Con motivo de la celebración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza este próximo 17 de octubre, Save the Children lanza un nuevo informe sobre pobreza infantil en Europa.
Informe Pobreza infantil: el coste que Europa no puede permitirse (en inglés): aquí
Madrid, 14 de octubre de 2025- España es uno de los países con mayor riesgo de pobreza o exclusión social para la infancia de la Unión Europea, con uno de cada tres niños y niñas en riesgo. El nuevo informe de Save the Children, Child Poverty: The Cost Europe Cannot Afford (Pobreza infantil: el coste que Europa no puede permitirse) así lo constata.
El informe también sostiene que la pobreza infantil no es una consecuencia inevitable de los cambios en la economía o de las restricciones presupuestarias. Por el contrario, es el resultado de decisiones políticas, falta de inversión y negligencia sistémica.
España alcanzó en 2015 el compromiso ante la ONU de reducir, al menos a la mitad, la proporción de niños y niñas en riesgo de pobreza para 2030, lo que supone que al menos 1,37 millones de niños y niñas deberían haber superado el riesgo de exclusión para esa fecha. Este compromiso se estableció además como meta a través de la Garantía Infantil Europea, lo que compromete al país, no solamente con el organismo internacional, sino también con las instituciones europeas.
Diez años después de formalizar ese compromiso y a solo cinco años para que se alcance la fecha, la tasa de pobreza y riesgo de exclusión infantil apenas ha variado (del 34,4% en 2015 al 34,1% en 2025). Para llegar a cumplirlo, 895 niños y niñas deberían abandonar el riesgo de exclusión cada día durante los próximos cinco años, o, lo que es lo mismo, 27.231 niños y niñas al mes y unos 326.772 niños y niñas al año.
“La cuarta economía de Europa no puede permitirse estar tan lejos de la media europea en pobreza infantil. Además, el compromiso de España para 2030 corre el riesgo de convertirse en una promesa vacía”, afirma Catalina Perazzo, directora de influencia y desarrollo territorial de Save the Children España. “Los niños y niñas que viven bajo el umbral de la pobreza tienen peor salud, un menor acceso a educación y menos probabilidades de poder encontrar un empleo, lo que puede crear un círculo vicioso de pobreza que puede durar generaciones”, añade.
La situación de la UE respecto a la pobreza infantil no es tampoco muy alentadora. En 2019, la UE se comprometió a sacar de esa situación al menos a 5 millones de los 19,1 millones de niños y niñas en riesgo de pobreza o exclusión social en Europa para 2030. Sin embargo, la tendencia no se ha revertido entre 2019 y 2024, y en este tiempo otros 446.000 niños y niñas se vieron empujados al riesgo de pobreza o exclusión social, lo que eleva el total a 19,5 millones, es decir, aproximadamente uno de cada cuatro niños en toda la UE.
Alrededor de 446.000 niños y niñas, o 244 niños y niñas al día de media, han sido empujados al borde de la pobreza en Europa en los cinco años transcurridos desde que la Unión Europea (UE) se comprometió a reducir significativamente las tasas de pobreza infantil para 2030, según desvela el informe de Save the Children.
Existen algunos Estados miembros de la UE que han reducido el riesgo de pobreza infantil o exclusión social mediante políticas específicas, como Irlanda, donde la tasa descendió del 25 % en 2019 al 20,6 % en 2024. Pero otros de los países más ricos también han visto aumentar sus tasas al 31%, como es el caso de Finlandia o a más del 20% en el caso de Bélgica.
La pobreza infantil, consecuencia de decisiones políticas
La diferencia en las tasas de pobreza infantil y exclusión social entre países refleja las decisiones políticas, el diseño de las normas y la forma en que los gobiernos eligen invertir en la infancia.
La pobreza infantil funciona como un “impuesto invisible” sobre el crecimiento económico y la prosperidad, lo que ejerce una mayor presión sobre los sistemas de bienestar, vivienda y justicia. Mayor pobreza implica que las administraciones tengan que destinar una mayor cantidad de recursos a una población vulnerable, mediante prestaciones o políticas específicas que permitan atender a necesidades básicas.
Los ingresos a lo largo de la vida también son un 20% inferiores para quienes crecen en condiciones de pobreza. Eso significaría, en términos absolutos, que aquellos adultos que crecieron en situación de pobreza ya habrían ganado todo su salario anual en este momento del año, octubre, en comparación con aquellos adultos que no crecieron en hogares con bajos ingresos.
Aunque la UE ha dado pasos cruciales para reforzar su lucha contra la pobreza infantil durante la última década, los datos muestran claramente que los retos siguen siendo enormes. A menos que la UE aborde adecuadamente la amenaza del aumento de la pobreza infantil e invierta en infancia, Save the Children advierte de que no logrará su objetivo para 2030 y corre el riesgo de que toda una generación de niños y niñas se quede atrás.
“El incremento en número de niños y niñas bajo el umbral de la pobreza es indignante e ilustra perfectamente por qué la UE debe dar un paso al frente y actuar”, afirma Willy Bergogné, director de Save the Children Europa y representante ante la UE. Y añade: “En una de las regiones más ricas del mundo, simplemente no hay excusa para no invertir en su infancia. Este nuevo informe demuestra que la pobreza infantil es prevenible y que invertir en infancia no solo es moralmente correcto, sino que genera altos rendimientos sociales y económicos que ahorrarán dinero público a largo plazo.”
Para mejorar la situación de los niños y niñas que viven en pobreza o exclusión social en Europa, Save the Children pide a la UE que aplique y financie plenamente las herramientas y compromisos clave destinados a combatir la pobreza, como la Garantía Europea para la Infancia y la Estrategia de Lucha contra la Pobreza de la UE; proporcionar un apoyo financiero predecible, como prestaciones universales por hijos e hijas; y proporcionar acceso universal a servicios esenciales, como la inversión en educación infantil y programas universales de comidas escolares.
La organización de defensa de los derechos de la infancia también pide a la UE que cree un enfoque coordinado e integral para la reducción de la pobreza, con servicios integrados en materia de salud, educación y apoyo social para satisfacer las complejas necesidades de las familias vulnerables, y que consagre legalmente los derechos de la infancia y destine presupuestos específicos a la reducción de la pobreza infantil.
Respecto a España, Save the Children pide a las administraciones públicas españolas la adopción de medidas que combatan directamente la pobreza infantil: el incremento del acceso a prestaciones con una mayor automatización y simplificación administrativa, mejora de las rentas mínimas y avances hacia una rearticulación fiscal de políticas familiares a través de una deducción reembolsable para facilitar la crianza.
La lucha contra la pobreza infantil ha de ser un compromiso del conjunto de todos los actores políticos, solo así se llegará a un efecto real en las políticas públicas que hagan que las cifras en España alcancen los estándares europeos.
Sobre Save the Children
Save the Children lleva más de 100 años trabajando en Europa para proteger a los niños y niñas en situaciones vulnerables, defender sus derechos y empoderarlos para que puedan construir un futuro mejor. Fundada tras la Primera Guerra Mundial para ayudar a los niños de una Europa devastada por la guerra, se ha convertido en la principal organización de defensa de los derechos de los niños y niñas del mundo. En la actualidad, Save the Children opera en 23 países europeos y, a través de su oficina de Bruselas, colabora con las instituciones de la UE, los Estados miembros y socios para garantizar que las políticas y la financiación de la UE den prioridad a los niños, tanto en Europa como en el resto del mundo.