- Cuatro años después del regreso de los talibanes al poder, el país se enfrenta a una nueva crisis migratoria
- Miles de niños y niñas regresan solos, sin familia ni acceso a servicios básicos
Las secuelas de los recortes masivos de ayuda de este año han dejado a los equipos humanitarios desbordados por el enorme volumen de necesidades

Recursos para medios: https://www.contenthubsavethechildren.org/Package/2O4C2STP8258
Kabul, 11 de agosto de 2025 - Un niño o niña regresa a Afganistán desde Irán o Pakistán aproximadamente cada 30 segundos, de media, en un momento en que casi la mitad de la población afgana ya necesita ayuda, según un análisis de Save the Children.
Afganistán se enfrenta a una nueva crisis migratoria cuatro años después de que el regreso de los talibanes al poder desencadenara un éxodo masivo de afganos a los países vecinos.
Según un análisis de los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), este año más de 800.000 niños y niñas han cruzado a Afganistán desde Irán y Pakistán, y aproximadamente tres de cada cuatro niños regresan desde Irán. Esta cifra duplica el total del año pasado, cuando ambos países fijaron plazos para que los migrantes indocumentados y los refugiados se marcharan.
La mayoría de los niños cruzan a Afganistán, entre ellos miles sin padres y madres ni tutores, llevando sólo lo que pueden cargar. Muchos son forasteros en su tierra natal, ya sea porque han nacido en países vecinos o porque han pasado años como refugiados o emigrantes.
Save the Children ha visto enormes grupos de familias viviendo en parques y espacios abiertos de las principales ciudades de Afganistán.
Omid, de 12 años, se vio obligado a abandonar Pakistán y trasladarse a Afganistán con sus nueve hermanos y hermanas. Save the Children está apoyando a la familia en un centro de tránsito. “Estaba en la madrasa (una escuela religiosa) cuando mi padre entró corriendo y dijo que teníamos que irnos”, cuenta Omid. "Hicimos las maletas deprisa y nos metimos en un camión grande con otras personas. Hacía calor. No teníamos comida ni agua. Quiero que encontremos una casa, que vayamos a la escuela y que volvamos a vivir una buena vida. Quiero sentirme seguro y hacer algo por mí mismo", añade.
El padre de Omid, Feroz, dijo a Save the Children que la familia salió de Pakistán “con las manos vacías y el corazón roto” y que actualmente no tiene casa, trabajo ni forma alguna de mantener a su familia: "Los afganos siempre estamos en movimiento. Pero yo no quería esta vida para mis hijos. Perdimos nuestra casa, nuestros libros, incluso nuestras fotos familiares. Sólo nos llevamos lo que podíamos cargar, sobre todo ropa y documentos importantes. El resto tuvimos que abandonarlo. Fue como huir de un incendio".
Incluso antes de la oleada de personas que regresaban a Afganistán, casi la mitad de la población necesitaba ayuda humanitaria y uno de cada cinco niños y niñas se enfrentaba a niveles de hambre críticos.
Al mismo tiempo, Afganistán también se enfrenta a desplazamientos internos masivos, en los que muchos niños y niñas se ven obligados a abandonar sus hogares por causas climáticas. La grave sequía que azota las provincias septentrionales de Afganistán está provocando la desaparición de los cultivos y la disminución de las reservas de agua para la población y el ganado.
Samira Sayed Rahman, directora de Incidencia Política de Save the Children en Afganistán, explica: “La escala y el ritmo de las personas que regresan a Afganistán en estos momentos no tienen precedentes. Estamos al borde de una crisis humanitaria a gran escala como nunca antes habíamos visto. Aproximadamente cada 30 segundos, un niño regresa o se ve obligado a regresar a Afganistán. Eso equivale aproximadamente a un aula llena de niños cada 15 minutos”. Y añade: “Muchos de estos niños y niñas están agotados, aterrorizados e inseguros de cómo van a sobrevivir en un país que ya está luchando contra el hambre y la pobreza graves en los últimos cuatro años. Miles de niños regresan solos, sin familia ni acceso a servicios básicos. Las secuelas de los recortes masivos de ayuda de este año han dejado a los equipos humanitarios desbordados por el enorme volumen de necesidades. La crisis adolece de graves carencias de recursos, falta de financiación y se pasa por alto. Y son los niños y niñas quienes pagarán el precio más alto".
Con la creciente presión sobre los recursos debido a los recortes de ayuda de este año, Afganistán se enfrenta a mayores retos en la prestación de servicios esenciales, en particular para las poblaciones vulnerables como los retornados, las comunidades de acogida y la infancia.
Las peticiones de Save the Children
Save the Children hace un llamamiento a los países de la región para que garanticen que los retornos a Afganistán sean voluntarios, seguros y dignos. Obligar o presionar a los niños y niñas a regresar, especialmente a los que no tienen tutores, puede aumentar el riesgo de explotación, abuso y abandono.
La organización de defensa de los derechos de la infancia también hace un llamamiento a la comunidad internacional para que aumente urgentemente la financiación destinada a cubrir tanto las necesidades críticas en la frontera a su llegada como a proporcionar asistencia a más largo plazo para ayudar a los retornados a establecerse en Afganistán.
Desde marzo, Save the Children en Afganistán ha apoyado a más de 150.000 niños y niñas que han regresado a Afganistán. La respuesta de Save the Children se está ampliando para incluir una clínica de salud y nutrición y asistencia en efectivo polivalente en la frontera, servicios de protección infantil en el centro de tránsito y servicios sanitarios en las zonas a las que la gente está regresando en Herat.
Save the Children en Afganistán
Save the Children lleva desde 1976 apoyando a las comunidades y protegiendo los derechos de la infancia en todo Afganistán, incluso durante periodos de conflicto y catástrofes naturales. Tenemos programas en 10 provincias y trabajamos con socios en otras 11 provincias. Desde agosto de 2021, hemos ampliado nuestra respuesta para apoyar al creciente número de niños y niñas necesitados. Prestamos servicios de salud, nutrición, educación, protección infantil, refugio, agua, saneamiento, higiene y medios de subsistencia.