Conferencia Sectorial de Educación: Save the Children apoya las medidas acordadas pero advierte que no tendrán efectos sin una mayor concreción normativa ni recursos

  • La ONG valora “la buena dirección” de medidas como la limitación a la repetición de curso y las actividades educativas en verano para reforzar al alumnado más vulnerable 

Madrid, 16 de abril de 2020. Save the Children considera que las medidas acordadas en la Conferencia Sectorial de Educación para que la crisis provocada por el coronavirus afecte lo menos posible al aprendizaje y desarrollo de los niños y niñas son adecuadas en los objetivos, pero pueden no serlo en la práctica, dada la falta de concreción normativa y de recursos así como de consenso con las Comunidades Autónomas, que serán quienes tengan que aplicarlas.

El texto acordado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional y las Consejerías de Educación se hace eco en buena medida de las propuestas que Save the Children y cerca de 40 organizaciones y especialistas trasladaron esta semana a la ministra Isabel Celáa respecto a limitar la repetición de curso, abrir los centros educativos en verano para ofrecer refuerzo o adaptar el currículo del próximo curso para incorporar los aprendizajes básicos no abordados en éste, entre otras. “Los acuerdos van en la buena dirección pero su eficacia está sujeta a que se concreten aún más y se dote de recursos al sistema educativo”, afirma Catalina Perazzo, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save the Children.

La organización aplaude que se busque la promoción prácticamente generalizada del alumnado y se reduzca a casos excepcionales la repetición, una medida que se ha mostrado ineficaz y que añadiría más consecuencias negativas a las que ya tiene el confinamiento en los niños, niñas y adolescentes, como es la desvinculación del ritmo escolar. Ahora bien, Save the Children recuerda que la repetición ya era una medida excepcional en la ley pero no en la realidad (casi 1 de cada 3 estudiantes ha repetido a los 15 años), por lo que sería necesario que el Ministerio de Educación acordara criterios claros, como límites de porcentaje de alumnado, o modificara los criterios de promoción que están en la normativa estatal.

Sobre la apertura de los centros en el mes de julio, una vez finalizado el periodo lectivo, ésta se presenta como una oportunidad para ofrecer actividades que combinen el desarrollo competencial con el ocio de calidad, sin que estas intervenciones sean llevadas a cabo por el personal docente a cargo del curso escolar. “Muchos niños y niñas no tienen acceso normalmente a escuelas o colonias de verano. Este estímulo es más necesario después de un período de desvinculación del aprendizaje”, indica Perazzo y añade que para que este recurso llegue a quienes más lo precisan será fundamental conectarlo con la evaluación de necesidades de aprendizaje de cada alumno y poner recursos suficientes.

Save the Children aconseja además que la planificación para julio sea liderada desde las administraciones educativas en colaboración con los Ayuntamientos, habiendo ya buenas experiencias en muchos lugares de España; y que el Gobierno central dote a las autonomías de suficientes recursos a través de un programa de cooperación territorial.

Otra de las propuestas formuladas por Save the Children que se han aprobado es la de impulsar un programa especial de refuerzo educativo el próximo curso sobre la base del plan PROA (Programas de Refuerzo, Orientación y Apoyo), cuyo éxito ya es conocido a la hora de mejorar el rendimiento de los niños y niñas con dificultades. 

La ONG expresa que es necesaria una dotación presupuestaria para implementar este apoyo, que además tendrá que darse tanto en horario extraescolar como dentro del aula. “Los centros educativos con alumnado socialmente desaventajado arrastraban déficits de recursos y personal adecuado, como muestra el informe PISA, y ahora las necesidades educativas y psicosociales de los niños y niñas que atienden se agravan. Proponemos que este programa dote de recursos extra a los centros educativos con alumnado desfavorecido, como bajadas focalizadas de ratio, profesorado extra de apoyo, trabajadores sociales, orientadores…”, indica Perazzo.

Sobre la adaptación del currículo para que en el curso 2020-2021 los niños y niñas adquieran los aprendizajes que este año no se les han impartido, la organización muestra su preocupación por la sobrecarga de contenido. Habría que asegurar que las normativas, que ahora encorsetan, permitan priorizar contenidos básicos desde un enfoque competencial. El ministerio y las Comunidades Autónomas pueden aprovechar esta oportunidad para revisar el currículo y que se permita esa flexibilidad a los centros y al profesorado.

Por último, y dadas las limitaciones que tanto los centros como las familias están teniendo para adaptarse y acceder a la educación a distancia, Save the Children ve positivo que se vayan a diseñar planes de contingencia para responder a posibles nuevos periodos de confinamiento así como que se contemple identificar al alumnado desconectado o no localizable y se plantee priorizar las tutorías y espacios para orientación, aunque advierte que habrá que dotar de medios a tutores y equipos de orientación para que puedan comunicarse con sus alumnos y alumnas.

Sobre Save the Children

Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja desde hace más de 100 años para asegurar que todos los niños y niñas sobreviven, aprenden y están protegidos. Actualmente la organización opera en más de 120 países.

En España trabaja desde hace más de 20 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas en España, proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.