Gaza: Más del 40% de las mujeres embarazadas y lactantes en las clínicas de Save the Children están desnutridas

Gaza, 4 de agosto de 2025 – Más de cuatro de cada diez (43%) mujeres embarazadas y lactantes que buscaron tratamiento en las clínicas de Save the Children en Gaza durante julio estaban desnutridas, según informa la organización. Algunas madres lactantes se sienten tan desesperadas y tienen tanto miedo a morir que piden leche maternizada para proteger a sus hijos e hijas en caso de que queden huérfanos.

De las 747 mujeres examinadas por Save the Children durante la primera mitad de julio, 323 (43%) estaban desnutridas, lo que afecta potencialmente su capacidad para alimentar a sus recién nacidos. Esta cifra es casi tres veces mayor que la registrada en marzo, cuando el Gobierno de Israel volvió a imponer un asedio total sobre Gaza.

Desde abril, el personal de los dos centros de atención primaria de Save the Children en la Franja de Gaza ha reportado aumentos mensuales en el número de mujeres embarazadas y lactantes desnutridas, en un contexto donde los alimentos, el agua y el combustible son prácticamente inexistentes. La mala alimentación y la desnutrición durante el embarazo pueden causar anemia, preeclampsia, hemorragias y muerte en las madres, además de provocar mortinatos, bajo peso al nacer, retraso en el crecimiento y problemas de desarrollo en los niños y las niñas.

Sin apoyo a la lactancia materna, las madres dan a sus bebés biberones de agua o agua mezclada con garbanzos molidos o tahini, lo que puede aumentar el riesgo de desnutrición.

Expertos y expertas en salud de todo el mundo promueven la lactancia materna para proteger la salud infantil y mejorar la supervivencia, especialmente en los primeros meses de vida. Además de proporcionar nutrición esencial, la leche materna contiene anticuerpos que protegen contra enfermedades comunes como la diarrea, la neumonía y las infecciones. Sin embargo, en Gaza se han reportado casos de madres que luchan por producir leche materna debido al hambre extrema, el estrés, la deshidratación y y la falta de intimidad provocada por los múltiples desplazamientos.

Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, hay 55.000 mujeres embarazadas en Gaza. Más de 70.000 niños y niñas menores de cinco años y 17.000 mujeres embarazadas o lactantes enfrentan desnutrición aguda, según la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC), que advirtió que “el peor escenario de hambruna se está desarrollando actualmente” en Gaza.

Ahmad Alhendawi, director regional de Save the Children para Oriente Próximo, África del Norte y Europa del Este, describe la dureza de la situación:

“Las madres llegan a nuestras clínicas hambrientas, agotadas y aterradas de que sus bebés no sobrevivan. Algunas piden fórmula para que sus bebés puedan seguir alimentándose si ellas mueren. Estas son realidades que ninguna madre debería enfrentar jamás.”

“Sabemos que el estrés extremo puede interrumpir la lactancia, y los bombardeos constantes, además de vivir en una zona de guerra, generan una enorme angustia. El desplazamiento y el hambre en Gaza están teniendo un impacto devastador en las madres. Muchas están desnutridas y aun así intentan alimentar a sus bebés. Apoyar a las madres para que puedan amamantar puede ser una intervención que salve vidas tanto para ellas como para sus hijos e hijas.”

“Cuando los bebés no tienen comida, sus cuerpos comienzan a apagarse después de unos días. Dejan de comer, pierden energía y empiezan a consumirse. Eventualmente, sus órganos comienzan a fallar y se vuelven peligrosamente vulnerables a infecciones. La desnutrición es tratable y los niños y niñas pueden recuperarse, pero solo si los alcanzamos a tiempo. El asedio que impide la entrada de ayuda a la Franja de Gaza debe levantarse urgentemente. Con procesos y rutas de entrada suficientes, seguros y predecibles, las organizaciones humanitarias saben cómo hacer llegar la ayuda adecuada a tiempo para salvar vidas. Cualquier otra cosa, cualquier menos, es una distracción peligrosa que está costando a las madres sus bebés, a los bebés sus madres y, en el ‘mejor’ de los casos, socavando el crecimiento, desarrollo y futuro de los niños. Si el mundo no actúa ahora, más niños morirán por esta crisis prevenible y provocada por el hombre.”

El Ministerio de Salud de Gaza ha informado que 180 personas han muerto por causas relacionadas con la desnutrición desde el inicio de la guerra en octubre de 2023, incluidos 93 niños y niñas, al menos 25 de los cuales murieron en julio, mientras la desnutrición sigue una trayectoria peligrosamente ascendente.

Save the Children hace un llamamiento al Gobierno de Israel para que cumpla con sus obligaciones bajo el derecho internacional y permita el acceso total a toda la ayuda, incluyendo el apoyo a la lactancia materna y, en los casos en que no haya otra opción, la entrada de fórmula infantil y los suministros y servicios esenciales para su uso regulado y de la forma más higiénica posible. Los bebés ya devastados por la guerra no deben quedarse sin medios para sobrevivir.

Save the Children ha trabajado en Gaza durante décadas, gestionando centros de atención primaria y proporcionando servicios esenciales a niños, niñas, madres y familias, incluyendo la detección y tratamiento de la desnutrición. La organización está lista para ampliar la ayuda vital junto a sus organizaciones socios locales. Actualmente está distribuyendo agua y gestiona espacios amigables para la infancia y áreas para madres y bebés donde las mujeres embarazadas y lactantes pueden recibir apoyo nutricional, orientación sobre alimentación infantil y atención psicosocial. También ha establecido centros de aprendizaje temporales para ayudar a los niños y niñas a continuar su educación.