"Los niños y los ancianos mueren asesinados .... He visto a niños arrojados al río atados a su madre muerta”, Silvia, 31 años, refugiada de Sudán del Sur en Uganda.
IMÁGENES, VÍDEO Y TESTIMONIOS DE REFUGIADOS DE SUDÁN DEL SUR EN UGANDA: https://storycentral.savethechildren.org.uk/?c=45463&k=d71b1c49b7
Madrid, 14 de marzo de 2017. Mientras que Naciones Unidas advierte de que Sudán del Sur "se encuentra al borde del genocidio" y la hambruna se ha declarado en Unidad, uno de los diez estados que componen el país, los refugiados describen los horrores que han obligado a cientos de miles de mujeres y niños a huir a Uganda. En este país hay actualmente 750.000 refugiados procedentes de Sudán del Sur y solo este año han llegado 140.000.
Desde que los combates se intensificaron en julio de 2016, más de medio millón de refugiados han abandonado Sudán del Sur y la mayoría de ellos se han establecido en Uganda. El país está viviendo la mayor crisis de refugiados de África: más de 1,5 millones de personas han huido del país desde que estalló el conflicto en diciembre de 2013. El 86% de los desplazados son mujeres y niños que llegan aterrorizados, hambrientos y a menudo solos. Muchos de ellos están tan traumatizados que tienen dificultades para hablar y no saben si sus padres están vivos.
Silvia, una madre de 31 años, huyó del conflicto cuando vio cómo su mejor amigo y sus dos hijos, de 4 años y 3 meses respectivamente, fueron asesinados por grupos armados en Yei, una ciudad en el suroeste de Sudán del Sur. "Mi mejor amigo y sus hijos fueron asesinados delante de mis ojos. He llegado a ver niños atados a su madre muerta y arrojados al río por los soldados. Los niños no van al colegio y hay hambre en todas partes”, describe Silvia.
Silvia viajó desde Yei con otras personas de su pueblo. En su viaje encontró a un bebé de dos años, hambriento, deshidratado y tumbado junto a la carretera. Silvia todavía no sabe el nombre de la niña, o lo que le pasó a sus padres, pero ahora está cuidando de ella como si fuese suya: "La encontré llorando en una zanja, estaba desnuda, desnutrida y deshidratada. La hierba casi la había cubierto”.
Joan, de 35 años, llegó a Uganda con Joy, su hija de 14 años, y tras realizar un viaje de 80 kilómetros a pie embarazada de ocho meses. Describe la aterradora situación que vive Sudán del Sur, donde mujeres jóvenes son violadas en grupo de hasta diez hombres, y las mujeres y niños son asesinados por los soldados. "Cuando los grupos armados llegaron a la aldea violaron a las jóvenes. Diez hombres podían violar a una sola mujer. Antes no solían matar a las mujeres, pero ahora están matando a todos: mujeres, niños y ancianos”, afirma esta mujer.
Flavia, trabajadora de Save the Children, alerta: "Los niños nos cuentan que han presenciado la muerte de sus padres en su propia casa. Uno de ellos vio cómo colgaban a su padre junto a él, ahora tiene pesadillas y cuando se despierta es incapaz de hablar. También estamos viendo casos de desnutrición tan graves que se pueden contar sus costillas con la vista".
Pete Walsh, director de Save the Children en Sudán del Sur, denuncia: "Estamos extremadamente preocupados por las advertencias de Naciones Unidas sobre las atrocidades que están sucediendo en el país e instamos a las partes en el conflicto a proteger a los civiles atrapados en él. Los testimonios que estamos escuchando son horripilantes. Hay niños llegando solos, forzados a huir de sus hogares en busca de seguridad y protección. Muchos están a punto de morir de hambre. La hambruna ya ha sido declarada en tres zonas y se extenderá, a menos que el mundo abra sus ojos a esta catástrofe”, prosigue Peter Walsh.
"Save the Children está trabajando en todo Sudán del Sur y apoyando a los refugiados que llegan a Uganda. Todas las partes en el conflicto deben garantizar que los civiles estén protegidos y los trabajadores humanitarios puedan continuar dando atención sanitaria y protección a los niños vulnerables e inocentes”, concluye Walsh.