Encuesta de Condiciones de Vida: Save the Children alerta de que la pobreza infantil aumenta y ya alcanza a 2,4 millones de niños y niñas

•Respecto al año anterior, se ha incrementado en 1,5 puntos porcentuales. La pobreza general, en 0,7 puntos.
•En los hogares con menores de edad la tasa de pobreza se sitúa en 26,6%, frente al 16,6% de los hogares sin niños y niñas. En los hogares monomarentales la tasa alcanza el 49%.

gráfico tasa pobreza

 

Madrid, 29 de junio de 2022- Un 28,9% de los menores de 18 años en España está en situación de pobreza, un punto y medio por encima del año anterior. Así lo revela el análisis que ha hecho Save the Children a raíz de la última Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del Instituto Nacional de Estadística publicada hoy. En total, el número de niños y niñas en situación de pobreza en 2021 se elevó a más de 2.379.000. En su análisis, la organización alerta de que la pobreza infantil supera la pobreza general, que sube 0,7 puntos respecto el año anterior y alcanza el 21,7%.

Las cifras reflejan el pleno impacto de la pandemia en la vida de las familias españolas, ya que la ECV correspondiente a 2021 recoge los datos de ingreso referidos a 2020. Es, además, el peor registro desde 2016. Todo ello evidencia la necesidad de tomar medidas urgentes para reducir la desigualdad y la pobreza entre aquellas familias que más lo necesitan.

Según el análisis de Save the Children, este porcentaje sube hasta el 33,4% si a la tasa de pobreza se le añaden la carencia material y social severa y la baja intensidad laboral.

La tasa de pobreza infantil severa también sigue aumentando en 2021 hasta el 14,9% (14,1% en 2020), afectando a más de 1.229.000 niños y niñas a pesar de la introducción de medidas clave de lucha contra la pobreza, como el Ingreso Mínimo Vital y cuyo efecto inicial recoge la Encuesta.  

La organización también considera relevante que un 10,8% de niños y niñas menores de 18 años, más de 889.000, vivan en una situación de carencia material y social severa. Se trata del nivel más extremo de escasez, esto es, la imposibilidad de atender necesidades básicas para el bienestar y dignidad de la infancia. 

Algunos de los elementos contemplados en el análisis de la carencia material han experimentado aumentos importantes: un 13,1% de niños y niñas viven en hogares que no pueden permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada, frente al 10,6% que se encontraban en esta situación el año anterior. Asimismo, ha crecido el porcentaje de familias que han tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda (hipoteca o alquiler, recibos de gas, comunidad...), desde el 15,9% en la anterior ECV hasta el 17,7% actual. 

Nuevamente, los hogares con hijos e hijas menores de edad se enfrentan a mayores tasas de pobreza: la diferencia se ha ensanchado hasta los 10 puntos porcentuales con respecto a los hogares sin niños y niñas (26,6% en 2021 frente al 16,6% en 2020).  La diferencia es igualmente significativa en el caso de la pobreza severa (13,0% en los hogares con menores de edad frente al 7,3%). Todo ello pone de relieve la necesidad de las familias con hijos e hijas de contar con ayudas para evitar que la crianza suponga un riesgo de caer en la pobreza.

La situación de los hogares monomarentales resulta especialmente preocupante puesto que se enfrentan a una tasa de pobreza del 49% (9 puntos por encima respecto el año anterior). El análisis de Save the Children sostiene que las mujeres cuentan con mayor precariedad y pobreza laboral, lo cual influye en sus tasas de pobreza, desproporcionadamente elevadas. Más de la mitad de estos hogares están en una situación especialmente vulnerable, ya que han aumentado considerablemente los hogares monomarentales en situación de pobreza severa, que eran el 19,5% del total en 2020 y alcanzan en 2021 el 28,3%. 

Este empeoramiento está estrechamente relacionado con el alza de los precios, especialmente de la energía o los alquileres. Ambos gastos constituyen algunos de los principales que se analizaron en el último informe de Save the Children, El coste de la crianza, y suponen uno de los factores principales de vulnerabilidad para las familias con hijos e hijas. La organización recuerda que el coste de criar un hijo/a en 2022 es de 672€ al mes. Para casi 900 mil hogares, los más empobrecidos, es directamente imposible cubrir este gasto, incluso dedicando todos sus ingresos a ello. Desde 2018, el coste del cuidado de los niños y niñas ha crecido en España un 14,5%. Desde entonces, y hasta marzo del 2022, la inflación en nuestro país ha aumentado un 11,3%. La crianza en España se ha encarecido por encima del incremento general de precios, ya de por si elevado.

“Todos estos datos ponen de manifiesto la necesidad de tomar medidas urgentes para reducir la desigualdad a la que hacen frente las familias más vulnerables. Es importante poner el foco en políticas que rompan el círculo de transmisión de la pobreza que, en 4 de cada 5 casos, se reproduce de generación en generación”, concluye Catalina Perazzo, directora de Incidencia Social y Política de Save the Children.

UNA AYUDA UNIVERSAL A LA CRIANZA

Para muchas familias con hijos e hijas en España, la factura de la crianza es inasumible y las aboca a los elevados niveles de pobreza infantil que constata una vez más la Encuesta de Condiciones de Vida y que son impropios de un país avanzado con un sistema de protección social consolidado. El sistema español de apoyo a las familias e infancia se encuentra entre los menos desarrollados del entorno europeo, al destinar el 1,3% del PIB en apoyo a infancia y familias, frente al 2,3% de media en la UE.

España cuenta con un sistema de beneficios fiscales para las familias con hijos e hijas casi universal en la medida que alcanza a amplios sectores de la población, pero excluye a las familias de menor renta que no tributan. Ante esta situación, Save the Children propone el establecimiento de una ayuda universal a la crianza de al menos 100 euros al mes por hijo o hija menor de edad a cargo en forma de una deducción fiscal reembolsable, lo que implica hacerla accesible al conjunto de las familias, independientemente de los ingresos o las obligaciones tributarias de cada persona. Además, “normaliza y simplifica el acceso a las ayudas a las familias, así como la estigmatización asociada a la percepción de prestaciones. Esta propuesta debería incorporarse de forma prioritaria a los Presupuestos Generales del Estado de 2023, que actualmente se encuentran en el inicio de su negociación”, explica Perazzo.

“Esta medida tendrá un impacto positivo sobre la infancia en situación de pobreza: por una parte, porque invertir en la crianza de los niños y niñas previene situaciones futuras de pobreza y exclusión social y, por otra, porque supone un apoyo económico compatible con las prestaciones desarrolladas en los últimos años, como el Ingreso Mínimo Vital o los complementos de crianza”, afirma Alexander Elu, especialista en pobreza de Save the Children.

La organización también reclama medidas para garantizar el acceso de la infancia en situación de pobreza a servicios clave para su bienestar y pleno desarrollo. Por eso considera que el Plan de Acción para la Garantía Infantil en España, que se presenta el próximo 6 de julio, debe erigirse como una hoja de ruta para erradicar las inequidades y la pobreza causadas por la dificultad de acceso a servicios como la sanidad, la educación, la nutrición y los comedores escolares o la vivienda.

Dado el papel clave de los fondos europeos para el buen arranque y posterior funcionamiento de buena parte de las medidas de los Planes de Acción (estatal y autonómicos), Save the Children insta a que el Fondo Social Europeo Plus (FSE+) dedique un porcentaje de sus recursos al objetivo de la lucha contra la pobreza infantil superior al mínimo obligatorio del 5%.

SOBRE SAVE THE CHILDREN

Save the Children es la organización independiente líder en la promoción y defensa de los derechos de niñas, niños y adolescentes. Trabaja en más de 120 países atendiendo situaciones de emergencia y programas de desarrollo. Ayuda a los niños y niñas a lograr una infancia saludable y segura. 

En España trabaja desde hace más de 30 años con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus programas proporcionan una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven los niños no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.