con capacitación de docentes en alternativas eficaces basadas en evidencia, así como aumentar la oferta gratuita e inclusiva de actividades de ocio educativo en verano para ampliar aprendizajes y cerrar brechas.

Por último, sugiere mejorar el acceso y la calidad a la educación infantil 0-3 años, así como sistemas de evaluación, estudios e indicadores para esa etapa y actuaciones para mejorar la formación inicial y permanente de las profesionales. 

Save the Children explica que todas estas propuestas son realistas y realizables a través de los Fondos Europeos de Recuperación. “Debemos garantizar la inclusión de la infancia en los Planes de Recuperación, Transformación y Resiliencia, tanto a nivel estatal como autonómico, para que se lleven a cabo las reformas e inversiones necesarias que garanticen que nadie se quede atrás”, concluye Javier Cuenca.

A tu lado

En marzo de 2020 Save the Children puso en marcha el programa de emergencia ‘A tu lado’ para continuar apoyando a las familias vulnerables, tal y como venía haciendo antes de la pandemia. Con este proyecto la organización ha ayudado en el último año a más de 3.000 niños y niñas, y sus familias; concretamente a más de 2.000 familias. Save the Children continúa proporcionando a la infancia y las familias con menos recursos transferencias de efectivo para comprar bienes de primera necesidad, apoyo psicológico y de acompañamiento, y clases de refuerzo educativo de manera presencial y online. Además, desde el inicio de la pandemia, la organización ha entregado 1.000 dispositivos y conectividad a más de 1.000 hogares para que niños y niñas puedan seguir con su educación a distancia en las cuarentenas.