- El alto coste y la pobreza infantil impiden a 700.00 niños y niñas disfrutar del ocio estival. Save the Children ofrece campamentos como única alternativa para ellos y ellas
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Sevilla, 14 de julio. Para el 45,6% de los hogares andaluces con hijos e hijas, la época de verano no es sinónimo de irse de vacaciones. Ni playa, ni montaña, ni descanso. Son días de calor, a veces extremo calor, en un piso esperando a que sean las 8 de la tarde para que los niños y niñas puedan salir a la calle a jugar. La media nacional sería del 35%, siendo Andalucía la comunidad con la tasa más alta de toda España. Le siguen Canarias (44,9%) y Ceuta (41,9%).
Es la realidad de 704.042 niños y niñas en Andalucía, según la última Encuesta de Condiciones de Vida (ECV). Esta situación se agrava por el elevado coste de estas actividades, que puede representar más del 20% del gasto anual en la crianza de un niño o niña, según cálculos de nuestra organización en el informe del Coste de la Crianza.
Las vacaciones no solo representan un descanso del entorno escolar, ofrecen oportunidades esenciales para el desarrollo emocional, social y cognitivo de los niños y niñas. “Lejos de ser simples espacios de ocio, las vacaciones fomentan la creatividad, fortalecen los vínculos familiares, permiten el contacto con la naturaleza y la exploración del mundo desde la curiosidad, elementos clave para construir una infancia plena y saludable”, explica Javier Cuenca, director de Save the Children en Andalucía.
Campamentos de verano, las únicas vacaciones para niños y niñas en situación de pobreza
Casi 250 niños y niñas en situación de pobreza en Andalucía está disfrutando de los campamentos de verano que organiza Save the Children. “Para muchos de estos niños y niñas, son sus únicas vacaciones”, dice Cuenca, y para sus familias representan una oportunidad de conciliación, un auténtico tetris diario para madres y padres que intentan compaginar el trabajo con el cuidado de sus hijos.
Durante el mes de julio, en estos campamentos los niños y niñas realizan excursiones a la naturaleza, a la playa, piscina, visitas culturales o talleres. “Buscamos que disfruten de un ocio diferente al que no pueden acceder durante el verano. Desde el curso pasado, trabajamos para que ellos y ellas planifiquen actividades que les motiven”, incide Cuenca. Además, los grupos que lo necesitan cuentan con refuerzo educativo, un apoyo extra fundamental para que en septiembre no se queden atrás.
Los campamentos también garantizan al menos una comida saludable al día a estos niños y niñas. Para las familias con dificultades económicas, esta comida es la única posibilidad de que sus hijos e hijas reciban una dieta equilibrada y saludable en verano teniendo en cuenta que los comedores escolares están cerrados. El 8,9% de los niños y niñas andaluces, de acuerdo a la ECV, no pueden comer carne, pollo, pescado o su equivalente en proteína vegetal cada dos días.
Las colonias urbanas de Save the Children se dirigen a niños y niñas de entre 3 y 17 años en Sevilla, Illescas (Castilla-La Mancha), Barcelona y Canovelles (Catalunya), Madrid, Fuenlabrada y Leganés (Comunidad de Madrid), Valencia, Alicante, Paterna, Mislata, Paiporta y Sedaví (Comunitat Valenciana), Barakaldo (Euskadi) y Melilla.
La campaña de verano de Save the Children se realiza en colaboración con la Fundación “La Caixa” en el marco del programa CaixaProinfancia y Más infancia, enfocado a atender a niños y niñas vulnerables de diversas zonas de España.