Cinco años de guerra en Yemen: 12 millones de niños y niñas necesitan ayuda humanitaria y la mitad de la población infantil sufre síntomas depresivos

  • Yemen cumple cinco años de guerra con temor a un brote de Covid-19, que ejercería una presión aún mayor sobre servicios de salud saturados y una ayuda humanitaria obstaculizada

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Madrid, 24 de marzo de 2020. Cinco años de conflicto en Yemen han tenido un impacto devastador en la salud mental de toda una generación de niños y niñas, empujando a algunos al borde de la depresión, según una nueva encuesta realizada por Save the Children a 1.250 niños y niñas de entre 13 y 17 años, padres, madres y cuidadores adultos sobre su bienestar mental.

Yemen cumple cinco años de guerra con 24 millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria,  más de la mitad niños y niñas, y con el temor a un brote de Covid-19, lo que ejercería una presión aún mayor sobre sus servicios de salud, ya saturados, y la labor de las organizaciones humanitarias, que está siendo obstaculizada. “El bloqueo humanitario es lo que más daño está provocando en Yemen y una clara estrategia bélica contra la población civil”, sostiene David del Campo, director de programas internacionales de Save the Children. El bloqueo está provocando que en este momento haya 310.000 niños y niñas en desnutrición aguda severa, el más grave de los estados del hambre, que conlleva la muerte si no se atiende de forma urgente. La falta de abastecimiento ha elevado a 20 euros el coste del litro de suero.

Ante esta situación, la organización ha querido saber cómo está afectando al bienestar emocional de los niños y niñas. La encuesta revela que más de la mitad de los menores encuestados dicen sentirse tristes y deprimidos y muchos registran signos de ansiedad como palpitaciones, dolor de estómago, sudoración excesiva en las manos y temblores cuando sienten miedo o preocupación.

Además, alrededor de uno de cada cinco entrevistados asevera tener siempre miedo. En general, el 52% afirma que nunca se siente seguro cuando está separado de sus padres y el 56% cuando camina solo. 

Inger Ashing, directora de Save the Children Internacional, insta a todas las partes en el conflicto a trabajar hacia una solución política y pacífica:  “Los niños y las niñas con quienes hablamos están aterrorizados. Están demasiado asustados para jugar afuera. Mojan la cama cuando escuchan aviones volando por encima o caen bombas”. “Una solución política es la única forma sostenible de poner fin a esta terrible guerra y detener el sufrimiento de los niños. Los gobiernos con influencia sobre las partes beligerantes deben usar su poder para sentarlas en la mesa de negociaciones. Aquellos que continúen vendiendo armas a las partes en lucha deben saber que están alimentando esta guerra, y la historia los juzgará. Nadie puede alegar que no sabía", agrega.

Miedo a las armas explosivas y los francotiradores

La encuesta, la de mayor magnitud realizada desde el inicio de la guerra, muestra también:
•    El 38% de los cuidadores informan de un aumento en las pesadillas de los niños y las niñas.
•    El 18% de los niños y las niñas informaron de que siempre se sienten apenados, el 51% que a veces se sienten así.
•    El 8% de los cuidadores informaron de un aumento de los niños y niñas que mojan la cama.
•    El 16% de los niños dicen que nunca o rara vez pueden relajarse.
•    El 36% de los niños y niñas informaron de que no pueden expresar con alguien de su entorno si están tristes o se sienten mal.

La encuesta realizada por Save the Children indica que, además, los niños, niñas y  adolescentes enfrentan una crisis de salud mental y viven con el temor constante de ser atacados por armas explosivas o fuego de francotiradores.

Es el caso de Eyad, de 14 años, que vive en Saada, en el noroeste del país. Eyad perdió un ojo después de ser alcanzado por la metralla durante un ataque aéreo. Ha perdido la motivación por estudiar, tiene problemas para leer y escribir y sus notas se han resentido. Para evitar la ansiedad, ha construido una canasta con alambre y una cuerda y juega al baloncesto. “Me siento muerto. He perdido la esperanza. Cuando era pequeño, antes de la guerra, cada vez que mis amigos y yo veíamos un avión cantábamos: "Avión vuela, avión volador", pero ahora tenemos mucho miedo ".

Abed, de 10 años, también de Saada, perdió a sus dos hermanos cuando el hospital donde trabajaba su padre fue alcanzado por un ataque aéreo. “Mi vida ha cambiado desde que murieron mis hermanos. Cuando los recuerdo, me siento triste. Para distraerme, voy a jugar o hago cualquier otra cosa. En todo Yemen los niños estamos tristes porque hemos perdido a familiares".

Si no se aborda esta crisis, toda una generación sufrirá consecuencias a largo plazo, advierte Save the Children. Estar sometidos al estrés de la guerra les pone en riesgo de tener problemas de salud mental y afectará a su salud a largo plazo pues serán más vulnerables a enfermedades crónicas o afecciones cardíacas, entre otros.

Según los datos más recientes, solo dos psiquiatras infantiles están disponibles en todo Yemen y solo hay un profesional de enfermería de salud mental por cada 300.000 personas. Los niños tienen derecho a sentirse seguros y a un bienestar mental saludable.  Para evitar la inminente crisis de salud mental en Yemen, se necesita más financiación para la salud mental y el apoyo psicosocial.

Save the Children ha instalado 50 Espacios Seguros para la Infancia donde los niños y las niñas pueden jugar e interactuar y  desarrollar sus habilidades cognitivas. Casi 250.000 menores han pasado por estos espacios desde el inicio del conflicto. A su vez, Save the Children organiza sesiones de resiliencia con grupos de niños y niñas y trabaja con especialistas y cuidadores que necesitan un apoyo mental más específico.

La población infantil está pagando un alto precio por el conflicto de Yemen. Al menos 800 menores han sido asesinados y más de 1.200 han sufrido lesiones o mutilaciones. Además, dos millones han sido desplazados. Unos 10,3 millones de niños y niñas padecen inseguridad alimentaria y en los últimos tres años casi 1,2 millones han enfermado de cólera, difteria o dengue.

Sobre Save the Children

Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.

En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.